El administrador principal de la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo, Guido van Hecken, quien participó en los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga (UMA), en Ronda, aseguró que menos del uno por ciento de los inmigrantes que llegan a Europa lo hace por voluntad propia, informó Canal Solidario.
Van Hecken, de acuerdo con un comunicado de Canal Solidario, explicó en un seminario sobre «El papel de la Unión Europea en el sistema internacional de ayuda al desarrollo», que el problema de la inmigración sólo se puede solucionar con políticas consecuentes, coherentes y consistentes en comercio y política agrícola, entre otras.
Según este parlamentario europeo, con más y mejor distribución de la riqueza en los países de donde vienen los inmigrantes, se puede evitar la situación de las personas que ahora sólo ven como solución abordar un barco y desembarcar en el Mediterráneo.
En este sentido, declaró que nadie lo hace por voluntad, excepto algunos aventureros, que constituyen menos del uno por ciento. Según Van Hecken, la ambición de una persona normal es vivir su vida en un ambiente que conoce, con su familia y con un mínimo de comida en la barriga, y si no lo tiene, se ve obligada a emigrar.
En cuanto al papel del Parlamento Europeo en la ayuda al desarrollo, Van Hecken expresó que cada país ha de tener cómo deber intentar obtener lo mejor para sus ciudadanos, pero al mismo tiempo cualquier país que no sea egoísta tiene como deber hacer un mínimo de solidaridad internacional.
Asimismo, habló sobre la disminución del presupuesto de la UE a la ayuda al desarrollo. En su opinión, si las cosas no van bien en Europa, la primera reacción es bajar lo que destinamos a la solidaridad internacional, y, en este sentido, el papel de la Comisión de Desarrollo de la UE es lograr que la tendencia a la baja que ahora existe se invierta y que cumplamos con nuestros compromisos.
Además, esa ayuda es voluntaria legalmente, pero moralmente hemos adquirido compromisos y hecho promesas, y debemos de cumplirlas, expresó el parlamentario europeo.
La UE sólo trabaja con el dinero de los contribuyentes, explicó Van Hecken, y cualquier cosa que haga en término de estadísticas, entra en las estadísticas nacionales de los países miembros. Eso es así porque operamos con el dinero del contribuyente y a él tenemos que rendirle cuentas, argumentó.
Según Van Hecken, no es que nuestros políticos actúen de mala fe, es que hay otros problemas que afectan a sus países y a las poblaciones y comunidades que representan.
Respecto a la intervención de la UE en países subdesarrollados en conflicto como Sudán o Zimbabwe, Van Hecken dijo que los Derechos Humanos, la democracia y la consecución del Estado de derecho es una parte importante de nuestra acción externa.
La acción externa no sólo debemos dirigirla hacia el bienestar de nuestra comunidad, sino a un desarrollo más o menos equilibrado e igualitario del mundo entero, según Van Hecken. Por eso, el trabajo más bonito que existe en el mundo es trabajar para la cooperación al desarrollo, concluyó.
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