Pese a lo anunciado por el Partido Acción Nacional (PAN) y la presión de Morena, la reforma constitucional que buscaba limitar las acciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no se retomará después de las elecciones de 2024. Así lo declaró a Cimacnoticias la diputada Amalia García Medina, quien además celebró la suspensión de la medida y acuñó este triunfo a sus compañeras diputadas y también a la sociedad civil.
En un comunicado oficial, el PAN anunció que la reforma contra el TEPJF sería retomada después de la jornada electoral de 2024 en un parlamento abierto. No obstante, para Amalia García Medina —diputada federal por parte de Movimiento Ciudadano—, la reforma nacida en la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados “está muerta”.
De acuerdo con la legisladora, sería muy difícil revivir esta reforma debido a que no sería sencillo reunir la cantidad de votos necesarios para aprobarla tanto en el Pleno de la Cámara de Diputados como en el Senado de la República, donde senadoras como la morenista Martha Lucía Mícher Camarena ya han expresado su rechazo al respecto.
Y es que, si bien la reforma inició con el apoyo de seis de los siete grupos parlamentarios en San Lázaro, poco a poco, integrantes de diversos partidos fueron cambiando de postura respecto al tema. En este sentido, Amalia García explicó a esta agencia de noticias que dicho cambio se fue generando conforme las voces de la sociedad civil y de legisladoras y legisladores advertían sobre los riesgos de aprobar la medida.
Entre estas legisladoras se encuentran también militantes del PAN, quienes, de acuerdo con la diputada, tomaron una determinación definitiva para impedir que la reforma siguiera avanzando. Así, García Medina ve en la presencia de las mujeres en la Cámara de Diputados un elemento esencial para la protección de los derechos de la población femenina en México. Y este es un logro alcanzado, precisamente, por la paridad de género que estuvo en riesgo gracias a la reforma ahora desechada.
Para entender mejor:
Ahora, la diputada de Movimiento Ciudadano espera que esta determinación se mantenga en todos los grupos parlamentarios para que la propuesta no regrese en las siguientes legislaturas.
¿Por qué hubo cambios de postura entre los grupos parlamentarios?
Desde la perspectiva de Amalia García Medina —quien tiene una larga trayectoria dentro del movimiento feminista mexicano— el cambio de opinión de diputadas y diputados (incluyendo a las y los militantes de Morena) surgió conforme se avanzaba en el análisis de los artículos a reformar. En este análisis, según observa, fueron las diputadas quienes percibieron más rápidamente las afectaciones que tendrían sus derechos político-electorales al limitar el margen de acción del TEPJF.
“Una opinión cada vez más amplia entre mujeres diputadas de los distintos grupos parlamentarios hizo que esto se frenara. También hay que decirlo y lo debo decir con mucha claridad.”
Amalia García Medina
Otro factor que entró en juego entre las y los legisladores fue su experiencia en los Juicios para la Protección de Derechos Político-electorales (conocidos como JDCs) llevados ante el Tribunal Electoral. Las y los diputados con esta experiencia previa (incluyendo a la propia Amalia García) reconocieron que aprobar la reforma equivalía a dejar sin herramientas al Tribunal para actuar en casos donde tales derechos estuvieran en riesgo.
Además de esto, las y los diputados que han defendido acciones afirmativas también pudieron percibir el obstáculo que representarían las reformas constitucionales para aplicar aquello que con tanto esfuerzo se logró aprobar en legislaturas anteriores. En esta misma línea, la legisladora García Medina recuerda que incluso con las facultades actuales del TEPJF los partidos políticos pasan por alto el cumplimiento de medidas como la paridad de género.
En 2011, ella misma llevó un caso de incumplimiento en la paridad frente al Tribunal Electoral. En dicho caso, ella (junto con otras diputadas y mujeres de la sociedad civil) se posicionaron contra una estrategia en la cual se postulaba a una candidata y se nombraba a un hombre como su suplente; al final, la candidata renunciaba y el suplente varón ocupaba su lugar. Desde su punto de vista, casos como este ilustran el riesgo que representaba restarle facultades del TEPJF en favor de los partidos políticos.
Además de la reflexión al interior de los partidos por este tipo de situaciones, Amalia García Medina ve otro factor sumamente importante gracias al cual se logró frenar la reforma contra el Tribunal Electoral: las voces de la sociedad civil.
Freno de reforma contra el TEPJF, un triunfo de la sociedad
Para Amalia García Medina, el cambio de postura entre los grupos parlamentarios también estuvo impulsado por las organizaciones de la sociedad civil. Como bien apuntó su compañera de partido Julieta Mejía Ibáñez en entrevista para Cimacnoticias, diversos grupos y organizaciones favorecidos por acciones afirmativas estuvieron posicionándose contra la reforma constitucional apenas fue anunciada.
Al respecto, Amalia García reconoció la importancia del análisis y la opinión de organizaciones feministas como la Red de Mujeres en Plural y 50+1, así como de más de 70 agrupaciones de migrantes mexicanos en el exterior, organizaciones de personas con discapacidad, comunidades afromexicanas y grupos de la disidencia sexual.
“Fue la sociedad civil, su actuación inmediata y oportuna”, declaró la legisladora, quien también apuntó que esta actuación se vio favorecida por una alianza entre legisladoras y legisladores, así como académicos y medios de comunicación que impulsaron el tema.
Así, desde la perspectiva de la legisladora, este “triángulo de hierro” impidió el paso de lo que ella denomina una “contrarreforma”. Desde su perspectiva, con esto se demuestra la fuerza que tiene la sociedad frente al poder que tiene el Estado para menoscabar sus derechos. Esto es relevante, sobre todo, tomando en cuenta que el partido gobernante (Morena) logró aliarse con sus opositores (PAN, PRI, PRD, Partido Verde y el PT) para impulsar la iniciativa.
Sobre este punto, la diputada de Movimiento Ciudadana asegura que fueron los coordinadores de los grupos parlamentarios (a excepción de Movimiento Ciudadano) quienes impulsaron la reforma de cara a las elecciones de 2024. Aprobar la iniciativa —afirma— hubiera permitido a los partidos actuar “a su antojo” sin violar los principios constitucionales. “No fue una alianza ideológica: fue una alianza patriarcal. Eran los intereses de las dirigencias lo que los motivó a tratar de aprobar esto”, aseveró al respecto.
“Todos se pusieron de acuerdo. No era Morena presionando a los demás partidos: eran las dirigencias y los coordinadores y las cúpulas de los grupos parlamentarios presionando a quienes integran sus grupos parlamentarios”, respondió Amalia García Medina cuando se le preguntó sobre el interés especial de Morena en la aprobación de la reforma contra el Tribunal Electoral.
Lo anterior hace difícil poner un nombre y un rostro a quienes presentaron la iniciativa. No obstante, Amalia García asevera que en algún momento se deberán rendir cuentas a la sociedad civil al respecto. Pero, hasta donde se sabe dentro de la Cámara de Diputados, la redacción de la iniciativa estuvo a cargo —principalmente— de los grupos parlamentarios de Morena, el PAN y el PRI.
Ahora que la iniciativa ha perdido su fuerza, la diputada espera que las y los legisladores mantengan una postura firme al respecto para impedir que llegue otra propuesta de reforma electoral similar a ésta en 2024. Ahora —aseveró García Medina— fueron cerca de 250 diputadas las que frenaron la reforma con el respaldo de la sociedad civil. En el futuro, debe trascender la lección que dejaron estas legisladoras: todos los triunfos pueden ser reversibles, pero para ello es necesario insistir en la protección de los derechos y la defensa de nuestros derechos político-electorales en vista de que “no son conquistas de una vez y para siempre”.
