En estas cuatro semanas de campañas presidenciales poco se han destacado las ofertas políticas, más han sobresalido los vituperios y el abuso del poder presidencial, dedicado a remplazar la vocería del candidato de su partido, con sus anuncios radiofónicos y televisivos difundiendo no solo, como ya lo hemos dicho en reiteradas ocasiones por éste medio, las bondades de las obras y programas de su gobierno, sino que además, incita a seguir por el mismo camino….., según él, «a México le ira mejor que ayer», en un proselitismo a todas luces descarado.
Pero, ¿dónde está el observatorio ciudadano? que recientemente se dio a conocer por parte de la SEDESOL y al parecer actuaría en el marco del proceso federal, bajo la colaboración con e IFE y el tribunal Electoral para el fortalecimiento institucional de la cultura democrática y la gobernabilidad del país.
Resulta, por lo menos sospechoso que el Presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral, exprese no tener facultades para apercibir sobre actos que atentan con suma obviedad a las libertades democráticas, como es el caso de la actuación del Presidente de la República Vicente Fox Quesada que se entremete en la contienda electoral, como sí fuera uno más de los presidenciables.
Entonces, me pregunto, porqué en la tregua navideño se invitó también al Presidente de la República que guardara cordura en la difusión de su gestión, y ahora, aparece el Presidente del Consejo del IFE, el Dr. Carlos Ugalde manifestándose sin facultades para intervenir ¿ni siquiera para invitar al Presidente de todos los Mexicanos y mexicanas que guarde la compostura Republicana, como se hizo para las fiestas navideñas?.
Ojala, que el Consejo General del IFE no sea de la misma opinión que su Presidente y resuelva apercibir a toda autoridad Ejecutiva y servidor Público para que se abstenga de interponerse en el proceso electoral por el bien de las instituciones democráticas, la legalidad y la gobernabilidad del país.
El observatorio ciudadano puede jugar un papel relevante, como ha sucedido en otros procesos electorales, tomar nota de la actuación de las instituciones del Estado pero sobre todo prevenir cualquier acto de autoridad que ponga en riesgo el derecho soberano de la ciudadanía de votar con plena libertad, sin amago de ninguna índole, con sus pronunciamientos a favor de la legalidad y la imparcialidad. Conocemos de la honorabilidad de sus integrantes y preocupa que a un mes del proceso no se conozca de sus actuaciones, ni tampoco acuse de recibo ante la impunidad presidencial.
06/LB/LR
