Inicio Luz y Avelina, dos luchadoras en «Los Guajiros»

Luz y Avelina, dos luchadoras en «Los Guajiros»

Por Adriana Rodríguez González

María de la Luz Aguilar Terrés, compiladora del libro Memoria del Primer Encuentro Nacional de Mujeres Ex Guerrilleras, señala que actualmente en entidades federativas como Oaxaca, donde se encuentran varias de las zonas con mayor rezago en el país, la represión que viven mujeres y hombres que alzan la voz para denunciar a las autoridades tiene características similares a la ejercida en las década sde los 60 y 70, pero ahora es más sofisticada y selectiva.

Y ella sabe de lo que habla, pues vivió la represión cuando fue guerrillera en el grupo de Diego Lucero (Los Guajiros) y su familia secuestrada y amenazada con el fusilamiento por elementos de la Brigada Blanca (grupo anti subversivo).

A principios de los 70, cuando estudiaba en la Escuela Nacional de Economía (NE), un compañero que se hacía llamar Federico le hizo una invitación para formar parte de un nuevo grupo armado que se estaba formando al norte del país.

Fue así como conoció a Diego Lucero, con quien acordó integrar más compañeros a la organización, entre estudiantes y obreros con los que se formarían otras dos células: una con estudiantes, principalmente de la Preparatoria Popular, y otra con profesores y trabajadores en Córdoba.

Al momento de enterarse de su primer embarazo, tuvo que dejar su departamento para irse con sus padres. Dejó entonces ellugar para que otras compañeras y compañeros lo usaran como casa de seguridad. Sin embargo, continuó participando en los círculos de estudio, reclutaba a más gente y acompañaba a integrantes nuevos en la tarea de quitarles placas a los autos.

Cuando su hija nació, regresó a su departamento. Y tiempo después su madre le llevó el periódico, donde leyó la noticia de que Natacha y Oscar habían muerto, y Federico sufrió heridas graves al intentar un triple asalto bancario.

A estas muertes seguirían la de Diego Lucero, así como la de los compañeros Ramiro y Gaspar. Como protección sacó sus pertenencias de la casa de seguridad y las trasladó al hogar de sus padres.

Una noche, en la que María de la Luz planeaba quedarse en casa de sus papás con otros «guajiros», su abuelo la estaba esperando en la terminal de autobuses para decirle que unos policías, encabezados por Nazar Harotitular de la Dirección Federal de Seguridadse encontraban en el lugar y en cuanto llegaran serían asesinados.

Los agentes de la Federal de Seguridad inspeccionaron cada rincón, le exigieron a la madre de Luz que identificara a cada uno de los guerrilleros, incluyendo a su hija, a través de las fotografías que hallaron en una de las habitaciones.

El grupo de Los Guajiros poco a poco se dispersó y María de la Luz se divorció de su esposo tras aceptar que el amor y la identidad de ideales habían terminado, así que comenzó a trabajar en una dependencia gubernamental para sacar adelante a sus hijos.

Actualmente trabaja en la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, donde da apoyo a mujeres, además de preparar el segundo encuentro de ex guerrilleras donde se escucharán los testimonios de familiares y compañeros para darles un reconocimiento por su apoyo, a pesar de las amenazas de las que fueron víctimas por tener un vínculo con mujeres que participaron en grupos armados.

AVELINA

Avelina Gallegos (Natalia), prima de la esposa de Diego Lucero, vivía en Chihuahua una doble vida: por el día se dedicaba a su trabajo como profesora y como estudiante de la carrera de Derecho, mientras que en las noches se reunía con los miembros del comando.

A finales de 1971 se mudó a un pequeño departamento con José Luis Alonso Vargas, con quien contraería matrimonio el 4 de enero del 72. Por las noches hablaban sobre marxismo, el papel de Rosa Luxemburgo y Trotsky.

Luego de un viaje a la Ciudad de México para acudir a una reunión nacional, durante una asamblea convocada por Diego se llegó a la conclusión de que se expropiarían tres bancos de manera simultánea

El 15 de enero, de vuelta en Chihuahua, Natalia y otros compañeros se dirigieron al banco Chuvíscar, donde encontraron a personal que descargaba dinero de una camioneta, así como a varios agentes armados.

A pesar de que Óscar, otro integrante, les alertó sobre una camioneta militar que vigilaba los bancos, decidieron entrar, y ahí Avelina Gallegos recibió un tiro en la frente.

Las ex guerrilleras que salieron con vida de estos hechos exigen ahora que se esclarezcan los casos de compañeras y compañeros desaparecidos, se diga que sucedió con ellos tras su desaparición y que Miguel Nazar Haro acepte su responsabilidad.

Han transcurrido cuatro décadas en las que reclaman que sus voces sean escuchadas para impedir que se olvide el nombre de mujeres como María de la Luz Aguilar Terrés, Dení Prieto Stock, Irina Sáenz, Martha Alicia Camacho, Teresa Hernández Antonio, Olivia Ledezma Flores, Minerva Armendáriz Ponce, Teresa Franco Vega, entre muchas otras.

07/ARG/GG/CV

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