Ciudad de México. – La diputada Celia Esther Fonseca Galicia, de la bancada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), presentó como iniciativa reformar la Ley del Seguro Social añadiendo la atención integral de la salud mental como un derecho fundamental de la ciudadanía, garantizando una atención accesible, oportuna, continua, con el enfoque de derechos humanos y sobre todo con perspectiva de género.
Se pretende que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) garantice una atención especializada como parte de la oferta de derechos correspondientes a la seguridad social, agregando a ello no sólo la atención en casos de detección, si no también, servicios preventivos, diagnósticos exactos, tratamientos adecuados, rehabilitación y reintegración social en caso de ser necesario; con el fin de asegurar un digno desarrollo social.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT, 2021), el 17 por ciento de la población mexicana padece algún trastorno mental, siendo las mujeres el sesgo poblacional más afectado, considerando que, de acuerdo con la Comisión de Seguridad Social “la salud mental es un componente esencial del bienestar integral y un factor determinante en la calidad de vida de las personas”, se recrudece el panorama al que se enfrentan las mujeres día con día.
En el mismo informe, ENSANUT 2021, se detectaron más de 15 millones de personas con depresión, ansiedad o algún trastorno mental agudo, mientras que sólo el 25 por ciento de la población mexicana recibe el tratamiento necesario, según el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.
“A pesar de la magnitud del problema, el acceso a servicios de salud mental sigue siendo limitado. Sólo 2 por ciento del presupuesto total de salud en México se destina a esta área, una cifra considerablemente baja en comparación con el promedio global del 5 por ciento recomendado por la Organización Mundial de la Salud”. – Esther Fonseca.
Que esta iniciativa tenga como fundamento la búsqueda en aumento de los derechos humanos aunado al enfoque con perspectiva de género, hace de esta una propuesta sustancial pues, en México, la depresión es la principal causa de atención psiquiátrica en mujeres, siendo este trastorno un antecesor de muchos casos de suicidios cometidos por las mismas.
Mujeres y salud mental
La salud mental es un tema complejo en el que no sólo tienen que ver los factores biológicos: las circunstancias sociales también juegan un papel importante a la hora de determinar qué personas pueden ser más propensas a desarrollar padecimientos en este ámbito de la salud.
En este sentido, las brechas sociales que rodean a las mujeres tienen relación directa con el hecho de que su salud mental, en la mayoría de los casos, se vea vulnerada ante la de sus congéneres.
Según la investigadora en ciencias médicas Luciana Ramos Lira, en México y en diversas partes del mundo como Chile, Alemania y Estados Unidos, la depresión es un problema mucho más prevalente en mujeres que en hombres. Lo mismo ocurre con otros padecimientos como trastornos en la conducta alimentaria, ansiedad y trastorno límite de personalidad.
Aunque todas las personas pueden padecer depresión, son las mujeres quienes desarrollan el trastorno con mayor frecuencia que los hombres, especialmente en su edad reproductiva: entre los 15 a los 44 años, según lo estableció Silvia Lucía Gaviria autora del artículo ‘¿Por qué las mujeres se deprimen más que los hombres?’.
De acuerdo con el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones en el Sistema de Salud se han atendido a 205 mil 336 mujeres por distintas condiciones, de las cuales el 78.8% fueron diagnosticadas con depresión. Datos del INEGI señalan que, en México, en 2023, se registraron 8 mil 837 suicidios, lo que representó al 1.1% de muertes totales registradas en ese año, de las personas que fallecieron por suicidio, el 18.9% correspondió a las mujeres, de las cuales el 75.2% ocurrió en mujeres menores a 40 años.
Aunque, los hombres son los que tienen mayor cifra de mortandad por suicidio, las mujeres demuestran más sus intenciones de cometer este hecho que ellos; en 2021, el 16.3% de las mujeres reportaron sentirse deprimidas, más de la mitad o casi todos los días de la semana en contraste con el 9.1% de sus homólogos.
En abono, las investigadoras Shoshana Berenzon Gorn, Nayelhi Saavedra Solano y Pilar Bernal Pérez realizaron un estudio en el que determinaron que uno de los problemas para que las mujeres reciban diagnósticos correctos sobre su salud mental tiene que ver con la falta de perspectiva y preparación del personal de salud.
Puesto que, cuando las mujeres se acercan a centros de salud, muchas de ellas prefieren no expresar sus malestares emocionales, esto se debe a que no sienten que una consulta breve sea el lugar adecuado para hacerlo; además, no creen que el personal de esté capacitado para atender estas necesidades, es decir, no son empáticas, por el contrario los consideran incapaces de ofrecer una escucha sensible para comprender lo que están viviendo.
Además, también existen obstáculos importantes en el diagnóstico que tienen que ver con la diferencia de síntomas que desarrollan hombres y mujeres. Por ejemplo: de acuerdo con Araceli Puigcerver y Carmen Arenas, en los ataques de pánico (un síntoma recurrente en casos de ansiedad), las mujeres suelen presentar más alteraciones respiratorias; por el contrario, los hombres tienen más problemas gastrointestinales y sudoración intensa al experimentar dichos ataques.
Por ello, la falta de perspectiva de género en la atención integral en materia de salud mental perpetúa no sólo las desigualdades sociales, la exclusión social, el deterioro en la productividad económica sino también refuerza y recrudece la brecha de género.