Ciudad de México.- Este martes 10 de enero, los mandatarios de México, Estados Unidos y Canadá se reunieron en la CDMX. En conferencia de prensa ofrecieron detalles sobre algunos de los temas tratados durante su encuentro. No obstante, las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) contradijeron las cifras oficiales sobre los niveles de migración desde México hacia USA. Una migración que, en 2021 y 2022 2022, trajo récords históricos en el envío de remesas a nuestro país.
De acuerdo con López Obrador, el crecimiento económico y de oportunidades laborales en nuestro país han provocado un descenso en la cantidad de connacionales que deciden migrar hacia Estados Unidos. En gran medida, el mandatario mexicano atribuyó este triunfo a los programas de asistencia social promovidos durante su administración, tales como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.
Sin embargo, las cifras desmienten tales afirmaciones. De acuerdo con el Anuario de Migración y Remesas 2022 desarrollado por el Gobierno de México, el Consejo Nacional de Población y Fundación BBVA, desde que las medidas de confinamiento por la pandemia de Covid-19 se relajaron, el flujo migratorio de México a USA aumentó.
Los datos de dicho anuario indican que en 2021, la cantidad de migrantes mexicanos en Estados Unidos fue de 400 mil personas más que el año anterior. Además, entre enero y septiembre del año 2022 se calcula que hubo cerca de 72 mil encuentros mensuales entre las autoridades migratorias de USA y las y los migrantes de nacionalidad mexicana.
Junto con el crecimiento de la migración también llegó el crecimiento de remesas. En 2021, los envíos de dinero de Estados Unidos a nuestro país alcanzaron un máximo histórico de 51 mil 586 millones de dólares. Pero, de acuerdo con estimaciones preliminares de BBVA Research, este máximo pudo haberse quedado atrás en 2022, año en el que -se estima- se recibieron remesas por un monto de 58 mil 400 millones de dólares.
Pero detrás de estas cifras no sólo está el aumento del flujo migratorio. También hay millones de historias de limitaciones económicas y sacrificios de quienes envían todo este dinero a sus familias en la República Mexicana.
El esfuerzo de las mujeres migrantes detrás de las remesas
El Anuario de Migración y Remesas 2022 indica que, en 2021, el 51.1 por ciento de los 23 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos eran mujeres. Ese mismo año, el 54.3 por ciento de los hogares en México que recibieron dinero desde USA estaban liderados por hombres, lo que significa que muchos de ellos pudieron haber recibido dinero enviado por mujeres que decidieron cruzar la frontera en busca de mejores ingresos.
Así lo constata Dolores Almaraz Manzo, migrante mexicana, fundadora y directora del club Mujeres Migrantes en Progreso. Por medio de este club, Almaraz Manzo ofrece diferentes apoyos a mujeres que abandonaron sus países de origen por diversas razones. Entre el soporte que les brinda se encuentran talleres para fortalecer su economía y ayuda con campañas de repartición de alimentos.
Por medio de este trabajo, Dolores Almaraz ha conocido la historia de muchas mujeres. En entrevista con Cimacnoticias, la activista aseguró que cada historia es diferente pero que hay ciertas constantes. Al respecto, recordó el caso de una mujer que migró estando embarazada, pero que dejó a otros hijos suyos a cargo de su esposo en México. Así, esta mujer no solo tenía que preocuparse por sus ingresos y el cuidado de su embarazo: también debía ahorrar dinero para enviar a su familia.
La misma Dolores Almaraz tuvo que atravesar por una situación similar. Ella migró a Estados Unidos en 1986, cuando apenas tenía 17 años. Al inicio trabajó en la limpieza de hogares y también como niñera, y ahorraba la mayor parte de sus ingresos para enviárselos a su madre en México.
Ahorrar no era tan complicado: dormía y comía en las casas donde trabajaba, y “no tenía amigas”, cuenta, por lo tanto no tenía con quien salir. Incluso si hubiera sido diferente, quizá tampoco habría decidido pasear en espacios públicos por el temor de ser detenida dado que cruzó la frontera sin documentos. Por ello, afirma que al inicio podía enviar remesas a México una vez al mes, situación que mejoró aún más cuando entró a trabajar a una fábrica.
Tiempo después, Dolores conoció a su pareja y tuvieron cinco hijos. Ella trabajó hasta los siete meses de su primer embarazo, pero después dejó de laborar para poder descansar. Con esto, el envío de dinero a su madre también disminuyó. Su mamá, por otra parte, le pidió que dejara de enviar dinero tan frecuentemente con los gastos que se vendrían para ella.
Para la fundadora de Mujeres Migrantes en Progreso, dejar de apoyar económicamente a su madre no era una opción, por lo que siguió mandando dinero en fechas especiales como el 10 de mayo o Año Nuevo. Tiempo después, su economía se recuperó un poco cuando comenzó a vender productos por catálogo, así que el envío de dinero comenzó a ser un poco más frecuente.
Ahora que la madre de Dolores falleció, ella ha dejado de mandar dinero a México. No obstante, sigue al tanto de este tipo de transacciones y afirma que ahora son mucho más fáciles para muchas personas en algunos aspectos. “Ya hay más casas de cambio”, afirma, y también asegura que para las personas en México ya es más sencillo recibir el dinero de sus familiares.
Por otro lado, la situación para las y los migrantes ha cambiado en algunas regiones de USA. En California, por ejemplo (la zona donde reside Dolores), la población mexicana y latina ha aumentado en los últimos años, y el estado tiene ciudades santuario donde hay una mayor protección para los migrantes sin importar su estatus legal. Esto hace que las personas no sientan temor de salir a las calles y puedan acceder a diferentes servicios. Pero no en todas las entidades hay políticas migratorias tan relajadas.
De ahí que Almaraz Manzo reconozca que sigue habiendo obstáculos para muchos. Al respecto, habló del caso de quienes trabajan en el campo, lejos de casas de cambio y con altas y bajas en sus ingresos que dependen de las temporadas de siembra y recolección. A estos factores se suma la inflación, la cual ha encarecido los costos de vida en estados como California, precisamente.
Aún con estas dificultades, las remesas enviadas hacia México siguen siendo un pilar importante para la economía de nuestro país. En 2021, la dependencia de México de estos envíos de dinero llegó a un 4.1 por ciento en relación con el Producto Interno Bruto (PIB).
“Creo en la importancia de las remesas y creo en la importancia de los migrantes”, afirma Dolores Almaraz. Las cifras hablan por sí solas de esta importancia; esto, a pesar de que las declaraciones presidenciales las contradigan.
