Lo nuevo, lo inteligente, es que la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, haya sido designada por el presidente electo Barack Obama como la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional.
Así lo considera el influyente diario New York Times en su editorial de ayer, titulado: Sólida, en un estado tranquilo, fuera de emociones, titular de inmigración».
Primero fue la senadora Hillary Rodham Clinton la elegida como secretaria de Estado, enseguida Napolitano, como secretaria del Departamento de Seguridad Nacional y en tercer lugar, Susan Rice como embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
Son tres significativos e importantísimos cargos públicos que durante los primeros cuatro años de gobierno del primer presidente electo afroamericano, Barack Obama, estarán a cargo de mujeres.
Y continua el prestigioso rotativo neoyorkino: la decisión del presidente electo Barack Obama sobre Napolitano como secretaria del Departamento de Seguridad Nacional hará de ella la oficial del mayor rango en el país, a cargo de aplicar la ley migratoria y el control de las fronteras.
¿NUEVA POLÍTICA MIGRATORIA?
Es un alivio ver que este trabajo estará en manos de alguien que cuenta con un entendimiento sólido en inmigración, de todas las complejidades y trampas políticas, dice el rotativo.
Como gobernadora de un estado fronterizo, Napolitano conoce a profundidad el terreno, dice el texto. Y explica que ella tiene una sólida posición y un estado tranquilo, fuera de emociones, por su probado conocimiento y buena voluntad para reivindicar políticas apegadas a la realidad, en contraste con lo que por años ha sucedido en el país, que ha tropezado y colocado a la inmigración en un estado de pánico, utilizando tácticas duras y fuertes para crear la ilusión de control, mientras rechaza estrategias comprensivas que atacarían el problema desde sus raíces.
El influyente diario neoyorquino, cuya posición en contra de posiciones ultraconservadoras sobre el tema migratorio es bien conocida, añade:
«La obtención del pase, la aprobación de una reforma comprensiva, podrá ser un camino arduo y dificultoso para la nueva administración. Pero eso puede cambiar rápidamente el camino que se ha perdido y fracasado con la aplicación de la ley del sistema, empezando por tomar las riendas en los niveles estatales y locales para así controlar esas medidas agresivas.
Napolitano le hará al país un gran favor, al evidenciar y señalar al sheriff Joe Arpaio, quien ha estado usando el Programa Federal 287 (g), que delega en manos de la policía local el tema migratorio, aterrorizando a inmigrantes de Phoenix.
Napolitano es conocida por su escepticismo ante la barda fronteriza de 700 millas, de multimillonario valor, de la administración de Bush. La barda nunca iba a cerrar definitivamente la frontera, como los defensores del plan clamaron, y difícilmente se conocerá el valor de su costo y el daño al medio ambiente que ha causado.
Napolitano está completamente consciente que el camino para ser estricto y fuerte en la frontera es mediante el suministro de visas en la línea de cruce y otorgando equipo necesario a la Border Patrol para atrapar a los contrabandistas de drogas y otro tipo de delincuentes.
Terminar con las contrataciones ilegales a nivel federal requiere de un programa sin las hostiles reglas vigentes, que incluyen los criticados sistemas de chequeo de nombres, que están plagados de errores en las bases de datos. Napolitano hará muy bien en asegurar y garantizar poco a poco acertados y sensatos programas de presentación electrónica en los centros de trabajo para el cumplimiento de la ley, para evadir errores que puedan arruinar las vidas de quienes viven de la agricultura, en miles de empleados legítimos.
El sistema de detención de inmigrantes, que ha horrorizado por el sinnúmero de maltratos y detenciones nefastas, necesita reformarse para asegurar los estándares humanos y cuidado médico. Y, posiblemente lo más importante, la nueva administración debe abolir la desastrosa campaña de redadas que ha separado a familias y ha esparcido el terror en las comunidades inmigrantes tanto como en la población indocumentada.
Pero la partida de Napolitano dejará en Arizona un vacío, considera el NYT, un caldero de resentimientos y de miedos, pues ella ha sido una de las voces más sabias en el estado.
Ella dice que le gusta empezar con discursos, con declaraciones, antes de que las audiencias exigentes inicien con cuestiones retóricas como ¿quién está aquí a favor de la inmigración indocumentada?, ¿nadie? OK, nosotros hemos llegado a un consenso en una problemática que nadie esta dispuesto a estar de acuerdo con esto. Empecemos por aquí. Sí, empecemos’.
08/LPB/GG
