Virginia Ilescas Vela es una de las dos profesoras que han acompañado a Binniza Andrés Carballido en su proceso de denuncia tras haber sido hostigada sexualmente por un profesor de la Universidad del Istmo (UNISTMO) Campus Ixtepec. Este acompañamiento desembocó en el despido injustificado de Virginia, así como en amenazas de feminicidio que la orillaron a tomar el difícil camino del desplazamiento forzado. A dos años de que la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) fallara a favor suyo, de Binniza y de la profesora Monserrat, Virginia continúa fuera de su entidad, con medidas de protección y sin su empleo restituido tal como lo ordenó la Defensoría.
Ilescas Vela fue despedida por la UNISTMO Ixtepec en noviembre de 2020. Esto, luego de que se uniera a varias estudiantes para quejarse de la inacción de las autoridades en los casos de violencia contra mujeres dentro del plantel. Específicamente, las víctimas y quienes las acompañaban señalaron a la entonces jefa de la carrera de Derecho, C.S.B.C., y al vicerrector académico, I.F.S., como los responsables de encubrir a profesores agresores y no proceder contra ellos.
Tras su despido, la exprofesora de la UNISTMO y también consultora para el Colegio de la Frontera Norte (Colef) llevó su caso a la DDHPO junto con Binniza y con otra docente, Monserrat. Por medio de la recomendación 04/2021, la Defensoría ordenó a la Universidad aplicar diferentes medidas para reparar los daños de las implicadas. Esto incluía la recontratación de Virginia, algo que hasta este momento no ha sucedido.
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Por el contrario: la docente se vio orillada a salir de Oaxaca debido al hostigamiento en su contra que continuó dentro y fuera de la Universidad en Ixtepec. Estas agresiones (que incluyen una amenaza de muerte) la llevaron a levantar una denuncia contra I.F.S., C.S.B.C., U.G.C. y J.L.A.A. frente a la Fiscalía Local de Ixtepec, por medio de la cual se abrió la carpeta de investigación 29380/FIST/IXTEPEC/2020.
A pesar de la gravedad de su caso, Illescas Vela denuncia que no ha habido avances importantes en su caso. Lo único que le han brindado es una orden de protección dirigida a los cuatro funcionarios que la hostigaron y la amenazaron. Esta medida, sin embargo, solamente aplica en Oaxaca, por lo que cuando no está en la entidad se encuentra completamente desprotegida.
Junto con las medidas de protección, Virginia también está registrada desde 2021 en el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. Aquí le han ofrecido asistencia psicológica y seguimiento a su caso, así como capacitaciones sobre temas de autocuidado. No obstante, estas medidas también aplican solamente dentro del estado de Oaxaca.
Tampoco le ha sido posible tener un acompañamiento legal integral debido a la complejidad del tema. Y es que el hecho de que la hayan despedido injustificadamente hace que las instancias quieran reducir a un tema de conflicto laboral. En otras palabras, las autoridades se niegan a reconocer las violaciones a derechos humanos que ocurrieron antes, durante y después de su despido.
Esto ha provocado que, desde 2021, su caso se encuentre en manos del Centro de Conciliación Laboral del Estado de Oaxaca. Desde aquí se ha dirigido la denuncia a la UNISTMO Ixtepec, pero la Universidad ha rechazado atender esta situación. Además, varios abogados se han negado a llevar el caso de Virginia debido a que involucra a las autoridades del Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (SUNEO).
Según explicó a Cimacnoticias, actualmente, la docente ha estado acompañada por un abogado que es el padre de una de las alumnas víctimas de violencia en la UNISTMO. Este abogado no le cobra más que gastos de papelería, por lo que no tiene cómo recuperar el dinero que él invierte en trasladarse constantemente a la ciudad de Oaxaca para conocer avances. Además, el defensor también se pone en riesgo al ser completamente identificable dentro de su comunidad, la cual también ha revictimizado a Virginia, Binniza, Monserrat y las otras personas implicadas.
Ante esto, la docente se encuentra en busca de alguna organización que pueda apoyarla con un acompañamiento integral a su caso. Este acompañamiento debe incluir una perspectiva de género desde la cual se puedan mirar todas las violencias a las que ha sido sometida Illescas Vela, las cuales incluyen la amenaza de feminicidio por parte de I.F.S., vicerrector de la UNISTMO Ixtepec, quien advirtió que el personal de seguridad de la escuela estaba autorizado a usar las armas contra Virginia en caso de que ella continuara con el acompañamiento a Binniza y a otras alumnas agredidas por profesores y compañeros.
Sin acompañamiento y bajo el estigma de la denuncia
Cuando despidieron a Virginia, ella perdió sus ingresos y una beca que tenía por parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el cual está a cargo del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología (CONAHCyT). Luego de que a dicha institución se le notificara de su despido, su titular, María Elena Álvarez-Buylla Roces, firmó un convenio en diciembre de 2021 con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) al conocer la situación de la investigadora.
Virginia esperaba que con ello se restituyera su beca, pero le han informado que esto sucederá hasta que se resuelve su situación legal, ante lo cual se pregunta: “entonces, ¿para qué sirve este convenio?”. Por otro lado, aunque ella tiene una fuente de ingresos actualmente, señala que este trabajo tampoco está exento de violencia. De hecho, denuncia que en este lugar y en muchos otros donde ha solicitado empleo la tachan de problemática por lo sucedido en la UNISTMO. Nunca la llaman valiente por denunciar sino de conflictiva, ignorando que ella se opuso a una violencia arraigada en las universidades mexicanas.
Su situación actual no es sencilla. Las amenazas por parte de I.F.S., C.S.B.C., U.G.C. y J.L.A.A. han continuado a través de redes sociales. Además, como suele pasar con las víctimas de desplazamiento forzado, cosas tan sencillas como agendar una cita médica se han convertido en un problema para ella al tener que estarse trasladando de un lugar a otro. Esto también le impide generar vínculos sociales e incluso estar al cuidado de sus dependientes económicos. Su salud emocional, evidentemente, no es la misma que antes de que todo esto sucediera.
A pesar de ello, Virginia continúa defendiendo el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. Incluso, este año ganó el primer lugar en el Concurso de Ensayo “Por el Derecho a la Libertad de Expresión de las Mujeres y las Niñas” con su texto “¡Calladita no me veo más bonita! La libertad de expresión amordazada por el patriarcado en las universidades”.
Los agresores de la también doctora en Ciencias Sociales siguen sin recibir sanciones. De hecho, Ilescas asegura que los directivos del plantel Ixepec facilitaron la renuncia voluntaria de algunos de ellos. Por su parte —asegura Virginia— la extitular de la Secretaría de la Mujer en Oaxaca, Ana Isabel Vásquez Colmenares, solamente se dedicó a cubrir a los agresores mientras desempeñaba este cargo.
Así, el camino de Virginia Ilescas Vela hacia la obtención de justicia ha estado lleno de obstáculos. Sin embargo, sus exigencias no cesan. Tampoco su deseo de que, nuevamente, las universidades se conviertan en un espacio libre de la violencia que muchas veces se justifica aludiendo a usos y costumbres. En el caso específico de la UNISTMO, el caso de Binniza, Virginia y Monserrat puede ser un parteaguas importante para poner un alto a estas agresiones, pero es necesaria la voluntad de las autoridades escolares para dar un paso adelante al respecto.
