Argentina.- El senado de Argentina aprobó la iniciativa “Ley Olimpia” para reconocer la violencia digital hacia las mujeres, la cual modifica la Ley 26.485 y continúa con el proceso legislativo en la Cámara de Diputados para su tratamiento final y así se convierta en oficial la protección a las mujeres en la modalidad digital, pues ellas son las principales afectadas de la violencia que se perpetra en estos espacios.
La “Ley Olimpia”, que vio sus orígenes en México, llegó a Argentina gracias a la labor de la defensora Olimpia Coral Melo y las mujeres que la han acompañado, lo anterior bajo la consigna y la necesidad de que la sociedad entienda que “lo virtual es real”.
Fue el 28 de septiembre cuando el Senado aprobó el proyecto que venía de la Cámara de Diputados de Argentina, el cual también obtuvo su aprobación el pasado mes de julio de 2023.
Con 191 votos a favor, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó diversas reformas con el fin de incorporar la violencia digital en la Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
A través del proyecto ahora se define como “violencia digital o en línea” a aquella que se ejerce mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y que implique la obtención, reproducción y difusión por cualquier medio de datos personales, material digital real o simulado, íntimo o de desnudez de las mujeres, sin su consentimiento, discursos de odio de género, patrones estereotipados sexistas, o que impliquen situaciones de acoso, amenaza, extorsión o control virtual, o acciones que atenten contra la integridad sexual o identidad digital de las mujeres.
Sumado a ello, el documento propone la implementación de «un servicio multisoporte, telefónico y digital gratuito y accesible, en forma articulada con las provincias, a través de organismos gubernamentales pertinentes, destinado a dar contención, información y asesoramiento sobre recursos en materia de prevención de la violencia contra las mujeres y asistencia a quienes la padecen, incluida la modalidad de violencia contra las mujeres en el espacio público».
No sin dejar atrás programas de alfabetización digital que permitan el conocimiento de las tecnologías de la información así como la identificación de las violencias digitales que se pueden perpetrar en estos espacios.
Tras la aprobación del Senado la misma Olimpia Coral agradeció a las y los senadores por este avance el cual comienza a permear en América Latina, región en la que existe una falta generalizada de registros estadísticos y estudios oficiales sobre la violencia de género en línea en contra de las mujeres que permitan conocer el porcentaje real de víctimas y la prevalencia de los daños que provoca, lo que hace aún muy difícil rastrear la evolución, escala, tendencias y los impactos de este fenómeno en la vida de las mujeres.
El anterior es uno de los hallazgos del informe “Ciberviolencia y ciberacoso contra las mujeres y niñas en el marco de la Convención Belém Do Pará”, que elaboró la Oficina Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe y el Mecanismo de Seguimiento de la Convención Belém do Pará (MESECVI).
A pesar de la ausencia de datos, dice el informe, la información disponible permite confirmar que las mujeres y las niñas son desproporcionadamente víctimas de ciertas formas de ciberviolencia en comparación con los hombres. Se encontró que a la fecha persiste una falta de reconocimiento sobre la seriedad de los daños que provoca la violencia digital de género, por lo que es apremiante impulsar análisis con una perspectiva de género e interseccional sobre la naturaleza de los impactos de esta forma de violencia.
Belén San Román, la mujer que inspiró la exigencia en Argentina
Belén San Román, de 26 años, es quien inspiró a las mujeres argentinas a exigir que la violencia digital fuera reconocida. Era agente del Comando de Patrullas Rurales de Bragado, sin embargo, fue víctima de esta violencia machista.
Su expareja divulgó fotografías íntimas de Belén luego de que ella no cediera a sus extorsiones. Incluso el hombre envió un mensaje al centro de trabajo de la mujer en un intento por «dañar su imagen».
Estos hechos llevaron a Belén a quitarse la vida en noviembre de 2020 tras las secuelas emocionales que trajo consigo la violencia digital que su expareja perpetró en su contra.
“Espero que estas cosas nos ayuden a todos a pensar y a entender que el que ve un video así, o lo manda, también es responsable. Mi hija recibía burlas, hostigamiento, había gente que le mandaba mensajes privados diciéndole barbaridades. Ella no hizo nada, es una víctima más de la violencia contra las mujeres”, aseguró Marcelo San Román, padre de Belén.
“Ley Olimpia”, de México a Argentina
A Olimpia Coral Melo la violencia machista la hundió en el miedo, la inseguridad y el temor luego de que en 2012, cuando apenas tenía 18 años, un video íntimo junto a su pareja fuera filtrado en internet. Acudió a denunciar para encontrarse con autoridades que ni siquiera consideraban como delito lo que le había sucedido.
Durante meses Olimpia permaneció tras las paredes de su hogar ubicado en Huauchinango, Puebla, sumida en diversas afectaciones emocionales que esta violencia trajo consigo y preguntándose constántemente ‘¿Por qué a mí?’. Sin embargo, su madre fue la primera mujer que le recordó lo que necesitaba entender: no fue tu culpa. Junto a otras mujeres Olimpia inició un trabajo para que cada entidad tipificara la violencia digital en sus Códigos Penales, hasta lograr que, en 2020, la serie de reformas conocidas como “Ley Olimpia” fueran aprobada a nivel federal para establecer como delito estas agresiones que las mujeres enfrentan en el espacio digital.
