Ciudad de México.- A tres años del asesinato de Brenda Liliana Lobo Silva el caso finalmente será investigado como homicidio doloso, mas no como feminicidio, aún cuando engloba diversas razones de género para ser catalogado de esta forma.
Brenda Lobo Silva vivía en Tijuana, era licenciada en administración y trabajaba como contadora; por tres años vivió en unión libre con Daniel V., un psicólogo que meses antes había sido su terapeuta de pareja. Él la agredió física y verbalmente. Ella lo denunció ante las autoridades sin obtener respuesta ni seguimiento.
El 1 de julio de 2019, la violencia se agudizó luego de que la madre del psicólogo escuchara ruidos y al salir de su casa descubriera a Brenda tirada en el patio. Cuando los servicios de emergencia llegaron, preguntaron qué había sucedido y Daniel mencionó que la mujer “estaba buscando a su gato”, pero no pudo explicar si Brenda se encontraba o no sobre el techo y qué había ocurrido con exactitud.
Brenda Lobo fue trasladada a un hospital con lesiones múltiples, mismas que el 5 de julio provocaron su muerte. Sin embargo, las lesiones en el cuerpo de la mujer no correspondieron solo a una caída, lo que llevó a presumir que antes de este evento fue agredida.
“El perito judicial me dijo que mi hermana había sido golpeada, no es probable que se rompa la cabeza y se golpee el páncreas en la misma caída; ella llevaba golpes que tenían más tiempo. Fue un ataque con toda la saña de herir o matar”.
Leonel Lobo Silva, hermano de Brenda.
A tres años de este suceso, finalmente la Fiscalía General del Estado de Baja California decidió investigar el asesinato de Brenda como homicidio doloso.
“Nosotros lo llevamos al Ministerio Público como feminicidio hace dos años y medio, casi tres, pero nunca lo judicializaron porque no habían pruebas”, explicó en entrevista Adriana Millanés Sala, fundadora de la organización Manos Entrelazadas.
La abogada detalló que en el proceso ha habido cambio de fiscal en dos ocasiones y hubieron rezagos debido a que interfirió la pandemia por COVID-19; también se le dijo a la familia que debido a que no se contaba con una denuncia directa por parte de Brenda contra su agresor luego de la “caída”, no había posibilidad de catalogar el delito como feminicidio.
“No procedió porque no hubo denuncia directa, aunque lo señalemos todos (a Daniel), no hay una denuncia, cuando se le preguntó al papá él dijo que Brenda confesó que no había sido él”, añadió Millanés Sala. Lo que no contemplaron las autoridades es que las lesiones que la mujer llevaba ese día no habían sido provocadas por la caída y tampoco analizaron el historial de violencia que sufrió por varios meses.
Pese a las pruebas, el psicólogo continúa ejerciendo su profesión pues, explicó la abogada, no se le puede retirar su cédula hasta que se cuente con una sentencia en su contra. Por ello “vamos a pelear con el sistema de justicia que tenemos en México”, sentenció.
Baja California invisibiliza delito de feminicidio
En lo que va de 2022, Baja California ha registrado 144 asesinatos violentos de mujeres, de los cuales, únicamente 14 se investigan como feminicidio, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En ese sentido, en 2019 -año en que Brenda fue asesinada- se registraron 222 muertes violentas de mujeres, de las cuales, sólo 23 se investigan como feminicidio, dejando abierta la pregunta: ¿cuántos de estos casos no se analizaron correctamente?
Este caso recuerda la sentencia Mariana Lima Buendía, emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitida el 25 de marzo de 2015, la cual establece que todas las muertes violentas de mujeres se deben investigar como feminicidio y juzgar con perspectiva de género.
“En el caso de muertes de mujeres se deben identificar las conductas que causaron la muerte y verificar la presencia o ausencia de motivos o razones de género que originan o explican la muerte violenta, preservarse evidencias específicas para determinar si hubo violencia sexual y realizar las periciales pertinentes para determinar si la víctima estaba inmersa en un contexto de violencia”.
El caso de Brenda Lobo engloba diversas razones de género que son mencionadas en dicha sentencia e incluso en el Código Penal de Baja California para tipificar un delito como tal, entre ellas se encuentran:
- Que haya existido entre el activo y la víctima una relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato, noviazgo o amistad
- Que haya existido entre el activo y la víctima una relación laboral, docente, o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad
- Que existan antecedentes de amenazas, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima
Cabe señalar que el delito de feminicidio en Baja California se castiga con cinco a sesenta años de prisión, mientras que a quien perpetre un homicidio simple se le impondrán de ocho a 15 años de cárcel. De ahí la importancia de que las autoridades implementen la perspectiva de género como herramienta principal, tal como lo señala la sentencia Mariana Lima Buendía. Ahora, a tres años del asesinato de Brenda Lobo, el grito de justicia es más fuerte que nunca. Su abogada y familia buscan preservar su memoria y sentar un precedente en Tijuana, buscando combatir un sistema de justicia que de 2019 a 2022 no les ha favorecido.
