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México gasta 55% más en salud privada. Mujeres, las más afectadas

Por Diana Hernández Gómez
CIMACFoto: César Martínez López

En México, los gastos de bolsillo en el ámbito de la salud han aumentado entre un 30 y un 55 por ciento respecto a 2016 según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) 2022. Especialistas señalan que esto es consecuencia de las recientes reformas aplicadas en el sistema de salud mexicano, las cuales podrían afectar de manera diferenciada a las mujeres por ser quienes menos ingresos perciben a nivel nacional.

Durante un conversatorio sobre la ENIGH 2022 celebrado este 3 de agosto, la doctora en Ciencias Políticas Laura Flamand Gómez explicó que en una escala del 1 al 10 —donde 1 son los hogares con menos ingresos y 10 los hogares con más recursos económicos—, las casas mexicanas pertenecientes a los niveles 1, 2, 3 y 4 están viviendo un incremento en los gastos de salud que va del 30 al 55 por ciento respecto a 2016.

La especialista (quien además es coordinadora de la Red de Estudios sobre Desigualdades en El Colegio de México) detalló que este incremento se explica con los recientes cambios en el sistema de salud mexicano. Específicamente, Flamand Gómez puso énfasis en la desaparición del Seguro Popular y la posterior creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y remarcó que, aunado con las brechas salariales de género, esto podría tener un especial impacto en la población femenina del país.

La situación económica de las mujeres en México

Sobre las brechas salariales, la ENIGH 2022 muestra que, en tres meses, las mujeres en México ganamos cerca de 10 mil pesos menos que los hombres. Mientras los hombres tienen un ingreso trimestral de 29 mil 285 pesos, las mujeres generamos un ingreso de 19 mil 081 pesos en el mismo periodo de tiempo. Y la situación empeora cuando se trata de mujeres hablantes de alguna lengua indígena. 

Para empezar, según la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población indígena en general tiene menos ingresos en promedio que el resto de la población mexicana; sus ingresos trimestrales en promedio son de 18 mil 428 pesos, mientras que al resto de las y los mexicanos les corresponden 24 mil 414 pesos. Al mismo tiempo, dentro de las comunidades indígenas, las mujeres son quienes perciben menos ingresos: 9 mil 822 pesos al trimestre frente a los 17 mil 281 pesos de los varones.

Este tipo de brechas persisten incluso entre mujeres con altos niveles de escolaridad. De acuerdo con la ENIGH 2022, el salario trimestral para mujeres con posgrado completo o incompleto es de 73 mil 525 pesos frente a los 106 mil 412 pesos de los hombres. En contraste, las mujeres que estudiaron primaria percibieron 9 mil 845 pesos en un periodo de tres meses; los hombres con la misma escolaridad cobraron un salario de 17 mil 114 pesos en el mismo periodo de tiempo.

Gráfica: Cimacnoticias a partir de datos de la ENIGH 2022 del Inegi

A estas brechas (o como una de las causas de ella) se suma la carga desigual de trabajos de cuidado no remunerados en los hogares, los cuales van desde la compra de alimentos hasta el cuidado especializado a personas con alguna discapacidad. Según detalló Laura Flamand Gómez, las mexicanas dedicamos el doble de tiempo a esas tareas que los hombres: ellos invierten 24 horas semanales a las labores de cuidado, mientras nosotras ocupamos 47.8 horas de nuestra semana en los cuidados del hogar y la familia.

Esto nos deja con menos tiempo para participar en trabajos remunerados y, por lo tanto, con menos ingresos. Además, nos priva de llegar a empresas o centros de trabajo donde nos den prestaciones como la afiliación a algún plan de seguridad social que absorba nuestros gastos médicos. De hecho, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi, a nivel nacional hay 15 millones 933 mil 811 mujeres sin ningún tipo de derechohabiencia a servicios médicos.

Todas estas cifras apuntan a un futuro incierto para las mexicanas, cuyos ingresos para invertir en gastos de salud son menores que los de los hombres. Pero no solo eso: las mujeres también han quedado especialmente desprotegidas frente a las recientes reformas de salud. Así se abre la interrogante: ¿qué nos depara a las mexicanas al hablar sobre nuestra salud y la de nuestras hijas e hijos?

Mujeres, sin salud, sin programas de apoyo y con dependientes económicos

Los datos sobre salud de la ENIGH 2022 son preocupantes desde la perspectiva de Laura Flamand Gómez. De acuerdo con la investigadora del Colegio de México (Colmex), de las personas que utilizaron servicios médicos este 2022, 6 de cada 10 acudieron al sector privado

“En la práctica, el sistema de salud en México ya está privatizado”, aseveró Flamand Gómez y remarcó la gravedad que implica que el cuidado de nuestra salud dependa de que tengamos recursos económicos para pagar por ello. También aseguró que los servicios privados de salud en el país no están regulados, por lo que la continuidad de tratamientos, la referencia a hospitales de alta especialidad y los programas de prevención en la salud también están en riesgo.

La especialista en Ciencias Políticas asegura que esta aparente privatización de los servicios de salud tienen que ver con los cambios recientes al sistema sanitario mexicano. Uno de ellos es la desaparición del Seguro Popular, el cual daba cobertura a 9 de cada 10 mujeres en zonas rurales y 5 de cada 10 en las zonas más ricas de México según una investigación desarrollada por Data Cívica. 

Además, un análisis realizado por la organización México Evalúa muestra que en los últimos dos años, el Fondo de Salud para el Bienestar (FONSABI) ha dejado de otorgar recursos suficientes a la Secretaría de Salud para atender enfermedades que representan un gasto catastrófico para las familias; entre ellas se encuentran el cáncer de mama, el VIH y el cáncer cervicouterino, el cual causa la muerte de cerca de 4 mil 335 mexicanas al año de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Pero la falta de acceso a los servicios de salud no solo afecta a las mujeres sino también a sus hijas e hijos, sobre todo cuando se trata de madres autónomas. De acuerdo con ENIGH 2022, el tamaño de las familias ha disminuido en México; actualmente, el núcleo familiar está conformado por tres personas, donde solo una es activa económicamente. Cuando hablamos de un hogar con madres autónomas, ellas son esa persona activa.

De acuerdo con datos de 2020 de Inegi, en México hay 4 millones 180 mil madres autónomas. El 40 por ciento de ellas cuenta con algún grado de educación media superior y superior, y poco más de la tercera parte (37 por ciento) tiene estudios de secundaria completa. Casi una cuarta parte (23 por ciento) estudió la primaria o la secundaria incompleta. 

Esto quiere decir que la gran mayoría de las madres autónomas podría tener ingresos de entre 25 mil y 75 mil pesos al trimestre de acuerdo con la ENIGH 2022 al tener un nivel educativo alto. Pese a ello, aún enfrentan varios obstáculos para acceder a servicios médicos para ellas y para sus hijos. 

Según los datos del Inegi, 30 por ciento de las madres autónomas en México no cuentan con prestaciones laborales que incluyen seguro social. Además, la misma fuente indica que 3 de cada 4 hijas o hijos de padres separados no reciben pensión alimentaria, la cual podría emplearse precisamente para cubrir gastos de salud.

Por otro lado, la ENIGH 2022 muestra que, en general, a más hijas o hijos hay menos ingresos para las mujeres, lo que podría agravar la situación económica de las madres autónomas. La encuesta reporta que el mayor ingreso promedio trimestral se encontró entre quienes tienen un hijo o hija, con 22 mil 504 pesos. Por el contrario, el menor ingreso promedio trimestral lo percibió el grupo de mujeres con cuatro hijas o hijos o más, con 13 583 pesos.

A todo lo anterior—recuerda Laura Flamand Gómez— se debe sumar la precarización laboral que se profundizó durante la pandemia de Covid-19 y que afectó de forma remarcada a las mujeres, quienes fueron despedidas de sus empleos o tuvieron que frenar sus planes de emprendimiento. Entre ellas (detalla la especialista), las más perjudicadas fueron mujeres con bajos ingresos, con hijas o hijos y unidas con una pareja hombre.

En un llamado a la acción política y social, Flamand Gómez aseguró que se necesita mejorar la capacidad de empleo para las mujeres. Además, es urgente crear un Sistema Nacional de Cuidados para liberar nuestro tiempo y dejarnos acceder a mejores ingresos. Finalmente, también se debe exigir al gobierno un sistema de salud sólido que permita una amplia cobertura entre la población e impedir que la privatización de los servicios sanitarios en el país deje de avanzar.

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