- La Jurisdicción Especial para la Paz de Colombia abrió caso para investigar formas de violencia basadas en género durante el conflicto armado.
- Es la primera vez que se investigará la violencia reproductiva de forma autónoma en el mundo.
“La violencia reproductiva, una violencia sin nombre”. Así resume la organización feminista Women’s Link Worldwide su investigación sobre este tipo de violencia, frecuente en contextos especialmente violentos y represivos, pero que generalmente es invisibilizada y desconocida incluso por las propias víctimas. Consiste en cualquier acción u omisión que vulnera los derechos reproductivos mediante la fuerza o la coacción,entre ellos la autonomía reproductiva de las personas.
Women’s Link investigó el uso de este tipo de violencia en el contexto del conflicto armado colombiano a partir del caso de Helena, una mujer que fue reclutada forzosamente por la guerrilla de las FARC, obligada a inyectarse anticonceptivos, y tiempo después sometida a un aborto forzado, a pesar de que quería ser mamá. El aborto se le practicó de forma insegura y sin los conocimientos e implementos necesarios, provocándole severos daños físicos y mentales.
La violencia reproductiva será investigada por primera vez por un tribunal de justicia transicional. La Jurisdicción Especial para la Paz, un tribunal creado por los acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y la desaparecida guerrilla de las Fac, anunció recientemente la apertura del macrocaso 11, con el objetivo de investigar, esclarecer y sancionar a los máximos responsables del uso de la violencia sexual, reproductiva, y por orientación sexual e identidad de género durante el conflicto armado.
“La apertura de este caso es una esperanza para las víctimas que llevan años reclamando justicia, y pone en relieve la sistematicidad y las dificultades para investigar este tipo de violencia, que al día de hoy sigue siendo utilizada por grupos armados y ejércitos en el mundo”, dijo María Cecilia Ibáñez, abogada senior de Women’s Link en Colombia.
La apertura del caso es un logro del trabajo de muchas organizaciones feministas y de personas LGBTIQ+, reunidas en la Alianza Cinco Claves, conformada por Colombia Diversa, la Corporación Humanas, la Corporación Sisma Mujer, la Red Nacional de Mujeres y Women’s Link Worldwide.
Durante las décadas de conflicto se presentaron al menos dos expresiones de violencia sexual: el abuso de las mujeres y niñas pertenecientes al “bando contrario” como forma de ataque al contrincante; y dentro de los mismos bandos o en las comunidades ajenas al conflicto por la creencia de que las mujeres están “disponibles sexualmente” para los grupos armados.
Pero también se han documentado casos de violencia reproductiva como abortos forzados, anticoncepción forzada, esterilización, embarazo forzado y violencia obstétrica.
Según datos del análisis provisional de hechos que comunicó la misma Jurisprudencia Especial para la Paz, se estiman más de 35 mil víctimas de violencia basada en género entre 1957 y 2016, de las cuales el 89,2% son mujeres y el 35% sufrieron esas violencias siendo niños y niñas.
La apertura de este caso es un hito para Colombia y para el mundo, ya que por primera vez se investigará el uso de la violencia reproductiva de manera autónoma y como parte de las formas de violencia basadas en género que enfrentan las mujeres, las niñas y las personas de género diverso en contextos de conflictos armados.
