Entre la población de 53 años o más en México, las mujeres son quienes presentan más enfermedades como hipertensión, cáncer, diabetes y artritis. Al mismo tiempo, son estas mujeres quienes realizan más trabajos de cuidados en casa de manera desproporcionada, lo que genera un claro impacto en su cuidado personal. Así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento (ENASEM) 2021, la cual fue presentada este jueves 6 de julio.
De acuerdo con la ENASEM, en nuestro país hay 25.9 millones de personas de 53 años o más. De este total, 14.1 millones son mujeres (es decir, el 54.4 por ciento). La mitad de ellas solamente cursaron entre uno y seis años de escuela, por lo que el grueso de esta población corresponde a mujeres sin una educación universitaria y —por lo tanto— con menos oportunidades de trabajos formales y menos acceso a servicios de seguridad social.
En ese sentido, no es casualidad que las cifras del Inegi indiquen que, mientras el 62 por ciento de los hombres mayores de 53 años se encuentran activos laboralmente, solo el 26.4 de las mujeres de las mismas edades participen en el mundo laboral actualmente. Pero, entonces, ¿a qué se dedican?
El 27.2 por ciento de estas mujeres no trabajan, ya sea porque están pensionadas o jubiladas o porque están incapacitadas para hacerlo. Pero la mayoría de ellas (el 45.3 por ciento) se dedican exclusivamente a las labores de cuidado en el hogar. Planchar, preparar los alimentos, limpiar y cuidar de sus familiares forman parte de la larga lista de eso que llamamos trabajos de cuidado no remunerados. Y estos trabajos (junto con otros factores) afectan el cuidado de la salud de aquellas que los realizan.
Hipertensión y diabetes, las enfermedades más frecuentes entre mujeres
Desde el año 2000, la Encuesta Nacional de Salud (ENSA) realizada por la Secretaría de Salud ya apuntaba que las mujeres muestran una mayor disposición a desarrollar hipertensión y diabetes. Y 23 años después, las cosas no han cambiado. Las gráficas del Inegi muestran que estas dos enfermedades siguen siendo las más frecuentes entre las mexicanas de 53 años o más; el tercer lugar lo ocupa la artritis reumatoide, otra enfermedad que afecta mayoritariamente a las mujeres aquí y en otros países como España.
La mirada masculina bajo la que se ha construido la medicina a lo largo de los años aún no permite vislumbrar de manera clara por qué es que estos padecimientos se presentan con tanta frecuencia entre las mujeres. Sin embargo, algunos estudios como “Menopausia: hipertensión arterial y enfermedad vascular” de la cardióloga Judith Zilberman señalan que la razón de esto puede encontrarse en los cambios hormonales que vienen con la menopausia y la perimenopausia. Por su parte, la Secretaría de Salud en México reconoce que el uso de anticonceptivos hormonales también puede coadyuvar a la aparición de estas enfermedades.
Hay otros factores de riesgo que comparten tanto hombres como mujeres. Entre ellos se encuentran hábitos como el tabaquismo o el alcoholismo, así como un estilo de vida sedentario en el que el deporte ocupa poco tiempo de nuestro día a día. La encuesta ENASEM 2021 del Inegi es reveladora en este sentido. Las mujeres tienen porcentajes bajos de consumo de tabaco y alcohol, mientras que los hombres son más afines a estas sustancias. Sin embargo, el 44.6 por ciento de los hombres mayores de 53 años realizan ejercicio 3 veces por semana o más; por su parte, solo el 22.2 por ciento de las mujeres de estas edades pueden dedicar tanto tiempo a una actividad deportiva.
Es en este aspecto donde los sesgos de género también se asoman en las estadísticas. Y es que el hecho de que las mexicanas de 43 años o más se enfoquen principalmente en el cuidado de la casa y de sus familias las deja sin tiempo libre para hacer deporte o realizar otras actividades que tengan que ver con la prevención de enfermedades. De ahí que las mujeres muestren más prevalencia en cuanto a obesidad (el 30.3 por ciento vs el 23.3 por ciento para los hombres según la ENASEM 2021), otro factor importante en el desarrollo de hipertensión y diabetes.
Aunado a esto, tal como se explica en el artículo “Género y autocuidado de la diabetes mellitus tipo 2 en el Estado de México” realizado por seis investigadoras, mientras para los hombres tener una pareja les ayuda a sobrellevar mejor sus enfermedades, para las mujeres representa una carga más que puede desgastar su salud por todas las labores de cuidado que implica convivir con un varón que no se hace cargo de dichas tareas.
Mujeres, las que más acuden a consultas médicas
Las estadísticas del Inegi también muestran que, entre la población mayor de 53 años, las mujeres son quienes más cuidan de su salud acudiendo al médico o al dentista. Esto tiene sentido tomando en cuenta que son ellas quienes presentan cuentan con una salud más deteriorada; de hecho, la ENASEM 2021 muestra que solo el 5.6 por ciento de las mujeres de 53 o más consideran que tienen una muy buena salud, mientras que el 54.6 por ciento califica su estado de salud como regular.
Pero el hecho de que las mujeres acudan más al médico puede tener relación con otros factores ligados a los roles de género que nos ha otorgado el patriarcado. Las seis investigadoras detrás del estudio sobre la diabetes en el Estado de México explican que es más fácil que una mujer esté dispuesta a acudir al médico y cambiar sus hábitos de vida cuando se les diagnostica una enfermedad de este tipo.
¿La razón?: nuestro rol de cuidadoras nos da una perspectiva distinta sobre el cuidado de las enfermedades. Y aunque esto parece positivo, hay que tomar en cuenta que detrás de esta decisión sobre el cuidado personal también están las labores de cuidado: las mujeres siempre buscan estar bien para poder seguir cuidando de las y los suyos. Mientras tanto, ellas se sienten en el abandono o perciben falta de apoyo en su entorno cercano para mejorar su salud.
Si bien la ENASEM 2021 no muestra datos desagregados en otros aspectos importantes como los niveles de satisfacción de vida, las cifras que arroja son suficientes para dimensionar el problema de la repartición desigual en los trabajos de cuidado no remunerados. Así, mientras el Estado mexicano no invierta en un Sistema Nacional de Cuidados, la salud de las mexicanas no podrá mejorar de manera integral. Esta agenda se está posicionando cada vez más a nivel nacional, pero aún falta mucho por hacer y comprender acerca de este tema.
