Burkina Faso, África.- Este 18 de enero, el Movimiento Burkinés de Derechos Humanos y de los Pueblos (MBDHP) denunció que 61 mujeres se encuentran secuestradas en la ciudad de Arbinda, ubicada al norte de Burkina Faso. Estas mujeres fueron privadas de su libertad por grupos terroristas armados que tienen rodeadas varias zonas del país africano.
De acuerdo con el MBDHP, las 61 mujeres fueron secuestradas en dos eventos separados entre el 12 y el 13 de enero mientras buscaban alimentos para ellas y para sus familias en el desierto de Sahel. Al parecer, por lo menos diez de ellas lograron escapar de sus captores y alertaron a sus vecinos sobre lo sucedido.
El MBDHP detalló que entre las víctimas se encuentran al menos 26 mujeres menores de 18 años. Por su parte, el gobernador de la región de Sahel ha declarado a medios internacionales que su administración está trabajando para localizar a estas mujeres. Mientras tanto, el alcalde de Arbinda, Ouerem Boureima, y el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, se han unido a los llamados por la liberación de las víctimas.
Presuntamente, los secuestradores de estas 61 mujeres forman parte de grupos yihadistas. Estos grupos, afiliados a Al-Qaeda y al Estado Islámico, han asediado la región de Burkina Faso desde 2015 y han obligado a diversas comunidades a adoptar su código cultural.
La situación de las mujeres en Burkina Faso
Desde la entrada de los grupos yihadistas a Burkina Faso se han perpetrado ataques violentos donde cientos de personas han perdido la vida y miles más se han visto obligadas a abandonar su territorio. Según datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, hasta el momento, cerca de 1.8 millones de burkineses han tenido que desplazarse de sus comunidades huyendo de la violencia.
Por lo menos el 50 por ciento de estas personas son menores de edad y 22.9 por ciento son mujeres. Los hombres, por su parte, migran en menor medida debido a que deciden unirse a los grupos yihadistas o a los Voluntarios de Defensa de la Patria, una milicia creada en 2020 para hacer frente al terrorismo en la región.
Parte de la estrategia de estos grupos terroristas consiste en bloquear el acceso a las principales ciudades de Burkina Faso, entre las que se encuentra precisamente Arbinda. Además, sus ataques constantes en las zonas rurales del país han impedido que las y los habitantes puedan desarrollar sus actividades de agricultura, ganadería y comercio, lo que ha desembocado en una grave crisis alimentaria.
Además de esto, las mujeres burkineses se enfrentan a un aumento en la violencia sexual de acuerdo con la organización Amnistía Internacional (AI). En algunos casos, las mujeres se ven obligadas a intercambiar sexo por alimentos. Aunado a esto, de acuerdo con AI, Burkina Faso tiene la menor tasa en el mundo en el uso de preservativos entre las mujeres.
Por otro lado, desde que los grupos yihadistas han tomado el control en diferentes puntos de la región, por lo menos 2 mil 682 centros escolares han sido cerrados, lo que afectó a 148 mil niñas según los informes de AI.
En octubre del año pasado, la junta militar que gobierna al país africano (que, además, llegó al poder luego de un golpe de Estado) prometió reconquistar los territorios ocupados por el yihadismo y erradicar la inseguridad en la región. No obstante, el panorama general deja ver que este objetivo está lejos de cumplirse.
Ante estos hechos, el Movimiento Burkinés de Derechos Humanos y de los Pueblos exige al gobierno que realmente trabaje para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones altamente vulneradas y que necesitan asistencia humanitaria con urgencia. De igual forma, el Movimiento exige la liberación de las 61 mujeres secuestradas para que puedan volver sanas y salvas con sus respectivas familias.
