Ciudad de México.-La periodista ciudadana y defensora de los derechos humanos Zhang Zhan fue detenida y sentenciada a cuatro años de prisión por informar sobre el acoso del Estado chino hacia defenosres; esto ocurre cinco años después de que fue encarcelada por haber dado a conocer detalles de la pandemia COVID-19 en la ciudad de Wuhan, cuando las autoridades querían hacer ver al mundo que la enfermedad estaba controlada.
Actualmente, en China las personas defensoras de los derechos humanos están sufriendo acoso, tortura y encarcelamiento. Human Rights Watch documentó que el hostigamiento incluye a las familias, mientras que otros defensores permanecen en calidad de desaparición forzada. Dos casos parecidos a los de Zhang Zhan son los de la activista Li Qiaochu cuando condenaron a cuatro años de prisión por denunciar las condiciones de detención de su pareja y el de la periodista, feminista y activista Huang Xueqin a quien encarcelaron por ocho años y tres meses por tener una participación en el Movimiento #MeToo.
A este clima de control y censura se añade el panorama que enfrentan las mujeres de China, quienes viven constantes episodios de violencia de género, acoso sexual y la presión para aumentar la tasa de fertilidad. Este último, el gobierno implementó medidas para que las mujeres se casen y retoman los «valores tradicionales». Uno de los casos emblemáticos es el de Xu Zaozao quien solicitó poder congelar sus óvulos, la cual fue rechazada y representó un golpe a los derechos reproductivos de las mujeres solteras.
De acuerdo con información del portal chino «Red de Protección de Derechos», China está bloqueando información detallada sobre la nueva detención de Zhang Zhan. No obstante, se conoce que la sentencia fue emitida el pasado 19 de septiembre por el Tribunal Popular de la Nueva Área de Shanghái Pudong durante una sesión que duró cuatro horas. Al dar el veredicto, el Tribunal argumentó que el motivo principal de su encarcelamiento era por “buscar y provocar peleas”.
En la víspera del juicio, las autoridades enviaron a un gran número de guardas para impedir la entrada al Tribunal y evitar la presencia de personas que acudirían en solidaridad con la periodista. Asimismo, corrieron a siete diplomáticos y comunicadores que se acercaron para observar el juicio, se llevaron a otros defensores de derechos humanos que protestaron, así como activistas extranjeros fueron controlados por la policía de su país.
Antes de ser juzgada, Zhang Zhan vivió diferentes violaciones a derechos humanos. Luego de su detención la sometieron a una evaluación psiquiátrica y cuando se encontraba en una protesta de hambre, el centro de detención la obligó a alimentarse. Su arresto ocurrió de forma ilegal, ya que las autoridades le hicieron firmar a su madre un poder notarial y posteriormente se la llevaron en agosto de 2024.
El motivo de su detención es haber compartido información sobre el acoso a activistas y defensores de derechos humanos en sus redes sociales. Unos meses atrás, el pasado 13 de mayo de 2024, la periodista fue liberada tras cumplir una sentencia de cinco años por informar sobre la pandemia COVID 19 que mantuvo al mundo en aislamiento.
La periodista que informó sobre la pandemia
Zhang Zhan es una mujer de 45 años proveniente de Xianyang, provincia de Shaanxi. Reside en la Nueva Área de Pundong, Shanghái y es ex ejecutiva de una compañía de valores, exabogada, periodista, defensora de los derechos humanos y prisionera política bajo custodia en China.
Estudió finanzas y cuenta con una maestría por la Universidad de Finanzas y Economía del Suroeste. En 2010, abandonó su ciudad natal para buscar trabajo en Shanghái y también renunció a una compañía de valores donde tenía un puesto bien remunerado gracias a sus ideales por la libertad. También solía trabajar como abogada, pero tras publicar una serie de artículos en internet recibió represalias por lo que se vio obligada a abandonar su labor.
Zhang Zhan representa una amenaza para el Estado chino, pues desde hace varios años atrás señaló la gestión de las autoridades del Partico Comunista Chino, principalmente por ejercer una dictadura de partido único, la corrupción, así como abuso de poder en las plataformas en línea. En repetidas ocasiones la periodista fue citada y amenazada por la policía de Shanghái debido al contenido que comparte en internet.
Su primer arresto ocurrió en 2019 cuando la policía del distrito de Huangpu de Shanghái por la gran cantidad de videos y textos de protesta en la red social WeChat que publicó y no fue puesta en libertad hasta el 26 de noviembre de ese año. A principios de 2020 y debido a la propagación de la epidemia de COVDI-19 en la ciudad de Wuhan, la periodista ciudadana realizó una investigación de campo y a pesar del riesgo viajó 850 kilómetros para dar cobertura desde el epicentro de la enfermedad.
Como resultado, Zhang Zhan publicó más de 100 videos con la documentación de cómo los hospitales de China se encontraban desbordados, las tiendas de las calles estaban vacías y las familias de las víctimas estaban siendo acosadas por las autoridades. En el material evidenció la cantidad de crematorios que operaban en la ciudad a todas horas mientras que las autoridades advertían al mundo que estaban logrando controlar la enfermedad.
El 14 de mayo de 2020, la periodista ciudadana fue arrestada por la policía de Wuhan en un hotel temporal por «haber compartido grandes cantidades de información falsa». Al día siguiente la entregaron a la policía de la Nueva Área de Pudong de Shanghái y hasta el 18 de septiembre, su caso se transfirió a al Tribunal de la Nueva Área de Shanghái Pudong. Obtuvo su condena en diciembre de 2020 y la condenaron a 4 años de prisión
Ser periodista en China, condena a la libertad de expresión
De acuerdo con Reporteros Sin Fronteras (RSF), China es considerada «la prisión del mundo para periodistas y defensores de la libertad de expresión». Actualmente, se tiene registrado la existencia de 124 comunicadoras y comunicadores que se encuentran en prisión. El Estado chino ocupa el puesto 177 de 180 países en el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2024 de RSF.
Un informe de Human Rights Watch señala que a más de diez años del gobierno del presidente Xi Jinping, la represión en el país va en aumento. Los principales puntos es que no existe una sociedad civil independiente y no hay libertad de expresión, asociación, reunión o religión. También se persiguen a personas defensoras de los derechos humanos o a quienes critican la gestión del presidente.
El gobierno chino controla los canales de información (televisión, radio y publicaciones impresas), a esto se suma un fenómeno que es llamado como «Gran Muralla Electrónica» y el cual, consiste en que la población no puede acceder a todo el contenido disponible en internet. En consecuencia, la mayoría de las personas buscan autocensurarse, mientras que existe una lucha por la libertad de expresión de quienes no están de acuerdo con la legitimidad del Partido Comunista Chino.
En marzo de 2025, el gobierno de Hong Kong adoptó la Ordenanza para Preservar la Seguridad Nacional (SNSO) que se suma a la Ley de Seguridad Nacional de 2020. Esta penaliza actividades pacíficas, amplía los poderes de la policía y aumenta el delito de sedición (alzamiento público para impedir leyes o el ejercicio de las autoridades) a una pena de dos a siete años de cárcel. Antes de esta modificación, al menos 304 personas fueron detenidas por violar la ley de seguridad y otras 10 mil 279 por protestas en favor de la democracia.
En relación con delitos de seguridad nacional, la libertad de expresión se vio restringida. En septiembre de 2025 dos periodistas del medio Stand News fueron condenados a 21 y 11 meses de prisión respectivamente por el delito de sedición y el gobierno negó el visado de trabajo de un reportero gráfico de Associatyed Press (AP) quien tomó las fotos de Jimmy en prisión.
Pese a los crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno chino, se ha negado de manera sistemática los abusos. Se calcula que se condenaron a medio millón de personas sin garantías de debido proceso durante la gestión del presidente Xi Jinping. No obstante, el gobierno chino ha negado en reiteradas ocasiones las violaciones a derechos humanos.