Cualquiera puede decir que las mujeres ya no deberían enfrentar un embarazo no deseado porque existen una gran diversidad de métodos anticonceptivos, sin embargo aún hay barreras culturales y socioeconómicas que impiden evitar esta problemática.
Algunas de estas barreras se dan en las comunidades rurales y en las zonas marginadas de las ciudades, donde hay dificultades para conseguir métodos anticonceptivos, porque escasean los recursos económicos o no cuentan con clínicas o farmacias para conseguirlos.
Una violación también puede provocar que una mujer se embarace sin desearlo. Y ésta puede ocurrir con extraños, familiares o incluso dentro del matrimonio, cuando el marido impone a la mujer a una relación forzada.
A pesar de la difusión y programas acerca de los métodos anticonceptivos, estos no llegan al alcance de las y los jóvenes, porque cuando se acercan al sector salud a pedir información, muchas veces no reciben la atención adecuada porque prevalecen prejuicios y discriminación con los jóvenes que tienen relaciones sexuales, pues no lo hacen dentro del matrimonio.
Por otra parte, los anticonceptivos modernos como el condón, las pastillas, las inyecciones y el DIU son muy eficaces pero ninguno es totalmente efectivo, y esto ocasiona que algunas veces fallen.
Además, muchas personas usan métodos poco efectivos como el ritmo o el retiro por temor a los efectos colaterales de los métodos modernos, sin saber que hay uno adecuado para cada persona, y este desconocimiento se debe a la ausencia de información que aún prevalece.
A veces la influencia de la pareja o de la religión también impiden el uso de anticonceptivos, sobre todo para las que tienen menos estudios.
Sin embargo, también existen parejas que si conocen los métodos anticonceptivos, pero no los utilizan por irresponsabilidad.
Ante un embarazo no deseado algunas mujeres deciden continuarlo y criar a su hijo, otras también lo continúan pero cuando nace lo dan en adopción y también hay quienes deciden interrumpir su embarazo.
Y ¿cuáles son sus motivos?
Algunas toman esta decisión cuando ya tienen los hijos que deseaban o para retrasar la llegada de un hijo.
Las condiciones socioeconómicas es otra razón, ya que no pueden mantener una criatura porque muchas desean terminar sus estudios o buscar un empleo de tiempo completo para mantener a sus otros hijos.
Otro motivo es cuando tienen problemas en la relación, porque no quieren criar un hijo solas o porque quieren estar casadas antes de tener un hijo.
Además, cuando las mujeres son muy jóvenes, ellas consideran que no van a ser buenas madres y no quieren que su familia se entere o por motivos de salud o violación.
Estos son diferentes motivos pero se dice que la mayoría lo hace porque cuando tienen un embarazo no planeado, saben intuitivamente que tal niño o niña no será atendido con dedicación y amor.
2004/HS/SJ
