Ciudad de México.- En México, la inclusión de mujeres en los espacios de toma de decisiones dentro de las empresas ha avanzado de manera lenta, pues se estima que, si se mantiene la tendencia actual, no se alcanzará la paridad en los consejos de administración y en los cargos directivos relevantes sino hasta 2043, reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Cabe precisar que las mujeres se enfrentan a un “techo de cristal”, una metáfora que describe las barreras invisibles que les impiden ascender a los puestos de mayor liderazgo, a pesar de sus cualificaciones y esfuerzos. Este techo está compuesto por prejuicios y estereotipos de género que obstaculizan su progreso profesional.
Pese a este contexto, en el país no se ha impulsado una ruptura del llamado “techo de cristal”. México registra actualmente la menor participación de mujeres en los consejos de administración de América Latina: en promedio, las mujeres ocupan 14% de las sillas, frente al 13% registrado en los últimos dos años.
Actualmente, la distribución de los órganos administrativos se encuentra de la siguiente manera: las mujeres representan apenas el 5.5% como consejeras independientes, frente al 28% de los hombres; solo el 4% de las mujeres presiden un consejo, proporción que ha retrocedido por segundo año consecutivo, y el 19% de los consejos están integrados exclusivamente por hombres.
En cuanto a las direcciones generales, de finanzas y jurídicas, Desde 2021, la representación de mujeres en estos dos últimos puestos directivos avanzo, pero persiste un estancamiento en la dirección general.
Hoy, solo el 3% de las direcciones generales está en manos de mujeres, frente al 15% en finanzas y 26% en áreas jurídicas; además, el 64% de las empresas no cuenta con mujeres en ninguna de estas tres direcciones, aunque representa una ligera mejora respecto al 73% de 2024. De las 187 empresas analizadas, apenas dos logran la paridad femenina en las tres áreas clave.
En cuanto a las empresas grandes,Las mujeres suelen dirigir áreas de mercadotecnia y recursos humanos, mientras que los hombres predominan en operaciones y tecnología. Asimismo dentro de estos espacios se visualizo que solo 44% de las empresas cuenta con programas formales de inclusión con mecanismos de seguimiento y 24% mide y transparenta sus avances en materia de igualdad.
Barreras para el ascenso
De acuerdo con un artículo realizado por el Gobierno de México, las mujeres enfrentan múltiples barreras para lograr un ascenso. Por ejemplo, las estructuras jerárquicas de las organizaciones públicas y privadas se rigen por reglas masculinas y el prototipo de empleado ideal sigue siendo el varón.
Además, todavía predomina el estereotipo que relaciona al hombre con los puestos directivos, y se considera que la mujer no puede ocuparlos porque “le falta” capacidad de mando y autoridad.
La designación para ocupar puestos directivos no se hace por méritos, sino por elección, y tienen mucha influencia las redes sociales que los hombres desarrollan dentro de las organizaciones, pues una parte importante de los acuerdos se toma fuera de los horarios de trabajo, mientras que las mujeres ocupan su tiempo libre en las tareas de cuidado.
Asimismo, recientemente el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) realizó un estudio en el que analiza y expone diversas desigualdades que dificultan que las mujeres permanezcan dentro del ámbito laboral. Entre ellas destaca la persistencia de las brechas salariales: a nivel nacional, las mujeres ganan en promedio 13 % menos que los hombres, con disparidades que van desde el 5 % en Chiapas hasta el 23 % en Guerrero.
La falta de servicios de cuidado infantil también limita la permanencia ya que en México, solo 38% de los niños de 0 a 5 años asiste a un centro de atención. Incluso en Colima, la entidad con mayor cobertura, no se atiende a la mitad de la población infantil, lo que evidencia la necesidad de desfeminizar los cuidados, ya que siguen siendo un factor que impide a las mujeres acceder y mantenerse en trabajos remunerados.
El estudio del IMCO destaca que aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral no solo fortalecería su autonomía, sino que también impulsaría la economía nacional. Según sus estimaciones, si México elevara la participación económica de las mujeres del 46% al promedio de la OCDE (67%), sería necesario incorporar a 18.6 millones de mujeres al mercado laboral, lo que podría incrementar el PIB nacional en 6.9 billones de pesos hacia 2035.
¿Qué se propone?
Para las empresas grandes, el estudio propone establecer metas anuales que incrementen de manera progresiva la presencia de mujeres en los consejos de administración hasta alcanzar el 40%. También plantea fortalecer la transparencia salarial mediante reportes de brecha revisados por autoridades, así como crear una plataforma federal que publique estos resultados de forma homologada.
Asimismo ponen bajo la lupa, la importancia de avanzar en la medición de brechas de género a través de la digitalización de sus registros administrativos. Además, se recomienda fortalecer su gobernanza corporativa mediante estructuras claras de decisión, manuales internos y funciones estratégicas bien definidas.
