Ciudad de México.- Este viernes 10 de marzo, la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) entró a paro junto con los otros planteles de la institución. Aunque algunas de sus demandas están centradas en un caso de violencia sexual acontecido en el plantel de Cuajimalpa, las estudiantes de esta unidad tienen sus propios casos de violencia, en donde están implicados por lo menos cinco profesores.
En entrevista con Cimacnoticias, la colectiva Feministas UAM Azcapotzalco declaró que está trabajando en una base de datos para conjuntar todas las denuncias de mujeres que han sido víctimas de diferentes tipos de violencia sexual. Aunque esta base aún está en construcción, hasta el momento se han registrado cinco casos en donde quienes ejercieron violencia contra las alumnas fueron profesores.
Una constante en estos y otros casos es la impunidad con la que las autoridades han dejado actuar a los violentadores. En este sentido, las estudiantes han puesto énfasis en el caso del profesor Ricardo N., quien en 2019 fue acusado de haber abusado sexualmente de una alumna.
En 2021, Ricardo recibió una sentencia de nueve años por estos hechos. Sin embargo, en marzo de 2022, la Fiscalía General de la República (FGR) le otorgó la libertad por supuestas fallas en el debido proceso. Actualmente, este profesor continúa dando clases junto con otros catedráticos calificados como acosadores, tales como Jaime Leopoldo N., quien tiene antecedentes de acoso contra una profesora, y José N., Las alumnas afirman que este último actúa en total impunidad debido a que es familiar de un afamado escritor mexicano del mismo nombre, por lo que «su apellido lo respalda».
También hay otros casos como el del alumno Jonathan N., quien almacenaba y difundía fotografías de tipo sexual de sus compañeras. De acuerdo con Feministas UAM Azcapotzalco, el caso fue llevado frente a la Unidad de Género y Diversidad Sexual (UGEDIS), la cual —luego de más tres meses de investigación— sancionó al alumno únicamente con una suspensión temporal de dos trimestres.
Las autoridades, además, dieron protección a Jonathan al prohibir a las alumnas hacer cualquier tipo de denuncia pública en tendederos o redes sociales. Ahora, ellas denuncian que Jonathan N. amenaza y hostiga a quienes lo denunciaron frente a la universidad. Junto con estos casos, las estudiantes organizadas también denuncian que hay profesores que las invitan a sus cubículos e incluso a bares para darles su calificación “en privado”.
Las estudiantes también denuncian otras situaciones graves de violencia, como el hecho de que el pasado 28 de febrero una alumna reportó haber sido drogada contra su voluntad en la ruta de transporte público que va de Ampliación B. al Rosario. De acuerdo con su testimonio, ella viajaba en camión cuando se quedó dormida y, al abrir los ojos, se sintió desorientada, débil y con la visión borrosa. Aún así, la joven pudo percatarse de que un hombre iba tocándole las piernas.
Ella logró bajar del camión y se dirigió a una estación del Metrobús con la ayuda de una señora que se percató de que la joven estaba siendo perseguida. Después, alguien pudo recogerla para llevarla hasta la UAM. No obstante, la alumna tuvo que ser llevada al hospital debido a su estado.
La impunidad viene desde la rectoría de la UAM Azcapotzalco
Según documentos compartidos a Cimacnoticias, la negligencia con la que han actuado las autoridades no es nada nuevo. En una sesión ordinaria del Consejo Académico de la Unidad Azcapotzalco en junio de 2019, una ingeniera (de quien reservamos el nombre por motivos de seguridad) denunció que el actual rector del plantel, Óscar Lozano Carrillo, favoreció a un alumno acusado de violación.
De acuerdo con el acta de dicha sesión, cuando Lozano fue director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades llegó a sus manos una denuncia en contra de un alumno de Economía, quien violó a una de sus compañeras. La respuesta del actual rector fue que se actuaría “a la altura de la situación”.
Lo que siguió después de eso fue que las autoridades contactaron al agresor, lo asesoraron legalmente en el Departamento de Derecho y le entregaron los documentos confidenciales que había proporcionado la víctima. Después, a la víctima se le citó a una junta con el Secretario Académico de la Decisión, en la cual no le permitieron llevar a sus abogados; además, la amenazaron con la difusión de sus datos personales.
Este caso está en la Fiscalía de Delitos Sexuales según el acta de la Sesión 459 Ordinaria. A pesar de este antecedente, Óscar Lozano logró llegar al cargo que ejerce actualmente pese a haber favorecido a un presunto violador.
Agresores intentan romper paro
Hartas de este tipo de situaciones, las estudiantes de la unidad Azcapotzalco de la UAM iniciaron un paro de labores el pasado viernes 10 de marzo. No obstante, esa misma noche fueron agredidas verbal y físicamente por dos sujetos que lanzaron objetos contra ellas. Aunque la universidad informó que llamó a un par de patrullas para la protección de las jóvenes, las integrantes de Feministas UAM Azcapotzalco afirman que la policía no hizo nada para frenar las agresiones.
Uno de estos sujetos es Luis Alberto N., estudiante de la carrera de Derecho, quien tiene una denuncia de violación en su contra. De acuerdo con la víctima, cuyo testimonio llegó a Cimacnoticias por medio de Feministas UAM Azcapotzalco, ella se acercó a UGEDIS para denunciar en primera instancia. Sin embargo, la Unidad le sugirió hacer una denuncia ciudadana, lo que ella hizo sin que hasta este momento haya un interés por parte de la UAM en retomar y atender el caso.
Además, de acuerdo con la víctima, este sujeto tiene otra denuncia por parte de una alumna de la División de Ciencias y Artes para el Diseño (CyAD), con quien Luis Alberto tuvo dos hijas. Pese a estos antecedentes, el presunto agresor continúa acudiendo a clases, lo que pone a sus víctimas en especial situación de vulnerabilidad.
Es por eso que, entre las exigencias de las estudiantes, está la petición de que la UGEDIS revise casos como estos, en donde o no ha habido medidas para proteger a las alumnas o simplemente se ha decidido no actuar ni investigar al respecto. De igual forma, piden que se expulse a los agresores que cuenten con denuncias dentro o fuera de la universidad.
También solicitan que los casos dentro de la universidad sean llevados con completa confidencialidad para evitar amenazas posteriores a las víctimas como en el caso de Jonathan N. De igual forma, exigen que no haya represalias en contra de quienes se encuentran organizando el paro.
Este 13 de marzo, las estudiantes organizadas celebraron una asamblea para acordar la redacción final del pliego petitorio que entregarán a las autoridades de su escuela. Entre dichas exigencias también se encuentran la necesidad de generar protocolos que protejan la identidad de las víctimas, un acompañamiento correcto para ellas y tomar acciones en contra del agresor Luis Alberto N.
Las estudiantes afirman que, aunque se está exigiendo seguridad para todo el alumnado, es importante no perder de vista la urgencia de atender estos temas de violencia contra las mujeres. Para ello también se están coordinando con las otras unidades de la UAM, cuyas autoridades por su parte, debe actuar “a la altura de la situación” dando soluciones que no ha aplicado en todo este tiempo.
