Ciudad de México.- El pasado 28 de mayo, el gobierno del estado de México presentó un protocolo para concientizar y sensibilizar a la ciudadanía sobre la violencia de género que viven las mujeres en el transporte público para convertir estos espacios en lugares seguros y libres de acoso y hostigamiento.
El secretario de movilidad del Estado de México, Daniel Sibaja González, reconoció que la entidad vive altos índices de acoso sexual hacia las mujeres en el transporte público y que dicha violencia se ha normalizado de tal manera que muchas mujeres se abstienen de denunciar por la desconfianza que hay en las instituciones o por el desconocimiento sobre sus derechos.
Por ello apuntó que el protocolo establece una ruta de actuación entre los casos de acoso sexual con un enfoque integral que incluye derechos humanos, perspectiva de género, interculturalidad e interseccionalidad. Asimismo, que se sustenta bajo un marco y dialogo permanente con las mujeres transportistas, así como con la Ley de Movilidad del Estado de México, la Ley de Acceso a las Mujeres de una Vida Libre de Violencia y el Código Estatal.
De acuerdo con la Encuesta de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada en junio del 2024, el 68.3 % de las mujeres expresaron sentirse inseguras en el transporte público, mientras que el 55.5 % de los hombres sintió esa preocupación.
Asimismo, datos de la secretaria de las Mujeres del Estado de México, Mónica Chávez Durán, muestran que el 96% de las mujeres fueron víctimas de algún acto den violencia en el transporte público al menos una vez a lo largo de su vida. Entre ellas se destacan agresiones verbales, miradas con morbo, piropos y chiflidos, sacar fotografías sin consentimiento, tocamientos, roces, incitar o perseguir.
También mencionó que, a nivel estatal, la Encuesta de Seguridad Pública Urbana (ENSU) señala al Estado de México como la segunda entidad donde prevalece la violencia comunitaria, solo después de la Ciudad de México. Es decir, que 6 de cada 10 mujeres sufrió alguna forma de violencia en el ámbito comunitario, siendo el autobús o el microbús el lugar con mayor prevalencia.
El estado de México es una entidad violenta para las mujeres. Tan solo observar las estadísticas de feminicidio, el número de desapariciones o las dos Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres, de las cuales no se han podido combatir en varios años reafirman que existe una deuda pendiente del gobierno mexiquense con las mujeres.
Mónica Chávez Durán afirmó que este panorama de violencia ha impactado el desarrollo y bienestar, buscando diferentes métodos para afrontar la inseguridad como viajara acompañadas, no salir a ciertas zonas y horas específicas, cambiar constantemente de ruta, utilizar espacios exclusivos o usar el transporte público lo menos posible.
Por ello, entre un esfuerzo interinstitucional en el que participó la Secretaría de Mujeres, el gobierno del Estado de México, así como instituciones estatales, organismos autónomos y agencias internacionales se elaboró un protocolo que implementa políticas para convertir el transporte público en un espacio seguro y libre de violencia de género.
Medidas contra la violencia de género en el transporte público del Edomex
Este consta en primer lugar de una campaña llamada «Nos movemos seguras» que consta de un informativo y consignas como «No es piropo, es acoso» o «No es un roce, es acoso» que tienen como objetivo hacer un cambio cultural para dejar de normalizar el acoso y otras expresiones de violencia, especialmente en personas agresoras: «El acoso sexual es un delito. La prevención es fundamental para evitarlo», comentó la secretaria de las Mujeres del Estado de México.
La campaña, «Nos movemos seguras» se visualizará en todas las pantallas y unidades móviles de las líneas que conforman el sistema de transporte masivo, teleférico y transporte colectivo para que las mujeres puedan identificar cualquier tipo de comportamiento. Además, este informativo estará en los mexipuertos: Cuatro Caminos, Ciudad Azteca, La Paz e Indios Verdes.
En conjunto se brindará orientación y atención a las mujeres usuarias del transporte que lo requieran, informándolas sobre sus derechos, los servicios a los que pueden acceder en caso de ser víctimas de violencia.
Esta política estará acompañada de un protocolo de actuación para atender casos de acoso en el transporte público colectivo del estado de México. Se trata de una «respuesta inmediata, eficiente y coordinada que coloca las mujeres víctimas en el centro de atención» que tiene un enfoque interseccional e intercultural y que incluye la participación de usuarias, conductoras y autoridades.
Según explicó la gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, si una mujer es víctima de acoso, puede acudir al operador, llamar al 911 o pedir apoyo a las personas a su alrededor. No obstante, el operador tiene la obligación de detener la unidad en un lugar seguro, informar al centro de control y registrar los datos del agresor. En respuesta, las autoridades coordinadas a través del C-5 se movilizan rápidamente para atender a la víctima y asegurar que pueda acceder a la justicia.
Por otro lado, se estarán tomando medidas preventivas como asignación de asientos especiales para mujeres. También se pretende sensibilizar y educar sobre qué es el acoso, cómo reconocerlo, cómo denunciarlo y cuáles son las sanciones, así como estrategias de capacitación para la igualdad a operadores y personal administrativo y un programa de recuperación de espacios con perspectiva de género llamado «Caminemos seguras y mujeres constructoras de paz».
La secretaria de las Mujeres del Gobierno de México, Citlali Hernández Mora, afirmó que, pese a que es doloroso reconocer que la mayoría de las mujeres ha vivido algún tipo de violencia en su vida, el protocolo es un mensaje para que las mujeres puedan convivir de manera libre y segura en espacios como el transporte público.
Finalmente explicó que, en colaboración con los gobiernos estatales del Estado de México, se están construyendo 37 Centros Libres en donde se ofrecerán atención psicológica, atención jurídica, espacios para actividades y talleres para el desarrollo de la autonomía de las mujeres. Estos estarán colocados en 37 municipios, aunque la apuesta es construir más.