Ciudad de México.-Exiten dos tipos de canceres evitables entre las mujeres: el cáncer de pulmón, asociado al tabaquismo y el cáncer cervicouterino, asociado a la falta de vacucación, ambos son evitables, ambos son silenciosos porque no presentan síntomas hasta que ya es tarde, ambos son letales, en el mundo y, en particular en México, ocupan los primeros lugares en mortilidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que el cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer y la más evitable, ya que la mayoría de los casos de este cáncer son ocasionados por el tabaquismo. Cada año, el tabaco mata a 8 millones de personas, aproximadamente un 22 por ciento de las muertes por cáncer, y varios millones más padecen cáncer de pulmón, tuberculosis, asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), entre otras enfermedades pulmonares crónicas.
En los últimos años, las mujeres registran un incremento en este tipo de cáncer debido a lo que los especialistas llaman la “epidemia de mujeres fumadoras” que inició en las décadas finales del siglo pasado y, que a estas alturas, empiezan a mostrar síntomas.
En el caso del cáncer cervicouterino (CCU), la misma institución de salud mundial reconoce que, tras la pandemia, hubo una caída en las coberturas de vacunación en todo el mundo, las cuales representan un retroceso de 30 años, siendo que el CCU es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres del planeta, con una incidencia estimada de 604 000 nuevos casos y 342 000 muertes en 2020. Este cáncer mata a una mujer cada 2 minutos.
Las repercusiones de este retroceso estallarán en los siguientes años, y serán los países más vulnerables y con un sistema de salud débil, los más afectados. Alrededor del 90 por ciento de los nuevos casos y muertes en el mundo, en 2020, se registraron en países de ingresos bajos y medianos.
Humo letal
“Es preocupante el incremento de cáncer de pulmón entre las mujeres porque se ubica como el cuarto tipo de neoplasias más común en ellas”, señaló Horacio Tovalín Ahumada, integrante del Laboratorio de Fisiología Pulmonar y Neumologia Laboral.
En México, de acuerdo con datos de la Clínica de Tumores Torácicos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), el cáncer de pulmón es el tumor más letal, por lo que se ubica como la primera causa de muerte por cáncer. La mayoría de los cánceres de pulmón solo causan síntomas cuando ya se han propagado.
Cada año fallecen más de 63 mil personas por enfermedades atribuibles al tabaquismo, es decir, 173 todos los días. 8 de cada 10 casos de cáncer de pulmón en mujeres se deben al consumo de tabaco y tan sólo el registro anual de nuevos casos de cánceres de pulmón asciende a 9 mil, 85 por ciento de ellos relacionados con el consumo de tabaco y sólo cerca de mil personas sobreviven.
“La preocupación se incrementa porque la detección es tardía y no hay programas preventivos como con otras enfermedades, por ejemplo la diabetes, la hipertensión, que fomentan periódicamente checar la glicemia o la presión arterial. En el caso de los fumadores no hay una estrategia que promueva realizarse una radiografía de pulmón”, resaltó el también académico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM.
En México, la Secretaría de Salud, señala que en 2020 habían más de 16 millones de personas fumadoras, de las cuales 4.1 por ciento son mujeres, 11.9 hombres y, el resto, casi un millón es población joven, en su mayoría hombres. Las mujeres adultas fumadoras en promedio consumen 5.9 cigarros diarios, contra 7.1 de los hombres
Así como con las mujeres, los jóvenes también incrementaron el consumo de tabaco, pues los vapeadores o cigarros electrónicos que, aunque no tienen tantas sustancias nocivas como el cigarro, favorecen el tránsito hacia este.
Sin embargo, en el caso de las mujeres, y aún más las jóvenes, los efectos biológicos son más severos en comparación con los hombres, se adelanta la menopausia hasta 3 años, tienen 10 veces más probabilidades de padecer un infarto, más si durante la misma época se toman anticonceptivos orales y el riesgo de sufrir osteoporosis es más elevado.
“La población de mayor riesgo a este cáncer son los adultos de entre 35 y 50 años, un aproximado del 36 por ciento de las personas adultas fumadoras”, alertó Tovalín Ahumada.
Por ello, el experto en salud laboral recomienda que en caso de tener algún síntoma como tos frecuente, someterse a radiografías periódicamente y realizarse una espirometría (estudio mediante el cual se avalúa cuánto aire entra a los bronquios y si hay alguna limitación).
El tabaquismo mata lentamente. No solo es fumar el cigarrillo, una vez consumido, el humo invisible e inodoro, puede permanecer en el aire hasta cinco horas y seguir causando el mismo efecto dañino, además de que se combina con otras sustancias atmosféricas. Además, no hay una cantidad inocua al consumir cigarros o productos de tabaco, siempre hay riegos a desarrollar cáncer.
“El tabaco es un agente cancerígeno potente, el más potente al que nos exponemos los humanos, y desgraciadamente lo hacemos voluntariamente, el 85 por ciento de los casos son por estar expuesto al humo de tabaco, lo que es posible evitar; sin embargo, el 15 por ciento restante se relaciona con la exposición, durante actividades labores, a radiaciones, asbesto, diésel, sílice, a compuestos atmosféricos sobre los que no hay control”, resaltó el académico.
Para el especialista es necesario mantener y reforzar diversas medidas que ayuden a reducir el consumo del producto, como el impuesto a las cajetillas y las campañas de prevención. Sin embargo, hace falta que las autoridades combatan mercados irregulares como la venta individual, que está prohibida pero hay nula vigilancia al respecto.
“Hablamos de los que enferman y mueren de cáncer, pero habría que multiplicar esa población por 50 o más que tienen bronquitis o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), a quienes la adicción los invalida y su atención tiene un costo en lo individual, para el sistema de salud social y para la familia, que es altísimo”, aclaró el experto.
Tovalín Ahumada sugirió que se financien más sitios especializados para su atención y retomar experiencias exitosas como la Clínica contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la UNAM, que desde el año 2000 cuenta con un protocolo altamente eficiente.
Prevenir desde la infancia
En México, el CCU es la segunda causa de muerte en mujeres, están dentro de los cinco tipos de cánceres más frecuentes y, aunque se puede prevenir con vacunas aplicadas en la infancia y con pruebas de detección de Virus del Papiloma Humano (VPH), tan solo el año pasado, la enfermedad mató a 4 mil 335 mujeres de entre 25 y 64 años.
Durante la pandemia de covid-19, entre el 2020 y 2022, la vacunación para la detección del VPH y otras infecciones se suspendió en el país, pero en 2023, ya sin pandemia, la desatención a esta enfermedad sigue igual, hay falta de vacunas y de atención.
«En el caso del cáncer cervicouterino (CCU), el virus provoca 99 por ciento de los casos, en etapas tempranas llega a ser asintomático, de ahí que la vacunación entre niñas y adolescentes, de entre 10 y 13 años, y el tamizaje o la detección en mujeres adultas sea fundamental», indicó el jefe del Departamento de Ginecología Oncológica del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), David Isla Ortiz.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una estrategia para disminuir o erradicar el número de casos de cáncer cervicouterino llamada medida 90-70-90, la cual plantea 90 por ciento de cobertura de vacunación, además de 70 por ciento de mujeres tamizadas con pruebas de alta calidad, y 90 por ciento de cánceres diagnosticados tratados oportunamente.
“Toda mujer de 25 años de edad con vida sexual debe realizarse una prueba de citología cervical, y las de 35 en adelante una de virus papiloma humano (VPH) por PCR (Reacción en Cadena de la Polimersa, por sus siglas en inglés); los serotipos de alto riesgo son los 16 y 18, los cuales originan más de 80 por ciento del cáncer cervical”, explicó Isla Ortiz.
La vacunación oportuna ayuda a reducir la incidencia de infección en mujeres, principalmente en quienes todavía no han iniciado su vida sexual y a disminuir el riesgo de cáncer. Sin embargo, aunque el VPH es el que causa el 99 por ciento del cáncer cervicouterino, éste se puede desarrollar por factores que coadyuvan como la mala alimentación, el tabaquismo, alcoholismo, estado inmunológico y otras causas como el Virus de la Inmunodeficiencia Humana.
