Inicio Artivistas Entrevista con Adesola Akinleye, su visión multicultural de la danza y la espiritualidad feminista

Entrevista con Adesola Akinleye, su visión multicultural de la danza y la espiritualidad feminista

Por Cirenia Celestino Ortega

Traducción de Natalia Ruiz Rivera

En 2021, el Programa de Danza del Colegio de Artes y Ciencias de la Universidad para las Mujeres de Texas (TWU, por sus siglas en inglés) adoptó una mirada multicultural con el ingreso de Adesola Akinleye quien ha incorporado una visión académica, cultural. artística feminista y decolonial.

La TWU tiene campus en Denton, Dallas y Houston en el estado de Texas en Estados Unidos, fue fundada en 1901 como el Colegio Industrial de Niñas, fue hasta 1957 cuando cambió su nombre a Texas Woman´s University y admitió hombres hasta 1972. En su último reporte, en octubre 2022, registró un total de 15 mil 877 alumnas y solo 11 por ciento alumnos. Actualmente custodia el acervo del Museo de las Mujeres de Dallas. 

Jordan Fuchs, el coordinador del programa de danza; Elisa de la Rosa, directora artística y Adesola Akinleye profesora de ese laboratorio han incorporado nuevos ritmos, corrientes, estilos de diversas regiones para que las alumnas y alumnos aprendan una visión integral de las danzas en el mundo en reconocimiento de la riqueza cultural de los pueblos nativos. 

Este año, De la Rosa y Akileye, integraron “Water sources as embodied archives: ecosomatic dances + tradicional knowledges in Teotihuacan” (Las fuentes de agua como archivos corporizados: danzas ecosomáticas + saberes tradicionales en Teotihuacan) que suma su formación artística y su experiencia en la comunidad mexicana.

Invitada por Chikawa Conroe Texas, una comunidad de danza azteca liderada por Alejandra Tapia Xochitezca, en abril 2023, tuve la oportunidad de dialogar con Adesola Akinleye, una artista, bailarina, escritora y productora de danza. Nos reunimos en su oficina en el edificio de danza en Denton de la TWU. Me compartió su visión feminista que plasma en cada una de sus montajes artísticos, a continuación una parte de esa entrevista.

¿Quién es Adesola Akinleye?

Tiene un doctorado de la Universidad Christ Church de Canterbury, una maestría en aprendizaje basado en el trabajo danza en la comunidad y la educación (2007) y una maestría en cine de la Universidad de Middlesex.

Adesola Akinleye comenzó su carrera como bailarina en Dance Theatre of Harlem, luego trabajó en compañías del Reino Unido como Green Candle y Carol Straker Dance Company. “Su trabajo se caracteriza por un interés en vislumbrar y expresar las experiencias vividas por las personas a través de retratos creativos en movimiento”, se lee en su presentación.

Por su trabajo coreográfico, Akinleye ha sido galardonada con ADAD Trailblazer, Bonnie Bird, New Choreography Award y One Dance UK Champion Trailblazer. Por su trabajo en la educación y la danza comunitaria, la ciudad de Islip, Nueva York, le otorgó el premio Mujer del año en danza comunitaria. Es integrante de la Higher Academy(FHEA) Royal Society of Arts (RSA).

CCO: ¿En qué se inspira tu trabajo con las mujeres específicamente? 

AA: Tengo varias inspiraciones. Una de ellas es que me identifico con la energía femenina y por eso entiendo el mundo de esa manera. Otra es que creo que la energía ha sido reducida en pleno capitalismo y política de expansión, al consumo de las cosas a través de la propiedad: la tierra, las mujeres, el agua; no son entendidas como parte de un todo. Ya sabes, cosas que trabajan juntas. Eso pone las cosas fuera de balance. Así que, mientras todo está fuera de equilibrio, no es bueno para nadie. La energía femenina, las mujeres, la tierra necesitan volver a estar en armonía y equilibrio con todo. 

Christina Mckinney, TWU

CCO: La energía femenina no es necesariamente feminista ¿Hay algún feminismo con el que te identifiques? 

AA: Cuando hablo de “energía femenina”, me refiero a la encarnada en los cuerpos de las mujeres y los cuerpos de las mujeres necesitan ser protegidos y honrados. El enfoque  feminista trata de llamar la atención al respecto. Además, muchas naciones indígenas tienen más de dos géneros o fluir entre ellos. 

Por ejemplo, la escritora Silvia Federici habla sobre la caza de brujas en Europa en la época medieval. Sugiere ese es parte del comienzo del capitalismo, que las mujeres de aquel momento cuidaban la tierra y eran, de alguna manera, más independientes. Y conforme el capitalismo avanzó -también en cierto modo el colonialismo se ha tratado de esto- la idea de ser propietario de la tierra y poseer los recursos que la tierra ofrece-. Así que, sintieron que era necesario emprender un ataque con ciertos objetivos contra las mujeres. 

Estaba calculado. Lo hicieron con un plan. Había un plan para mercantilizar, hacer y deshacer con la tierra y las cosas, así desarrollaron el arquetipo sobre lo que son “las mujeres”. Como el arquetipo de “la regañona”, la mujer que te dice lo que tienes que hacer, eso era algo malo, podrías haber sido asesinada por eso en la Edad Media en Europa; por decirle a los hombres qué hacer. 

Así que terminan existiendo ideas muy arraigadas sobre las mujeres y sobre lo que es ser una “buena mujer” y una “mala mujer”, es decir, sobre cómo deben comportarse las mujeres.

Estos estereotipos son muy difíciles de dejar atrás. Podría estar diciendo: “las mujeres deben estar haciendo esto o deberíamos estar haciendo esto” en lugar de escuchar lo que lo que estoy diciendo o lo que deseamos hacer. 

Y luego, con la mercantilización, los cuerpos de las mujeres comenzaron a ser valorados de acuerdo a lo que podrían producir, por ejemplo: más seres humanos y más esclavos. Yo soy una mujer negra, a menudo nuestros cuerpos eran vistos únicamente para producir más niños que tienen un valor para alguien más. Toda esta capacidad de las mujeres también ha sido disminuida a ser una especie en función de la producción, para ser propiedad y para enriquecer a alguien más. 

Hasta ahora, la historia es la de los hombres blancos a través de la cual entendemos el mundo y a través de la cual entendemos el momento presente. 

Lizette Rivera, TWU

CCO:Hablemos de intersecciones. En esta universidad observo, no solo migrantes, sino mujeres con estos otros cruces: están las latinas, texanas, mexicanas, mujeres diversas, ¿Cómo enriquece eso tu labor artística? 

AA: Desde el colonialismo existe una especie de “verdad universal”, una sola dirección, una sola historia. Desde la perspectiva indígena es diferente. Me agrada utilizar la palabra “diferencia” porque implica que todo es una variedad.

Así que, en una especie de forma de pensar dominante y cualquier cosa que sea diferente desafía la historia porque está fuera de ella. En cambio, cuando valoras la diferencia, cuantas más teorías existan, más se refuerza tu sistema de creencias, porque piensas: “Nunca se me habría ocurrido esto”. 

Y así es también como la población indígena de América del Norte entendieron la llegada de los europeos. Para ellas y ellos era como: “Oh, algo diferente. Qué interesante ¿Qué podemos hacer?”. Mientras que los europeos pensaron: “Vamos a hacer que todo sea como nosotros y, si no es como nosotros, nos desharemos de ello”. 

Esta reflexión está presente en la educación. Me interesa que empiecen a entender que existimos en un cosmos donde existe toda esta posibilidad. 

CCO: Otra característica que observo en tu trabajo, en tu actuar, es el antiespecismo, ¿cómo lo incorporas en tu visión?

AA:Mi visión del mundo es que todo está interconectado, todo se mueve junto, en Lakota quiere decir que todos estamos relacionados. 

No hay una cosa que sea mejor que la otra, todo es parte de un patrón. Todo es importante, no hay algo que sea más o menos importante porque cualquier cosa que falte en el patrón lo cambiará. 

Así que todo es lo que es ahora, incluso quién estuvo aquí antes y quién estará, también afectan el ahora. Bailar para mi es cuando estás completamente en ese momento de ser parte de todo. Por eso creo que bailar es sagrado, porque es una forma de sentir que formamos parte de todo, así que intento ayudar a mis alumnas a llegar a un punto en el que puedan permitirse a si mismos bailar. 

Cuando digo “bailar”, no consiste necesariamente en hacer formas con el cuerpo o al ritmo de la música, sino en estar presente en todo, con el corazón abierto, pero también sabiendo que dejas algo atrás y que estás recogiendo algo.

En términos de enseñanza, intento ayudarles a estar en un lugar en el que tal vez se den cuenta de ello. De tal manera que cuando bailen se den cuenta: “Soy parte de todo”. 

También por esta razón soy vegana, no como carne porque no siento que haya sido respetada, no sé el por qué y cómo llegó a la mesa. Hablaba sobre los cuerpos de las mujeres y la tierra, que no podemos simplemente tomar, tomar, tomar y no ser conscientes de que todo lo que hacemos tiene un impacto al que contribuimos todo el tiempo. 

CCO: En el arte, la educación, la espiritualidad, ¿Cómo se vincula desde la perspectiva feminista y social? 

AA: Creo que en todo el mundo hay una vibración y la gente de ese lugar la entiende mejor por estar viviendo allí. Así es como se construye la cultura: aprendes a formar parte de ella. Toda la cultura trata de enseñarte cómo estar y cómo ser parte del patrón de ese territorio. 

Antes la vibración no era tan diferente en todas partes; pero ahora, debido a cosas como fábricas que están cambiando la armonía de las cosas, la vibración puede ser muy diferente en distintos lugares, y la cultura se siguen construyendo alrededor de eso. 

Por tanto, como hay diferentes cosas que creamos, hay diferentes armonías y cambios en ellas, también hay otras culturas más pequeñas que se construyen alrededor. Por ejemplo, hay una cultura en esta universidad porque tiene cierta vibración, pero de la misma manera, tu cuerpo construye algo alrededor para incorporarlo o curarlo. 

En el trabajo que hago como artista estoy muy interesada en las culturas más pequeñas, con especial atención en mujeres con empleos mal remunerados en la línea de producción y eran destinados para la tercera edad. 

Por tanto creé una pieza de danza que trataba de entender qué era un buen trabajo. Me preguntaba ¿cómo puede ser un buen trabajo para que esas mujeres entendieran su experiencia laboral? y luego pudimos bailar juntas y eso les hizo hablar de sus vidas y se dieron cuenta de algunas cosas, como “ese era mi tercer turno”, “mi cuello todavía está lastimado porque siempre hice esto”. 

Empezaron a contar sus historias y lograrmos todo lo contrario a lo habitual porque la gente ususalmente no escucha las historias de las mujeres con salarios bajos, así que hicimos una película de danza para que otras personas pudieran ver sus historias y se tratara de la cultura de sus vidas. 

Fotos: Tate Navarro, TWU 

Me interesa hacer obras de arte en donde la gente pueda contar sus historias de vida, que están en la diferencia de la gente, para que sean reconocidas en el mundo y para que podamos celebrarlas.

CCO: No debe ser sencillo incorporar esta perspectiva de enseñanza, entonces: ¿a qué retos te enfrentas?, ¿a qué barreras, si es que las hay?

AA: Lo primero que me viene a la mente es que hay momentos en los que me siento deprimida o triste, pero siento que es un privilegio tener la posibilidad de hacer arte y hablar con la gente y siento que eso es más para mi propio crecimiento personal. 

Traro de esperar que la gente esté lista para ver algo. No puedes mostrárselos, tienes que crear un espacio en el que puedas encontrarte con ellos y, algunas veces, eso significa absorber algunas cosas negativas para mantener el espacio para ellos cuando ellos estén listos. Pero eso no es algo por lo que vaya a parar, es solo una forma de asegurarme de mantener mi energía espiritual fuerte. 

CCO: El trabajo que hiciste en el performance Water sources as embodied archives: ecosomatic dances + tradicional knowledges in Teotihuacan, además de ser una obra artística íntima, habla de tu trabajo espiritual y, ¿qué esperas con esa muestra desde tu espiritualidad? 

AA: Mi intención era bailar así, así como soy yo. Espero que haya expresado aunque no sé si la gente lo entendió. Creo en algo que un colega mío ha optado por llamar “inteligencia artística”, así que, cuando hago una obra de arte, confío en que no todo va a tener sentido, ni siquiera para mí. Y, si confío en eso, entonces lo que estoy haciendo tiene vida propia. 

Si te quitas de en medio, el arte se hace solo. Parte de ello es una especie de confianza en que ni siquiera yo podría entender todo lo que hago. Tengo una intuición y uno debería tenerla después de que ya se ha hecho y lo ha visto algunas veces. 

Paso mucho tiempo preguntándome qué tan genuino es lo que estoy haciendo. Por ejemplo, cuando caliento antes de un performance, me muevo mucho porque intento deshacerme de los movimientos determinados, llegar a un punto en que me mueva con todo lo que soy, no porque siempre haga este o aquel movimiento. 

Trato de llegar a un punto en el que no intento hacer una réplica de algunas cosas, sino comprender el momento de la creación y el momento del performance. 

CCO: En Water sources as embodied archives: ecosomatic dances + tradicional knowledges in Teotihuacan” incluyes una parte de México, ¿por qué la danza azteca?

Michael Modecki

AA: Teníamos discusiones sobre cómo o quién invitar, mientras intentábamos tener una relación más fuerte con las personas indígenas de la zona. Elisa De la Rosa dijo que sabía de una compañía y entonces acordamos en traerlos y así fue como llegó Chikawa Conroe Texas en 2022. 

Creo que parte de por qué me tenían era para impulsar la diferencia. ¿Cómo se puede añadir algo a lo que ya es una pequeña semilla? 

Se siente como si aquí ya hubiera una semilla de danza Azteca, nutrimos esa semilla y vimos qué pasa. Además, muchas estudiantes son mexicanas o hispanohablantes, y es muy agradable para ellas ver el orgullo e incluso si ese no es su origen, ver la atención que se le presta y la importancia que tiene. 

CCO:¿Qué mensaje deseas dejar a las mujeres que están cerca de ti?

AA: Una característica asignada a las mujeres es la de criar, asumida como un elemento sin poder, tiene que ver con la bondad y la amabilidad. La gente piensa que la bondad es una debilidad. Yo creo que la bondad tiene fuerza y la crianza es importante. 

A menudo las mujeres cuando están criando y están haciendo bondad, se les hace sentir débiles o que no son importantes, pero creo que lo realmente importante es alimentar la crianza, la bondad y la fuerza. 

También en Cimacnoticias

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00
Ir al contenido