Ciudad de México.- La película documental «Llamarse Olimpia», dirigida por la cineasta mexicana Indira Cato, no solo retrata la lucha de la defensora de los derechos de las mujeres Coral Olimpia Melo por impulsar una iniciativa de ley que penalice la violencia sexual digital; también busca dignificar a las víctimas del algoritmo patriarcal desde una mirada feminista.
Este fin de semana, el documental se proyectó en la Ciudad de México en dos funciones: una en Cinemex Insurgentes y otra en el Parque España. Durante la segunda, más de 200 mujeres de distintas edades se apropiaron del espacio público para disfrutar del filme y compartir una experiencia colectiva de resistencia y memoria.
Ganadora del Premio Mezcal en la edición 40 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) y del Premio Ojo a Mejor Documental en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), «Llamarse Olimpia» podría ser considerada para los Premios Oscar. La cinta acompaña cinco años de lucha, registrando los momentos clave en la aprobación de la Ley Olimpia en México y América Latina, así como la historia personal de su impulsora.
De acuerdo con la directora, Indira Cato, el objetivo principal fue representar con dignidad a las mujeres que han sufrido violencia sexual digital y a quienes han formado parte del movimiento de la Ley Olimpia en la región. Sin embargo, la narrativa no se centra únicamente en Coral Olimpia Melo, sino que también visibiliza a la feminista, abogada y rapera Prania Espondia, y a Marcela Hernández Oropa, activista y defensora digital que participó como asesora en la creación del proyecto legislativo.
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Para Coral Olimpia Melo, el documental representa una forma de reivindicación: una manera de recordarle a la sociedad que la violencia digital es real, que causa daño y que tiene víctimas. Una lucha que no solo atraviesa lo virtual, sino también las calles, los congresos y ahora el cine. “Esta película se hizo con ojos de mujeres (…) vamos a aspirar, si es necesario, a cambiar el algoritmo y a cambiar el código”, expresó la defensora.
Coral Olimpia Melo narró un episodio desafortunado que sucedió durante el festival de cine de Guadalajara y que evidencia el motivo de la lucha contra la violencia sexual digital. Un crítico de cine se les acercó para quejarse sobre las tomas proyectadas cuando se narra la experiencia personal a la que se enfrentó la defensora cuando tenía 19 años. A diferencia de la cobertura mediática que giró en torno al caso, el documental evita por completo revictimizar a la defensora a través de tomas sexuales de su cuerpo, colocando en su lugar imágenes de la naturaleza mientras se escucha su voz en off o como narradora.
Para Indira Cato, era importante hablar de la historia de Olimpia sin hipersexualizarla o revictimizarla como lo hicieron sus conocidos, familiares, autoridades y la sociedad mexicana cuando ella vivió la violencia sexual digital, la cual en su momento no había forma de poder nombrarla como un delito porque no estaba tipificada. Asimismo, la defensora Olimpia Coral Melo detalló que, desde la mirada patriarcal, los cuerpos femeninos son vistos como objetos sexuales expuestos ante la sociedad desde el morbo: «Cuando el señor le dice, «¿Por qué hay imágenes planas de plantas en el clímax?» Yo creo que quería que existiera porno.”, explicó Olimpia.

La violencia sexual digital
De acuerdo con el último reporte anual ‘Violencia sexual digital contra las mujeres en México’ del Frente Nacional para la Sororidad (FNS), la violencia sexual digital es un tipo de violencia de género relacionada con el ejercicio de la sexualidad por medio de la tecnología. Es en parte, una de las consecuencias de la virtualidad, la cual ha combinado la forma en que las personas interactúan entre ellas.
Son entonces, las niñas y las mujeres propensas a sufrir violencia de género, violencia sexual u otras modalidades de violencia nacidas de la virtualidad. Algunas formas que el FNS ha registrado son producción no consentida de material íntimo sexual; difusión de contenido íntimo no consensuado; robo o usurpación de identidad con fines de explotación sexual; acoso sexual digital; grooming; sextorsión; amenazas; acecho; ofrecimiento de servicios sexuales no autorizados; y ahora la alteración de imágenes con inteligencia artificial para su venta con fines sexuales.
Las estadísticas del FNS determinaron que las mujeres componen el 95% de las víctimas de la violencia sexual digital. A través de solicitudes de información realizadas por el FNS a 33 instituciones de justicia, de las que solo 14 respondieron, se han podido documentar el siguiente número de carpetas por violencia sexual digital:
Conforme menciona el informe del FNS, los mandatos de género patriarcales están estrechamente relacionados con la violencia sexual digital. Se trata del conjunto de reglas formales e informales en que cada sociedad define el comportamiento de una persona con otros. Sin embargo, también se manifiestan en los roles de género entre hombres y mujeres.
Además, configuran un sistema de opresión hacia las mujeres que converge con otras formas de opresión y desigualdad como etnia, clase, discapacidad, edad, sexualidad. Por lo que, no todos los hombres son considerados igualmente dominantes y no todas las mujeres son subordinadas.
Ley Olimpia en México y América Latina
Actualmente, la Ley Olimpia esta reformada en el Código Penal de cada estado y a nivel federal que ordena una pena de tres a seis años. También se encuentra establecida en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), en la cual se establece que:
«Toda acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación, por la que se exponga, distribuya, difunda, exhiba, transmita, comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios o videos reales o simulados de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento, sin su aprobación o sin su autorización y que le cause daño psicológico, emocional, en cualquier ámbito de su vida privada o en su imagen propia» según lo establece la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
En el continente americano ya suman cinco países donde la Ley Olimpia está aprobada bajo el nombre de otras mujeres quienes fueron víctimas de violencia sexual digital y tomaron como guía la lucha por esta ley en México.
El cambio comenzó en Argentina con la Ley Ema, seguido de Panamá, Estados Unidos y Colombia. Ahora se espera que la ley se expanda por toda América como parte de los compromisos de la Primera Cumbre Latinoamericana de Defensoras Digitales en México, activistas y defensoras asumieron el compromiso de llevar la ley a distintas regiones del continente.
Ley Olimpia avanza. Uruguay podría ser el quinto país de América en aprobarla – cimacnoticias.com.mx




