Ciudad de México.- Gabriela Salas Cabrera, mujer indígena originaria de Hidalgo, se ha convertido en una pieza clave en la inclusión de las lenguas indígenas por medio de la tecnología. Su trabajo fue fundamental para la implementación del náhuatl en Google Traductor y hoy, en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, haremos un recorrido por este logro.
El año pasado, para un millón 651 mil 958 personas que hablan náhuatl, según datos del INEGI 2020, usar Google Traductor se convirtió en una posibilidad para comunicarse en otros idiomas gracias al trabajo de Gabriela. Esa es su lengua materna, herencia de su madre, pues nació en la comunidad Puerto del Caballo, en el municipio de Chapulhuacán, Hidalgo.
Cuando era pequeña, Gabriela se interesó por el náhuatl, así como la riqueza cultural que representa, pero al pertenecer a una comunidad indígena, el acceso a una educación de calidad era complicado, aún más considerando las costumbres patriarcales de la sociedad en donde las mujeres deben casarse a edades tempranas.
Durante su preparatoria, Gabriela se inscribió a varios cursos y llego a especializarse en técnica y soporte de mantenimiento de equipo de cómputo. Más tarde, estudió la carrera en Tecnologías de la Información de la Universidad Tecnológica de Tula-Tepeji (UTTT) y posteriormente una maestría en Inteligencia Artificial en la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM).
En 2024, Gabriela Salas participó en una convocatoria de Google para colaborar en la inclusión del náhuatl en su traductor. Gracias a esta oportunidad, pudo proporcionar a la compañía una base de datos que había reunido a lo largo de varios años, la cual solo requería pequeños ajustes. Su trabajo dio frutos, y la información que compartió fue clave para que ahora se pueda traducir información a esta lengua.
Tras su determinación de continuar promulgando la preservación y difusión del náhuatl, Gabriela creó una alianza junto con la Comisión Estatal de Pueblos Indígenas en Hidalgo para presentar el uso de Google Traductor en un evento en Acaxochitlán con la finalidad de darle difusión a esta herramienta
Gracias a su liderazgo y trabajo dentro de la ciencia y tecnología, fue nombrada como una de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes del 2024 por parte de la BBC. Ante este reconocimiento, declaró: “La resiliencia femenina es la llama que nunca se apaga, que convierte el dolor en propósito e ilumina el camino para quienes la siguen”.
Además de su labor técnica, fue reconocida como la primera mujer indígena en áreas de tecnología por la Organización para las Mujeres en Ciencias para el Mundo en Desarrollo de la UNESCO. También ha participado como mentora en organizaciones como Mujeres Lideres en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y Feminencia-Latam, apoyando a niñas y mujeres en México, Guatemala y Colombia.
Hoy en día, la joven indígena persiste en su arduo trabajo de promover el rescate de la diversidad cultural a través de la tecnología por lo que busca desarrollar un software que incluya todas las lenguas del país.
Asimismo, tiene la convicción de lograr establecer una organización para apoyar a niñas indígenas en el ámbito científico, llamada ‘El futuro será brillante, porque las niñas son brillantes’ reafirmando su ferviente compromiso en impulsar a niñas y mujeres indígenas para fomentar el acceso de más mujeres a la educación STEM.
Ausencia de mujeres científicas
De acuerdo con el artículo «Mujeres en la ciencia y tecnología: Presupuesto para los desafíos del mercado laboral» del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el campo de la ciencia y la tecnología ha sido predominantemente ocupado por hombres, influido por estereotipos y roles de género profundamente arraigados.
Según datos del CIEP, en México existen 3.6 millones de empleos en áreas STEM, de los cuales el 87.1 % son ocupados por hombres y solo el 12.9 % por mujeres. De las 447 mil mujeres empleadas, el 35.3 % se desempeña como auxiliares y técnicas en ciencias exactas, el 13.2 % como profesionistas en sistemas computacionales, y el 12.8 % como coordinadoras y jefas en áreas de producción y tecnología.
De igual forma, el artículo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), «El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe: ¿Cómo será el mercado laboral para las mujeres?» destacó que, a pesar de los avances significativos en la participación de las mujeres en el ámbito laboral, esta sigue siendo menor a lo esperado.
Según el informe, se reveló que solo el 30 % de las mujeres se gradúan en carreras STEM, lo que reduce la probabilidad de que opten por trabajos de alta productividad que ofrezcan mejores salarios. Esta situación contribuye a perpetuar la brecha salarial y limita su acceso a oportunidades laborales más competitivas
Recomendaciones para la promulgación
La falta de inclusión de mujeres en carreras STEM es un problema que no ha sido resuelto a nivel mundial. De acuerdo con un documento emitido por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) «Brecha de género en STEM en la formación técnico profesional en México» ante esta desigualdad se han impulsado las siguientes recomendaciones:
● Generar un ecosistema que proporcione los incentivos de participación y permanencia de las mujeres en STEM, incluyendo un sistema de protección social con acceso de servicios y cuidados, que abone a las trayectorias educativas y permanencia de las mujeres;
● Identificar intervenciones de política sectorial y local que se requieren para atender las necesidades específicas de las mujeres y cerrar las brechas de desigualdad de género en el sector
● Generar acciones educativas, informativas y de sensibilización con madres, padres y cuidadores principales, empresas e instituciones para combatir estereotipos y sesgos de género y abrir espacios para el desarrollo STEM