Las protestas contra el aborto están de nuevo en los tribunales de Estados Unidos.
A principios de este mes, la Suprema Corte de Estados Unidos recibió la apelación de la Liga de Acción Provida, declarada culpable de crimen organizado por sus protestas violentas en contra del aborto.
Y es que la Organización Nacional de Mujeres (NOW por sus siglas en inglés) recurrió a la ley contra la extorsión y el crimen organizado, la ley RICO, con la que en 1998 no sólo llevó a los tribunales, sino logró la condena contra Provida y su máximo dirigente, Joe Scheidler.
La primera sentencia federal contra la violencia antiabortista fue declarada en 1999 y sostenida en 2001, a pesar de la posición de Scheidler en el sentido de que la libertad de expresión ampara sus protestas. Con ese mismo argumento apeló ante el tribunal supremo el miércoles 4 de diciembre.
Ante los jueces, el argumento de la defensa se basa en que si Scheidler es declarado culpable de crimen organizado por sus protestas, entonces la ley RICO pone en riesgo toda forma de manifestación. Incluso ha comparado al movimiento de Provida con el de Martín Luther King y Mahatma Gandhi.
En el sitio internet de Provida, Scheidler declara: «El movimiento abolicionista, el sufragista, el antibélico, el antinuclear, todos aprovecharon del derecho constitucional a la protesta. A veces crímenes fueron cometidos por individuales para lograr sus metas, pero nunca fueron acusados del crimen organizado».
Por su parte, NOW descalificó la comparación entre el movimiento antiabortista de Scheidler y otros de desobediencia civil, y negó que el proceso contra Provida ponga en riesgo otras formas de protesta.
«El doctor (Martín Luther) King nunca enseñó a sus seguidores a bloquear restaurantes, atacar lugares de comercio, agarrar a mujeres y tirarlas a la acera, aplastarlas contra las paredes de una clínica, o golpearlas en la cabeza con sus letreros de protesta», expuso la organización feminista.
Este nuevo enfrentamiento entre NOW y Scheidler forma parte de una larga lucha que empezó en 1986, cuando el grupo civil levantó una demanda contra el líder y su organización antiabortista apoyándose en las leyes contra los monopolios.
A lo largo de casi 13 años, NOW ha luchado en los tribunales contra el ala extrema del movimiento antiabortista, expandiendo su demanda para incluir a Randall Terry y su organización Operación Rescate, y cambiando la base legal de su argumento para ahora apoyarse en la ley RICO.
NOW ha tenido éxito con este nuevo plan de ataque. En 1998, Terry y Operación Rescate aceptaron una sentencia permanente que puso fin a sus protestas violentas.
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