Ciudad de México.– la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC), dio a conocer que al menos 17 mil mujeres embarazadas o lactantes enfrentan desnutrición aguda en Gaza, esta cifra fue dada a conocer en el marco de la Semana Internacional de la Lactancia y pone en evidencia que las necesidades de la infancia y de las mujeres siguen siendo invisibilizadas en contextos de crisis humanitaria.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, la mala nutrición durante las primeras etapas del ciclo de vida puede provocar daños irreversibles en el desarrollo físico y cerebral. En contraste, una buena alimentación tiene efectos positivos, por lo que la lactancia materna resulta vital, al ofrecer los nutrientes adecuados y fortalecer el sistema inmunológico de los bebés.
No obstante, en Gaza, las condiciones actuales han hecho casi imposible sostener este proceso natural. La organización Save the Children ha documentado casos de madres que ya no pueden producir leche materna, debido al hambre extrema, la deshidratación, el estrés constante y la falta de privacidad provocada por los desplazamientos forzados. La situación se agrava por el bloqueo total impuesto por Israel, que ha impedido la entrada de alimentos, agua, medicinas, electricidad y combustible.
Esta situación ha traído consecuencias devastadoras. Tan solo en los últimos días, el Ministerio de Sanidad ha reportado 101 muertes por desnutrición, 15 de ellas en un solo día. De las víctimas, al menos 80 eran niñas y niños. “Es posible que muchos más estén muriendo sin que se reporte”, advirtió la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Asimismo, este asedio ha provocado que el número de mujeres lactantes con desnutrición se haya triplicado, forzando a muchas de ellas a suplicar por leche maternizada para poder alimentar a sus hijas e hijos, especialmente ante el temor de que puedan quedar huérfanos.
Los efectos de la desnutrición materna durante el embarazo son devastadores: anemia, preeclampsia, hemorragias y muerte, así como muerte materna, bajo peso al nacer y retrasos en el crecimiento y desarrollo infantil. Solo en julio, casi 12 mil niñas y niños de entre 6 y 59 meses fueron diagnosticados con desnutrición aguda, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“El estrés extremo interrumpe la lactancia, y vivir bajo bombardeos constantes en una zona de guerra genera una angustia indescriptible. Muchas madres, aunque desnutridas, hacen todo lo posible por alimentar a sus bebés. Brindarles apoyo puede ser una intervención que salve vidas, tanto para ellas como para sus hijas e hijos”, alertó Save the Children.
Frente a esta imposibilidad de lactar y ante lo que la organización califica como genocidio cometido por Israel, Save the Children advierte sobre el riesgo inminente para los recién nacidos: al dejar de recibir alimento, pierden energía, sus órganos comienzan a fallar y se vuelven extremadamente vulnerables a infecciones. Aunque la desnutrición es tratable, solo si se atiende a tiempo, el bloqueo impide cualquier posibilidad de respuesta médica adecuada.
“Esto está costando a las madres sus bebés, y a los bebés su vida. En el ‘mejor’ de los casos, se está condenando su crecimiento, su desarrollo y su futuro. Si el mundo no actúa ahora, más niñas y niños morirán por esta crisis que es completamente prevenible y provocada por el ser humano”, sentenció la organización.
Optar por el uso de fórmula para alimentar a los bebés se vuelve inviable. Andee Clark Vaughan, enfermera de urgencias de la Asociación Médica Palestino-Australiana-Neozelandesa (PANZMA), declaró al medio catarí Al Jazeera, que las autoridades israelíes han confiscado la fórmula para bebés que intentaban ingresar al territorio trabajadores médicos.
A ello se suma la crítica escasez de productos básicos, como pañales. Madres han reportado a Al Jazeera que sus bebés han desarrollado infecciones en la piel, ya que deben dejarlos largas horas con los pañales sucios debido a la falta de recursos. “Si los pañales son tan caros, ¿cómo puedo permitirme comprar alimentos? Mis hijos y yo solo hemos comido una vez desde ayer por la noche”, relató una madre gazatí.
En un intento desesperado por cubrir las necesidades de sus hijos, algunas mujeres han tenido que desgarrar su ropa para improvisar pañales reutilizables, que lavan constantemente. Sin embargo, en los campamentos donde residen, ni siquiera hay suficiente agua para hacerlo.
Ante este escenario, Save the Children hizo un llamado urgente a las autoridades israelíes para que cumplan con sus obligaciones bajo el derecho internacional y permitan el acceso total y sin restricciones de la ayuda humanitaria. Esto incluye el apoyo a la lactancia materna, la entrada de fórmula infantil y otros insumos esenciales para su uso seguro e higiénico.
70% de víctimas mortales en Gaza, eran mujeres
En marzo del 2024 se contabilizan más de 32 mil 500 personas muertas en la Franja de Gaza, y si se cruza la información con el reporte Alerta de género: el impacto de género en la crisis en Gaza, de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sabemos que el 70 por ciento del total de esas víctimas mortales eran mujeres, niñas y niños.
Además, la hambruna que acecha Gaza incide especialmente en las mujeres y niñas, que tienden a ceder la comida disponible a otros miembros de su familia, y eso supone un riesgo vital para las mujeres embarazadas y las madres lactantes.
Abusos, violencia sexual y muerte, ha sido el destino de cientos de mujeres que viven en la Franja de Gaza, alerta ONU Mujeres, desde el inicio de la guerra en esa zona, la población civil de niñas y mujeres han sido la más vulneradas durante el recrudecimiento del conflicto, que lejos de cesar continúa avanzando en espiral ascendente. A lo largo del conflicto se han reportado abusos y violencia sexual hacia las mujeres, incluyendo una gran cantidad de bajas, en las que al menos dos madres mueren cada hora.
La organización aseguró que a la población de mujeres les resulta aún más difícil acceder a los suministros, servicios y recursos, un problema que se acentúa en familias encabezadas por ellas, quienes tienen que alimentar, proteger y mantener a sus familias por si solas sin un trabajo que les permita generar ingresos.
Muchas de ellas han perdido a sus esposos en el conflicto, perdiendo así al único sostén económico de la familia; si el número de mujeres que generaba ingresos en Gaza ya era pequeño antes de la crisis, esta cifra se ha reducido aún más en los últimos meses.
Por otra parte, de los 1.9 millones de personas desplazadas, cerca de 1 millón son mujeres y niñas, aunque hay muchas que se quedan en casa cuidando a miembros de su familia que, por su condición física o su avanzada edad, no pueden desplazarse.