Ciudad de México. Colectivos de mujeres y mujeres trans, integrados en la «Alianza Mexicana de Trabajadoras Sexuales», presentaron a la Mesa Directiva y a la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Ciudad de México una iniciativa ciudadana de «Ley de Trabajo No Asalariado y regulación del Trabajo Sexual».
Esta mañana las agrupaciones se reunieron con el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, el diputado de Morena Temístocles Villanueva Ramos y el vicecoordinador del grupo parlamentario del PRD, Jorge Gaviño Ambriz, a quienes entregaron la propuesta que trabajaron desde julio de 2019.
La propuesta es que la iniciativa de «Ley de Trabajo no Asalariado para la Ciudad de México» que se trabaja en el Legislativo diga que las «personas trabajadoras sexuales» realizan un trabajo no asalariado (Artículo 7); explique qué se entiende por esta actividad (Artículo 13) y señale que la Secretaría de Salud debe garantizarles el derecho a la salud a través del acceso de condiciones y servicios de salud sexual y reproductiva (Artículo 17).
La definición de «trabajo sexual», de acuerdo con la iniciativa, sería: «Se ejerce a través del intercambio de servicios sexuales entre personas adultas de mutuo acuerdo a cambio de algún tipo de remuneración monetaria o en especie, según las condiciones acordadas entre la persona que presta sus servicios y la persona que los adquiere. El trabajo sexual se presenta en diversas variantes y tipos de actividades».
Las agrupaciones también plantearon que existe un registro voluntario de personas que ejercen esta actividad y que se establezcan obligaciones para las dependencias de gobierno. Por ejemplo, la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo deberá definir espacios públicos para realizar este «trabajo» y la Secretaría de Seguridad Ciudadana deberá implementar acciones para garantizarles seguridad.
Las agrupaciones retomaron las propuestas que se hicieron durante las mesas de trabajo que se organizaron entre el 19 de septiembre y el 16 de octubre del año pasado, cuando organizaciones como «la Casa de las Muñecas Tiresias», «AMETS», «MOTRASEX», «Agenda Trans» y «Brigada Callejera», propusieron a la Comisión de Derechos Humanos del Congreso que garantizara, en la ley, seguridad social para las trabajadoras.
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Es de recordar que por mandato de la Constitución local, el Congreso tiene la tarea de actualizar el reglamento sobre personas trabajadoras no asalariadas, en particular para regular el comercio informal y el uso de la vía pública; en este contexto, agrupaciones que defienden el «trabajo sexual» como una actividad laboral buscan que el concepto se integre y reconozca en la ley.
Desde hace 4 años, las personas que defienden la industria del sexo han cabildeado con legisladores para que la oferta de servicios sexuales se legalice en la capital del país. En 2016, cuando se redactaba la Constitución Política de la Ciudad de México, se presentaron diversas propuestas de incorporar esta actividad como un trabajo, pero el tema no logró consenso.
Ahora, en la actual Legislatura, los diputados Temístocles Villanueva Ramos, Víctor Hugo Lobo Román (PRD) y José Fernando Aboitiz Saro (PES) han presentado tres propuestas para reconocer esta actividad como un trabajo no asalariado. Aunque la más publicitada fue la del legislador de Morena, las tres fuerzas políticas se han manifestado a favor de esta actividad que para algunas organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres encubre la explotación sexual comercial.
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En la reunión de esta mañana, Natalia Lane, en representación de las organizaciones de «trabajadoras sexuales», dijo que sus voces deben ser escuchadas en estos procesos legislativos y además exigió no confundir la trata de personas con trabajo sexual. “Quienes lo ejercemos lo hacemos como personas adultas, sin coerción, sin amenaza, de manera libre, autónoma e independiente”, expresó.
En el documento que las mujeres entregaron a los diputados también pidieron una audiencia con las Comisiones de Administración y Procuración de Justicia; de Participación Ciudadana; de Igualdad de Género; de Derechos Humanos; y de Asuntos Laborales, Trabajo y Previsión Social; así como organizar un foro con las personas involucradas en lo que llamaron el «entretenimiento erótico».
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