Ciudad de México.- En la Cámara de Diputados hay un proyecto de decreto por el que se podría reformar la Constitución mexicana en materia de género. Dicho proyecto ha desatado diversas discusiones que advierten sobre un retroceso en los derechos de las mujeres. No obstante, de acuerdo con la exdiputada Wendy Briceño Zuloaga, la iniciativa solo tiene por objetivo fortalecer y proteger estos derechos.
Dos de los temas que han estado en el centro del debate sobre estas reformas son la autonomía reproductiva y el borrado de mujeres. El primero de ellos ha sido señalado por diferentes colectivas e instituciones debido a la posibilidad que abriría para la regulación de los vientres de alquiler a nivel federal. En el segundo, por su parte, se ha hablado de la intención de eliminar a las mujeres de la Constitución a favor de la diversidad sexo-genérica.
La diputada Aleida Alavez Ruiz, de Morena, explicó a Cimacnoticias que la propuesta inicial hablaba sobre reproducción asistida, lo cual podía llegar a relacionarse con los vientres de alquiler. No obstante, afirma que esto quedó eliminado y la iniciativa de reforma se enfoca solamente en la calidad de la salud sexual y reproductiva. Y, en cuanto al segundo tema, la coordinadora del grupo de igualdad sustantiva explicó que nunca hubo tal intención y que, si en algún momento existió un mal planteamiento al respecto, éste ya fue corregido.
Además de Alavez Ruiz, la exdiputada Wendy Briceño también estuvo presente durante la discusión de estos temas. Ella, al igual que su excompañera congresista, opina que la reforma constitucional en materia de género nunca fue planteada para retroceder en derechos sino para seguir fortaleciendo a las mujeres. No obstante, considera que la polarización que ha habido respecto a este y otros temas no permite un avance real en el Congreso.
Reforma en materia de género ya pasó por dos legislaturas
Wendy Briceño Zuloaga fungió como diputada en la Legislatura LXIV, la cual estuvo activa de 2018 a 2021. En entrevista con Cimacnoticias, la funcionaria recordó que, desde que inició su periodo, el expresidente de la Cámara de Diputados Porfirio Muñoz Ledo ya había presentado parte de las iniciativas que conforman este proyecto de decreto. Dichas iniciativas versaban, precisamente, sobre la autonomía reproductiva, y fueron presentadas con la Comisión de Puntos constitucionales entre noviembre y diciembre de 2018.
De acuerdo con Briceño (quien ahora se desempeña como secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Sonora), desde el inicio se realizaron diversas mesas de trabajo para discutir al respecto. En ellas participaron tanto académicas y académicos como varias organizaciones de la sociedad civil, así como integrantes de la Comisión de Igualdad de Género; entre estos últimos se encontraba la propia Wendy Briceño, quien, afirma, incluso estuvo presente en un foro virtual organizado por Aleida Alavez.
Desde la perspectiva de Briceño, en todo este proceso hubo una recepción positiva del proyecto. Contrario a Alavez Ruiz, ella no recuerda que en algún momento se haya propuesto eliminar el concepto de «mujer» para sustituirlo por otro como «personas gestantes». Para ella es un hecho que esta categoría histórica y política no debe obviarse por las identidades y los derechos que entraña.
Así, la exdiputada defiende la postura de que las reformas en materia de género no borran ni vulneran a las mujeres: Muñoz Ledo les abrió paso pensando únicamente en el avance de sus derechos. Sin embargo, ¿por qué no han avanzado entonces en la Cámara de Diputados?
En primer lugar, Briceño apunta a que el proyecto inicial era muy amplio, pues incluía cuestiones relacionadas con la iniciativa privada entre otras cosas más. Pero, en segundo lugar, la exlegisladora aborda que también es una cuestión de «voluntad de construcción».
Polarización en el Congreso frena avances legislativos
Para Briceño Zuloaga, la legislatura en la que estuvo presente fue muy activa. Afirma que esto se dio, en parte, gracias a la disposición del diálogo dentro y fuera del Congreso y a la recepción de las exigencias que lanzaban las mujeres en las calles, escuelas, centros de trabajo y diferentes esferas sociales. «El legislativo es una caja de resonancia de todos los temas sociales, tiene que serlo», señala al respecto.
Gracias a estas condiciones, destaca que pudieron concretarse avances «en los que había voluntad para hacerlo», tales como la paridad de género, el reconocimiento de la violencia política contra las mujeres en razón de género y la violencia digital.
De igual forma, añade que la Comisión de Igualdad de Género influyó para que con la reforma educativa se incluyera la perspectiva de género en todos los planes y programas de estudio. Además, agrega que dicha Comisión también estuvo presente en parlamentos sobre el Anexo 13 (el cual, sin embargo, ha tenido disminuciones de presupuesto importantes desde 2018).
El tema de la violencia política se había regateado antes en varias legislaturas, asegura Briceño. Aparte de esto, señala que la el trabajo con la sociedad civil y la cooperación con activistas como Olimpia Coral fue de suma importancia para los logros de la Legislatura LXIV. Pese a esto, reconoce que hubo temas que quedaron pendientes.
Algunos de ellos son la violencia obstétrica y el sistema nacional de cuidados. Ambos temas urgentes en un país en el que 3 de cada 10 mujeres experimentan violencia durante el parto y otras miles no tienen buenas oportunidades laborales por dedicar la mayor parte de su tiempo a labores de cuidado no remuneradas.
También está pendiente legislar sobre derechos sexuales y derechos reproductivos. «Hay deuda en el abordaje de esa agenda», reconoce Wendy Briceño. Sin embargo, espera que eventualmente surja con la llegada de más mujeres al Congreso y con los cambios generacionales.
Los partidos van a tener que asumir que esto es parte de una agenda prioritaria y que al final todo está atravesado por la mirada de género en una serie de desigualdades históricas.
Wendy Briceño Zuloaga
No obstante, la exdiputada reconoce que algunas de las agendas que llegan a la Cámara de Diputados pueden abonar a la división y no al consenso. Además, afirma que por la misma dinámica polarizante del Congreso provoca que muchas veces sólo haya confrontación. «Está bien decir lo que tú consideras, pero a veces no hay que romper porque ya es una cosa de plataforma y no de avance de derechos», opina Briceño, «tiene que haber posiciones que tengan que dialogar para avanzar».
En este sentido, para ella el tema es un llamado a la voluntad de construcción. Reconoce que legislar toma su tiempo, pero que es necesario transformar iniciativas en leyes para beneficiar a la población.
Si nos peleamos por otros temas, entonces los puntos de coincidencia a lo mejor como mujeres los vamos a obviar y eso es grave.
Wendy Briceño Zuloaga
