Las coordinadoras de la Cumbre de Lideresas Afrodescendientes de las Américas –que culminó este fin de semana– llamaron al Ejecutivo federal a que reconozca en la Constitución a la población afromexicana.
Los días 26, 27 y 28 de junio se llevó a cabo en Managua, Nicaragua, la primera Cumbre de Lideresas Afrodescendientes de las Américas, a la que convocó la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, que lleva más de 24 años impulsando el reconocimiento de los derechos de esta población.
Rosa María Castro Salinas, afrodescendiente y presidenta de la Asociación de Mujeres de la Costa de Oaxaca, dijo en entrevista que al cierre del encuentro las participantes de más de 22 países coincidieron en que México es el país “más atrasado” en reconocer constitucionalmente a su población de origen africano y en garantizarle el goce pleno de todos sus derechos.
Esto porque si bien no todos los países de América Latina señalan en su Carta Magna a la población afrodescendiente, al menos sí reportan más avances que México en la recuperación de la historia e identidad de esta raíz.
Las coordinadoras de la cumbre firmaron una misiva dirigida a Enrique Peña Nieto, con copia al Congreso de la Unión, para exigir que realice “las acciones necesarias para lograr la reivindicación de los derechos fundamentales de la población afromexicana”.
La carta fue firmada por la coordinadora general Dorotea Wilson; Vicenta Camusso, coordinadora del Cono Sur; Yvette Modestin, coordinadora de la Diáspora; Cecilia Ramírez, de la región andina; Berta Arzú, líder para Centroamérica; y Altagracia Balcacer, coordinadora del Caribe.
Pidieron al gobierno mexicano que reforme el artículo segundo de la Constitución, para que establezca que “la Nación tiene una composición pluricultural sustentada principalmente en sus pueblos indígenas y afrodescendientes”.
Castro Salinas informó que la carta será entregada por la diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) Teresa Mojica Morga –afrodescendiente de Guerrero–, quien participó, junto con otras cinco mujeres en la delegación mexicana que asistió al reciente encuentro internacional.
Con la diputada también asistieron las integrantes del Consejo Académico de la Escuela Itinerante de Formación Permanente para las Mujeres Afromexicanas, creada recientemente para rescatar la historia e impulsar el liderazgo de esta población.
Castro Salinas detalló que la delegación mexicana determinó que aún tienen mucho trecho por avanzar, y que es de vital importancia que el gobierno mexicano reconozca a la población afrodescendiente, ya que por no ser de origen indígena o mestizo se le niegan programas sociales o su participación en acciones de gobierno.
De acuerdo con la activista afromexicana, las mujeres de todos los países coincidieron en la falta de acceso casi total para esta población a los servicios de salud, pero específicamente los que están vinculados con la salud sexual y reproductiva.
A esto se suma la falta de políticas públicas para garantizar educación a esta población y eliminar el racismo, la discriminación y la violencia contra las afrodescendientes.
En la Cumbre se formuló una plataforma política para mujeres afrodescendientes, constituida por 16 ejes prioritarios para combatir el racismo y la pobreza, poner fin a la violencia, garantizar el libre ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, de educación de calidad, y respeto de todas las autonomías, entre otras garantías.
Además, se estableció la necesidad cumplir todos los tratados y convenciones internacionales y nacionales en materia de mujeres de ascendencia africana.
En América Latina viven 175 millones de personas de origen africano, en su mayoría mujeres. Los países con mayor población afrodescendiente son Brasil y Colombia.
La Cumbre se realizó de cara al Decenio Internacional de las Poblaciones Afrodescendientes, que se celebra de 2015 a 2024, según estableció la Asamblea General de la ONU con el fin de reducir los índices de pobreza de esta población.
15/AJSE/RMB
junio 2015
Inauguran en Tapachula primer albergue para familias refugiadas
A fin de garantizar mejores condiciones de refugio para la población migrante en México, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) auspició la construcción en el estado de Chiapas del primer albergue para familias migrantes que huyen de la violencia en sus países de origen.
“Tres Ángeles” es el nombre con el que se designó a este nuevo albergue, ubicado en Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala, con capacidad para recibir a cinco familias solicitantes de asilo en México.
Mariana Echandi, coordinadora de Información de ACNUR-México, dijo a Cimacnoticias que esta instalación con cinco módulos funciona como un albergue especializado para alojar hasta por 45 días a familias en contexto de migración irregular, que huyen de sus países a causa de la violencia y la criminalidad.
Aclaró que la iniciativa fue idea de la sociedad civil, en especial de Olga Sánchez, fundadora del albergue “Jesús el Buen Pastor del Pobre y el Migrante”, también ubicado en Tapachula.
De acuerdo con Echandi, la defensora de los derechos de la población migrante contactó a ACNUR porque observó un importante aumento en el último año del número de personas migrantes en tránsito que requerían de un apoyo humanitario por la condición en la que habían salido de sus países de origen.
Se identificó que la mayoría de esta población proviene del llamado “Triángulo Norte” de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala), y fue víctima de la violencia generalizada en esos países, el aumento de la criminalidad y la pobreza.
Según el documental “Suelo mirar al cielo”, que presentó recientemente ACNUR en esta capital, entre esta población migrante hay mujeres adultas, niñas y adolescentes que emigran solas o acompañadas, y que además de huir de la delincuencia salen por la violencia de género que enfrentan en sus familias.
En el caso de la población femenina se ha documentado que la mayoría de las mujeres adultas emigran con sus hijas e hijos menores de edad y sin compañía de un varón.
ACNUR informó que en el nuevo albergue “Tres Ángeles” las familias solicitantes de asilo podrán esperar las resoluciones de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) –dependiente de la Secretaría de Gobernación–, la cual debe informar a más tardar en 45 días hábiles si dará asilo o no, según establece la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político.
En su informe más reciente, la Comar reveló que en 2014 se registraron 2 mil 137 solicitudes de asilo, de las que sólo se aceptaron 451. Las cifras oficiales no precisan el sexo de las personas solicitantes.
Por edad, Comar señaló que en ese año 72 niñas, niños y adolescentes no acompañados solicitaron asilo en México, la mayoría proveniente del “Triángulo Norte”. Sólo se atendieron 18 solicitudes, de las que no se informó el sexo de la persona beneficiada.
De acuerdo con la organización civil Sin Fronteras, las personas refugiadas son aquellas que huyeron de su país porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por diversos motivos, entre ellos las razones de género.
Lo anterior quiere decir que existen personas que sufren persecución, violencia sexual, discriminación grave, ataques u hostigamiento en relación con su identidad de género u orientación sexual en su país de origen, lo que las obliga a huir hacia México.
Sin Fronteras también ha documentado casos en los que las autoridades del Instituto Nacional de Migración al momento de recibir una solicitud de asilo intentan convencer a las y los solicitantes de que permanezcan en una estación migratoria, a pesar de que esto es contrario a lo que establece la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político.
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Maternidad subrogada, ejemplo de “violencia obstétrica extrema”
La maternidad subrogada cosifica el cuerpo de las mujeres y mercantiliza el deseo de ser padres o madres, afirma el movimiento feminista español que recientemente lanzó una fuerte campaña contra esta práctica que ha derivado en que en países como la India exista el tráfico de úteros.
Con el título “No somos vasijas”, filosofas, feministas y constitucionalistas de la talla de Amelia Valcárcel emprendieron una campaña informativa, para abonar a la discusión y reflexión sobre la maternidad subrogada, práctica que ya ha provocado violaciones a los Derechos Humanos de las mujeres.
En un manifiesto público, las feministas exigieron la erradicación de la maternidad subrogada y se manifestaron en contra de cualquier iniciativa que intente regular la práctica en España.
En el documento –en el que las activistas informan que se unen a la campaña “Stop Surrogacy Now” (“Detener la Subrogación Ahora”) que se lanzó en Europa para detener las campañas que fomentan esta práctica– se advierte que la maternidad subrogada es “éticamente imposible”, y que el deseo de la paternidad o la maternidad “nunca puede sustituir o violar los derechos que asisten a las mujeres y las y los menores de edad”, por lo que manifestaron su absoluto rechazo a la utilización de los “vientres de las mujeres con fines de gestación para otros”.
En su postura, las feministas sostienen enérgicamente que las mujeres “no son máquinas reproductoras que fabrican hijos en interés de los criadores”, por lo que la maternidad subrogada es un evidente ejemplo de “violencia obstétrica extrema”.
Explican que la maternidad por sustitución niega a las mujeres gestantes el derecho a decidir durante el proceso de embarazo y en la posterior toma de decisión respecto a la crianza, cuidado y educación de la o el menor de edad, al mismo tiempo que hay medidas punitivas contra las mujeres gestantes si se alteran las condiciones del “contrato de alquiler de vientres”.
Las activistas agregan que este procedimiento se inscribe en el tipo de prácticas que implican el control sexual de las mujeres. “Si en las sociedades tradicionales, los matrimonios concertados o la compra por dote son las típicas formas en que se ejerce el control sexual de las mujeres, en las sociedades modernas la prohibición del aborto, la regulación de la prostitución y la maternidad subrogada son sus más contundentes expresiones”, exponen.
Para las expertas, la maternidad subrogada tampoco se puede inscribir, como se pretende, en el marco de una “economía y consumo colaborativo”, y argumentan que la pretendida “relación colaborativa” sólo esconde el “consumo patriarcal” por el que las mujeres se pueden alquilar o comprar de manera total o parcial.
De acuerdo con la campaña, la maternidad subrogada responde a una “lógica neoliberal” que quiere introducir en el mercado “los vientres de alquiler”, que se sirve de la desigualdad estructural de las mujeres “para convertir esta práctica en nicho de negocio que expone a las mujeres al tráfico reproductivo”.
Algunas investigaciones han sacado a la luz los casos de “granjas de mujeres” en la India, es decir, clínicas de maternidad subrogada donde son alquilados vientres de mujeres hasta por 10 mil dólares, en caso de que se trate de un embarazo gemelar (157 mil 200 pesos mexicanos), y en las que en cada cuarto duermen 10 madres sustitutas.
Las mujeres reciben alimentos y vitaminas y se les alienta a descansar, aunque si surge alguna complicación, ni el médico, ni el hospital, ni la pareja contratante se hacen responsables.
15/AZM/RMB
En los recientes siete años en el estado de Aguascalientes se perpetraron más de 200 casos de feminicidio, que no fueron investigados como tales y en los que la impunidad llega a 80 por ciento; pese a ello, el Congreso local se obstina en considerar este ilícito sólo como un agravante de homicidio y no como un delito autónomo.
A petición de organizaciones feministas, en marzo pasado la diputada local por el Partido Acción Nacional (PAN) Sylvia Garfias Cedillo presentó ante el Congreso estatal una iniciativa para reformar el Código Penal, y tipificar al feminicidio como un delito autónomo.
Con el argumento de que es “muy difícil acreditar las razones de género que conforman el tipo penal de feminicidio”, y que de volverlo un delito autónomo habría impunidad, las y los legisladores por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) –que gobierna la entidad y es mayoría en el Congreso–, y la diputada por el Partido Nueva Alianza (Panal) Juana Alicia Espinosa de los Monteros –presidenta de la Comisión de Equidad y Género– se niegan a avalar la iniciativa de la panista.
En febrero de 2013, el Congreso de Aguascalientes reformó la legislación penal estatal para incorporar al feminicidio como un agravante de homicidio y no como un delito autónomo, lo que de acuerdo con especialistas en la materia como Marcela Martínez Roaro, presidenta de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (Femess), se “invisibiliza” la violencia contra las mujeres en el estado.
En entrevista con Cimacnoticias, Mariana Ávila Montejano, coordinadora del Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes, relató que desde 2014 el movimiento feminista local entregó a las legisladoras un documento sobre la agenda pendiente en materia de género, y que una de las demandas más urgentes es la armonización legal del feminicidio como un tipo penal autónomo, ya que esto permitiría crear los protocolos de investigación correspondientes.
Fue así que en marzo pasado la diputada Sylvia Garfias presentó la iniciativa ante el pleno, pero hasta la fecha la Comisión de Justicia ha detenido su dictaminación.
La propuesta plantea que “existe feminicidio cuando un hombre, por cualquier medio, prive de la vida a una mujer por razones de género”, y se establecen cinco circunstancias como motivos de género. De aprobarse la iniciativa, el crimen sería castigado de 30 a 40 años de prisión, y con multa de 200 a 300 días de salario mínimo.
Ávila Montejano reprochó la actitud de las y los legisladores (en su mayoría priistas) que han manifestado ante los medios de comunicación locales su negativa a avalar el proyecto, alegando que resultaría “muy complicado” acreditar las razones de género, por lo que se crearía un contexto de impunidad.
De acuerdo con el monitoreo que ha realizado el Observatorio de Violencia Social y de Género, la violencia contra las mujeres en la entidad es una “realidad lacerante”.
La activista explicó que mediante el recurso de transparencia, el Observatorio supo que de 2009 a 2013 la autoridad judicial tiene el registro de 257 homicidios dolosos de mujeres, de los cuales 90 fueron reportados por los medios de comunicación.
Agregó que después de 2013 las autoridades no dieron nuevos datos sobre el número de homicidios dolosos y respondieron a las solicitudes de información alegando que esos datos eran “inexistentes”, por lo que las feministas sólo han podido dar seguimiento al feminicidio mediante reportes hemerográficos.
Durante 2014 se monitorearon seis casos de feminicidio en los medios, a lo que se suman 16 intentos de este delito, es decir mujeres que terminaron en terapia intensiva tras ser brutalmente golpeadas en la mayoría de los casos por sus parejas. En lo que va de 2015 hay un registro de cinco casos, el más reciente ocurrido este lunes 29 de junio.
Para la también integrante de la Colectiva Feminista de Aguascalientes, uno de los puntos “más invisibles” alrededor del feminicidio son los suicidios inducidos debido a la violencia de género.
Mariana Ávila abundó que en el Observatorio se tiene conocimiento de mujeres –sin precisar número– que acudieron a denunciar violencia intrafamiliar, e incluso solicitaron órdenes de protección, pero ante la falta de apoyo de las autoridades decidieron terminar con sus vidas.
Finalmente, la activista llamó a las y los legisladores locales a debatir y aprobar la iniciativa, y recordó que el Congreso de Aguascalientes forma parte del Estado mexicano, que a través de tratados y convenios internacionales tiene la obligación de proteger a las mujeres, y realizar la armonización legislativa en materia de feminicidio.
15/AZM/RMB
Por primera vez en la historia del estado de Colima, habrá paridad de género en el Poder Legislativo local. Y es que del total de 25 curules de la próxima Legislatura, que entra en funciones el 1 de octubre, 12 serán para mujeres y 13 para varones.
Lo anterior será posible debido a que el Instituto Electoral del Estado (IEE), por decisión mayoritaria, modificó las listas de candidaturas plurinominales del PRI, PVEM, PT y Nueva Alianza, para evitar la sobrerrepresentación de un sexo.
Como resultado de la elección del pasado 7 de junio, sólo cinco de 16 Distritos locales fueron ganados por mujeres, y aunque los partidos políticos cumplieron con la paridad en sus listas de representación proporcional o “pluris”, al colocar a candidatas y candidatos de manera alternada, los varones ocupaban los primeros lugares, lo que imposibilitaba la paridad en el Congreso.
En sesión celebrada el pasado domingo, el Consejo General del IEE, integrado por cinco mujeres y dos hombres, votó mayoritariamente a favor de un dictamen presentado por la Comisión de Paridad y Equidad de Género, que estuvo a cargo de las consejeras Isela Uribe Alvarado y Verónica González Cárdenas, sustentado en la resolución emitida el pasado 5 de abril por la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
El caso se refiere a los juicios interpuestos ante esa jurisdicción para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano y de revisión constitucional, expediente SM-JDC-287/2015, con los que el TEPJF emitió un mecanismo para lograr la integración paritaria de los órganos legislativos procurando respetar las listas presentadas por los partidos, y en caso de que eso no fuera posible, aplicar un criterio razonable en las modificaciones necesarias.
Asimismo, el IEE consideró el artículo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece que todas las autoridades en el ámbito de sus competencias tienen obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los Derechos Humanos, de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
En tanto que el artículo cuarto de la Carta Magna determina que los varones y las mujeres son iguales ante la ley; y el artículo 41, fracción I, segundo párrafo, prevé la obligación para los partidos de establecer las reglas para garantizar la paridad de género en las candidaturas, tanto a los cargos de elección federal como local.
En Colima, antes de que el IEE sesionara para distribuir las nueve diputaciones “pluris”, grupos civiles defensores de los derechos de las mujeres, como Ius Género, 100 por Colima, Asociación Colimense de Universitarias y el Instituto Griselda Álvarez, se pronunciaron porque el órgano electoral interviniera, conforme a la ley, para garantizar la paridad en el Congreso estatal; petición que formalizaron en un documento entregado a las y los integrantes del Consejo General.
El dictamen aprobado tuvo el voto en contra de la presidenta del IEE, Felícitas Valladares Anguiano, por considerar que “se violan los derechos de los hombres” que ocupaban las primeras posiciones en las listas de representación proporcional, y advirtió que las y los consejeros “podrían incurrir en responsabilidad”.
Por su parte, la consejera Noemí Herrera Núñez, por motivos personales, se excusó de participar en la discusión y en la votación del dictamen, que al final fue aprobado por las consejeras Verónica González, Isela Uribe y Ayizdé Anguiano, y los consejeros José Luis Fonseca y Raúl Maldonado.
15/GLM/RMB
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) apeló la libertad que obtuvo Yakiri Rubí Rubio Aupart el pasado 21 de mayo, luego de que un juez determinó la inocencia de la joven por el delito de “homicidio con exceso de legítima defensa”, que cometió en 2013 al defenderse del hombre que la violó e intento asesinarla.
Marina Beltrán, madre de Yakiri, confirmó que el pasado 28 de mayo la PGJDF apeló la sentencia, aunque dijo que la familia y su representación legal aún no conocen los argumentos para pedir que se reconsidere la sentencia que se le dictó a la sobreviviente de violencia.
En declaraciones a Cimacnoticias, Beltrán explicó que, al inconformarse con la absolución de la joven, la PGJDF actuó como representante de Luis Omar Ramírez Anaya, el sujeto que acusa a Yakiri de asesinar a su hermano, Miguel Ángel Ramírez Anaya.
El 9 de diciembre de 2013 Miguel Ángel y Luis Omar interceptaron a Yakiri en la colonia Doctores en el centro de esta capital, y con navaja en mano la obligaron a subir a una moto, la llevaron a un hotel y allí Luis Omar se fue y Miguel Ángel la violó sexualmente e intentó asesinarla.
Cuando Yakiri se defendió, logró herir a su agresor y salió semidesnuda en busca de ayuda, pero cuando llegó a la PGJDF, a unas calles del hotel, la policía la detuvo y la acusó de asesinato por lo que fue recluida en el penal de Santa Martha Acatitla, en esta capital, y después en Tepepan, al sur de la Ciudad de México.
En marzo de 2014 la joven logró salir de prisión luego de que la Quinta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) consideró que Yakiri hizo “uso excesivo de la legítima defensa”, y tenía derecho a salir bajo fianza.
El 21 de mayo de ese año, el juez 13 Penal de Delitos No Graves, del TSJDF, Fausto Agustín Favela Ayala, absolvió a Yakiri.
Pero la PGJDF apeló la sentencia y este lunes 29 de junio la joven estuvo en el TSJDF para una audiencia en la que se le informó del recurso jurídico. De acuerdo con Marina Beltrán, el caso lo resolverá la Quinta Sala Penal, misma que reclasificó el delito.
A decir de la madre de Yakiri, hay confianza en que esta acción no implique que su hija sea condenada culpable, ya que hay elementos suficientes que constatan la violación sexual, y que demuestran que la joven actuó en defensa propia.
La Quinta Sala Penal podría resolver la apelación en unos tres meses, sin embargo a partir del próximo 10 de julio hay un periodo vacacional de tres semanas, por lo que esto podría retrasar la resolución.
Por su parte, la abogada Ana Katiria Suárez Castro dijo que el juez que determinó la libertad de Yakiri también declaró la “defensa lisa y llana”, y en realidad lo que podría buscar Luis Omar Ramírez Anaya es tener un argumento para defenderse de la acusación de violación que pesa en su contra.
Cabe recordar que la joven denunció a los hermanos Ramírez Anaya por el delito de violación sexual, y a decir de la abogada esta denuncia sigue en investigación, aunque hasta ahora no hay avances al respecto.
15/AGM/RMB
Durante un partido de futbol femenil en un barrio pobre de la capital argentina, la entrenadora del equipo, Mónica Santino, debe interrumpir y pedir a un grupo de varones que no invadan el espacio de las mujeres. Es un símbolo de una lucha que, centímetro a centímetro, también se está librando en las canchas del país sudamericano.
“Dale, afloja un ratito que nos vamos. No se pongan en medio”, intenta persuadir amablemente Santino a los niños y adolescentes que avanzan violentamente con su balón por la cancha donde se juega el partido femenil, en Villa 31, un emblemático asentamiento informal en el noreste de Buenos Aires, dentro del cotizado barrio del Retiro.
“Si hubiera un partido de varones ni locos harían esto, porque tendrían problemas serios. Pero como son pibas (jóvenes) las que están jugando…”, comentó a IPS/Cimacnoticias la noche que fue a compartir la actividad del equipo de La Nuestra, en esta villa con una población estimada de 40 mil habitantes.
Las mujeres son la mitad de la población de esta villa miseria, como se llama en Argentina a los asentamientos pobres y hacinados, pero no les fue fácil conquistar su lugar en la cancha, un territorio tradicionalmente masculino.
“Piensan que el futbol y la cancha son para ellos”, señaló a IPS/Cimacnoticias la jugadora Agustina Olaña, de 15 años de edad.
En 2007, cuando comenzó el proyecto, las mujeres tuvieron que delimitar su espacio de juego con conos y piedras. Hoy entrenan dos veces por semana.
“Parece poco, pero como conquista el mensaje de género es importantísimo porque las canchas de futbol son los espacios públicos más importantes del barrio”, continuó Santino, ex jugadora de 50 años de edad y la primera mujer en ser entrenadora de la Asociación de Futbol Argentino.
“Vivimos en un país donde el futbol es el deporte nacional, que nos explica como argentinos, que nos representa en campeonatos mundiales, pero las mujeres en el futbol seguimos siendo ciudadanas de segunda”, lamentó.
DISCURSO PERVERSO
La Nuestra es además una organización que busca que más mujeres accedan al deporte y que usa el futbol para reforzar sus capacidades, autonomía y autoestima, desde una perspectiva igualitaria.
El proyecto inicialmente convocaba sólo a adolescentes, pero pronto se vio desbordado por la demanda espontánea de niñas y mujeres adultas. Actualmente participan 70, la mitad de seis a 12 años y el resto a partir de los 13.
“Me regalaban muñecas o pelotitas chiquitas, pero yo quería balones de futbol”, recordó una de las alumnas, Florencia Carbajal, de nueve años.
“Siento que los hombres no aprenden que nosotras también podemos jugar. Los varones me decían ‘mujer marimacho’. Pero ahora no me dicen nada. Yo les digo que si yo quiero jugar a la pelota, ellos no son nadie para decirme que no”, relató Juanita Burgos, de 10 años, que aspira a ser jugadora profesional.
Un sueño difícil de alcanzar en Argentina, pese a que su selección masculina ganó dos veces la Copa Mundial de la FIFA, y el país es semillero de míticos jugadores, como Diego Maradona y Leonel Messi.
El futbol femenino, en cambio, nunca ganó un campeonato mundial, según Santino porque para los grandes clubes “no es espectáculo, no genera dinero”, y por eso no se invierte en las futbolistas como en otros países.
“Ningún club tiene estructura para que haya divisiones inferiores o para que las jóvenes comiencen a formarse como deportistas a edad temprana, que es cuando se crece como deportista y te permite ir a la competencia”, explicó.
“Las veces que Argentina participó en competencias internacionales fue doloroso porque cuando jugamos con selecciones como las de Alemania o Estados Unidos, nos meten 11, 13, 15 goles”, se lamentó.
“Después vienen esas críticas fuertísimas: que la camiseta argentina no se mancha, que no se hace esos papelones internacionales. Pero acá ves que no tenemos infraestructura. Es un discurso muy perverso”, cuestionó.
“Tuve la suerte de estar en la selección, de haber disputado un Mundial pero a puro sacrificio”, agregó la entrenadora de La Nuestra, Vanina García, de 33 años, quien alternaba el deporte con otro trabajo.
Santino impulsa que el proyecto se replique en otros barrios, para lo que cuenta con su experiencia como seleccionadora del denominado futbol callejero. También aspira a crear un club de futbol femenino, donde además de jugar se debatan cuestiones de deporte y género.
“ALGO CAMBIA”
La Nuestra surgió a partir del trabajo de Santino como coordinadora del Programa de Futbol Femenino del Centro de la Mujer del municipio bonaerense de Vicente López. Cuenta con fondos del Programa de Adolescencia, del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y de la Secretaría de la Niñez, del gobierno nacional.
“Después, todo se apechuga (se consigue con esfuerzo)”, explicó. Según Santino, activista por los derechos de las mujeres en el deporte e integrante de la civil Fundación Mujeres en Igualdad, “este es un tema pendiente en la agenda feminista”.
“De una mujer se espera una conducta que no tiene que ver con correr, transpirar, hacer fuerza. Te dicen que si juegas futbol, el cuerpo se te transformará en el de un hombre. Hay una idea muy firme de creer que todas las que juegan al futbol son lesbianas”, subrayó.
“Yo creo que se pone en juego lo mismo que cuando hablamos del derecho al aborto y de todos los prejuicios que aparecen. Es una forma de tutelar los cuerpos de las mujeres, de qué forma debieran ser”, opinó.
Para Santino, el futbol femenino es una buena excusa para hablar sobre otras reivindicaciones feministas, como el derecho al ocio.
“Para venir a la cancha, el gran peso era el de los quehaceres domésticos. Venían después de lavar los platos, de cuidar hermanos o hijos propios desde edad muy temprana. Cosas que están asignadas a las mujeres. Los varones, en cambio, llegan del colegio, tiran la mochila y vienen a la cancha automáticamente”, comparó.
“Aquí jugando futbol, las mujeres disponen de dos horas en las que no tienen que pensar en otra cosa, en que se divierten, en que establecen un vínculo con otras. Muchas cosas ocurren que para nosotras son hechos políticos, que tienen un componente revolucionario, porque algo cambia”, analizó.
Para Karen Marín, una vendedora de pollos de 19 años, quien emigró desde Bolivia con sus padres a los ocho años, La Nuestra fue una manera de integrarse.
“Sufría discriminación porque era boliviana y me cerraba mucho y vivía en mi cuarto. Un día me invitaron. Nunca más falté, comencé a tener amigas. El futbol me ayudó en todo, sobre todo a estar más suelta”, destacó.
Pese a las dificultades, la entrenadora Vanina García cree que ya no se cuestiona tanto el futbol femenil, presente en las escuelas y en casi todos los torneos de los barrios.
“Supongo que porque la mujer ha tomado otro rol. En otro montón de cosas, pero también en el futbol. La mujer se planta y quiere jugar al futbol y juega”, resumió.
*Este artículo fue publicado originalmente por la agencia internacional de noticias IPS.
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La Corporación Miles Chile presentó un video en el que personal médico apoya el Proyecto de Ley por la Despenalización del Aborto bajo tres causales promovido por la presidenta Michelle Bachelet, y que aún se tramita en el Congreso.
El audiovisual es parte de la campaña “Cuentas Conmigo” y en él parteras, médicos, obstetras y trabajadoras sociales que trabajan en salud visibilizan su rechazo a la criminalización de las mujeres que abortan y el personal de salud que las apoya en esta decisión, puesto que en Chile ambos deben cumplir penas de cárcel en caso de ser sorprendidos interrumpiendo un embarazo.
También aparecen reconocidos actores chilenos refiriéndose a la obligación de llevar a término un feto inviable como “una forma de tortura”, y al personal de salud visibilizando la dificultad que se les presenta entre tener que atender a una paciente o hacer caso omiso para cumplir con el marco jurídico actual, que penaliza el aborto en todas sus formas.
La presentación de la campaña fue encabezada por la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones, Anita Román, quien señaló que esta forma parte de las acciones que han emprendido como profesionales para apoyar el proyecto de ley anunciado en mayo de 2014, pero que sigue en trámite en el Parlamento.
“Nos ponemos el delantal por ti. Cuenta Conmigo”, señala en el video el personal de salud, en alusión a la confidencialidad a la cual se comprometen respetar este grupo de profesionales a la hora de recibir a una mujer que optó por interrumpir su embarazo, incluso en situación de ilegalidad, puesto que –como indican– su trabajo es proteger la salud de las mujeres y no juzgarlas ni fiscalizarlas.
Corporación Miles Chile es una organización civil que actualmente trabaja en pos de la promulgación del proyecto actual de despenalización del aborto por tres causales: riesgo para la salud de la mujer, inviabilidad fetal y violación sexual.
Además, ha hecho una campaña de comunicación que ya cuenta con varios videos-tutoriales en los que –de manera irónica– mujeres dan consejos sobre cómo abortar para que parezca un accidente.
Por ejemplo: rompiéndose un tacón o buscando ser atropelladas, puesto que la consigna común es: “En Chile abortar por accidente es el único aborto que no es delito”.
En el contexto del debate parlamentario sobre este proyecto, esta semana la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados recibió una carta de representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Oficina Regional para América del Sur, del Fondo de Población de la ONU, y de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud, en la que se saluda la discusión parlamentaria y se llama la atención sobre los tratados internacionales que Chile ha ratificado.
En particular, se refiere a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), y a las recomendaciones que se han realizado para que se legisle en la materia, y no se criminalice a las mujeres cuando abortan, incluso cuando tal práctica no sea legal.
En Chile los abortos terapéuticos –cuando corre peligro la salud de las mujeres o el feto es inviable fuera del útero– eran legales y responsabilidad del sistema público de salud hasta 1989, cuando en los últimos meses de la dictadura de Augusto Pinochet esto se modificó para penalizarlo bajo todas las circunstancias.
Hoy, 25 años después del fin de la dictadura, el aborto continúa siendo un tema controversial que no ha podido concretarse en una ley que otorgue derechos a las mujeres sobre su salud sexual y reproductiva.
La Iglesia católica y los sectores conservadores se han opuesto incluso a debatir el tema, aunque la mayor parte de las mujeres chilenas están a favor del proyecto presentado por el Ejecutivo.
Ello se evidencia en la encuesta de Corporación Humanas de 2014, que concluye que 79 por ciento de las mujeres están a favor de despenalizar las interrupciones de embarazos cuando corre riesgo la vida de la mujer, 74 por ciento cuando el feto tiene pocas probabilidades de sobrevivir, y 72 por ciento si el embarazo es resultado de una violación.
El estudio concluyó que más de la mitad de las chilenas considera que el aborto no debiera ser un delito y una de cada tres señala conocer o haber conocido a una mujer que se practicó un aborto, incluso en las condiciones de ilegalidad total actuales del país sudamericano.
Las cifras de interrupciones en Chile se estiman entre 120 mil y 160 mil por año, lo que significaría una de las tasas de aborto ilegal más altas en América Latina.
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Me llega un mensaje por correo electrónico con el título “¿Cómo curar las mejillas caídas?”, y lo primero que se me ocurre preguntar es “¡¿desde cuándo envejecer es una enfermedad?!”.
En ese caso, claro, las mujeres de mi edad (54, para quienes tengan curiosidad) sin una sola cirugía plástica ¡estamos enfermísimas! Tenemos los senos caídos, los glúteos caídos, las mejillas caídas, los párpados caídos. Y, desde luego, más de una tiene también el ánimo caído.
Entonces, va siendo hora de poner algunos puntos sobre las íes.
Bajo el rubro de “belleza”, casi toda la publicidad está diseñada para que las mujeres nunca de los nuncas nos sintamos bien con nosotras mismas.
Se ha delineado un estándar al que sólo se puede llegar cincelada (basta ver el auge de la cirugía plástica), moldeada (basta ver el auge de los gimnasios) y con ingestas mínimas (basta ver el auge de los productos farmacéuticos).
Y no importa lo que cada mujer haga o, más propiamente, se haga, de todas maneras nunca será suficiente. Porque de eso se trata.
Oigo a mujeres muy jóvenes hablar de su segunda o tercera cirugía, porque sus senos eran demasiado chicos o demasiado grandes. Porque su brazo, nariz, barbilla, abdomen o lo que sea era demasiado lo que sea.
Oigo a mujeres muy jóvenes hablar de fajas que les impiden comer y respirar profundo (como los corsés del siglo XVII). Veo a mujeres muy jóvenes llegando al límite en los gimnasios para bajar una, dos, tres tallas, ¡y ya están flaquísimas!
Oigo a mujeres de mi edad o más jóvenes o más grandes hablar de la primera, segunda o quinta cirugía, y planear la próxima.
Veo a mujeres de mi edad o mayores, lucir como si tuvieran 10 o 20 años menos, y, de todas maneras sienten que no es suficiente.
Veo a mujeres insistir en parecerse a las que eran a los 20 años, hasta que logran no parecer sino una caricatura de sí mismas.
Veo, en fin, una espiral perversa que manda mensajes a las niñas para que parezcan jóvenes, a las jóvenes para que parezcan adultas, a las adultas para que parezcan jóvenes, y a las adultas mayores para que desaparezcan o, al menos, no parezcan lo que parecen.
No, no me gustan mis párpados caídos, ni cómo se han caído otras partes de mi cuerpo. Y, honestamente, no recuerdo ni a mi madre ni a mi abuela haberse quejado por ello; así que deduzco que el hecho de que no me guste tiene que ver con el bombardeo mediático.
Y es preciso reflexionar en ello, porque de otro modo no hay escapatoria, dado que el mensaje permanente es: “nunca estás bien como estás”.
Hay, mirémoslo bien, enormes intereses económicos detrás de hacernos sentir constantemente inadecuadas, imperfectas, insuficientes.
¿Qué pasaría si las mujeres se sintieran bien en sus cuerpos? ¿Qué pasaría si, tengan el cuerpo que tengan, se sintieran perfectas?
¿Qué pasaría si las mujeres se sintieran bien con su edad? ¿Qué pasaría si, tengan la edad que tengan, se sintieran perfectas?
De entrada se me ocurre que muchos negocios estarían en quiebra. Y muchas farmacéuticas estarían en problemas.
Apreciarnos y querernos como somos es un reto de enormes proporciones. Así que si me van a levantar algo, que sea el ánimo y que sea con una conversación llena de buen humor.
Apreciaría sus comentarios: [email protected].
*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.
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