Inicio Agenda «Como trofeo», expusieron restos del hijo desaparecido de Ceci Flores. Justo cuando ella buscaba a AMLO

«Como trofeo», expusieron restos del hijo desaparecido de Ceci Flores. Justo cuando ella buscaba a AMLO

Fotografía: Twitter @CeciPatriciaF

Por Olga Laura Ochoa

Ciudad de México.- El pasado 18 de abril Ceci Flores, de la Colectiva Madres Buscadoras de Sonora, tocó a las puertas del Palacio Nacional solicitando audiencia con el jefe del ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, al día siguiente volvió y sucedió un hecho inédito, en los más de 8 años que lleva de búsqueda a golpe de pala y sol, le informaron por teléfono que los restos de uno de sus hijos habían aparecido, no obstante, aún no hay confirmación forense de que sea él.

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), actualmente, en México hay 112 mil 197 personas desaparecidas, cuyas familias no saben nada de ellas desde hace semanas, meses, años y han sido las madres y familiares de las víctimas quienes han emprendido colectivas de búsqueda para realizar actividades que el Estado mexicano no ejerce: encontrar a las y los desaparecidos.

Este hallazgo se da ante una controversia entre Flores y las autoridades de la Ciudad de México, luego de ubicar una fosa clandestina. Las autoridades con rapidez, en menos de 24 horas concluyeron que no había restos humanos en ese sitio encontrado, no obstante, el hallazgo de su hijo no ha sido tratado con esa inmediatez.

Luego surgieron versiones de la Fiscalía capitalina descartando que en el lugar había restos humanos, por lo que la activista solicitó al gobierno de la Ciudad de México que le ayuden a identificar posibles restos de uno de su hijo.

En entrevista con Cimacnoticias Ceci Flores platicó acerca de cómo llegó ese resto óseo a sus manos, luego de estar en busca de sus hijos por más de ocho años, tiempo en que no le había sido posible tener indicio alguno.

La madre buscadora, señaló que tiene a mucha gente denunciada de Punta Chueca, Sonora, por su probable participación en la desaparición de su hijo. Y respecto a la persona que traía el cráneo ella pidió verlo, pero reveló que solo a la autoridad se le permitió pasar a verlo.

«Justamente el segundo día cuando yo estuve en Palacio Nacional vestida de beisbolista recibo una llamada por la tarde donde me dicen que encontraron restos de mi hijo que encontraron a mi hijo».

Tras ese súbito aviso, se enteró que «andaban paseando el cráneo», el cual podría pertenecer a uno de sus hijos, los familiares de la activista dieron aviso a las autoridades. «Este cráneo lo traía una persona como trofeo por todo el pueblo de Punta Chueca diciendo que había encontrado al güero, que ese era el güero que me avisaran a mi».

De inmediato la activista envío a otros de sus hijos a que fueran al lugar que le dijeron para recoger los restos, respecto al «hallazgo», éste se dio de forma muy particular, Ceci Flores dijo:

«Mis hijos van y llevan a la Fiscalía y a todas las autoridades, inmediatamente recogen el cráneo y se lo llevan para hacerle pruebas de ADN», abundó Ceci.

En este 2024 se cumplieron cinco años de la desaparición de su hijo Marco Antonio, quien fue visto por última vez el 4 de mayo de 2019, en Bahía de Kino, Sonora, de seguir con vida hoy tendría 35 años de edad.

El segundo hijo desaparecido de la activista es Alejandro Guadalupe Islas Flores quien fue visto por última vez el 30 de octubre de 2015 en Juan José Ríos -en su camino hacia la ciudad de Los Mochis, Sinaloa- de seguir con vida, hoy tendría 29 años.

A partir de la desaparición forzada de sus hijos, Ceci Flores dio por concluido su papel como ama de casa y surgió la activista incesante, que no ha podido parar ni un momento.

“Mis hijos son mi fuerza para seguir adelante pero mis desaparecidos son mi prioridad para seguir viviendo. Así que no me voy a rendir, ni me voy a cansar y voy a seguir luchando como hasta el día de hoy, hasta que el presidente de la República vea la necesidad que tenemos las madres de que se abran las puertas”, señaló la activista.

Años en los que no se ha detenido un instante, a pesar de vivir desplazada por las amenazas del crimen organizado y de estar acogida por el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de los Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, desde julio de 2021, ella continúa con las búsquedas en campo y también continúa recibiendo a diario amenazas de muerte.

Madre Buscadora ante Palacio Nacional

Basta recordar la imagen que se hizo viral donde esta Madre Buscadora se vistió con un traje de beisbolita para llamar la atención. Fue precisamente durante este evento cuando Ceci Flores recibe dicha llamada.

Todo esto luego de que la causa de Ceci Flores atrajera la atención mediática, ya que el primer día que tocó a las puertas del palacio llevaba una pala que pretendía entregar al presidente de la República como transmisión de poderes simbólica, en la que le solicitaba al Estado Mexicano que se hiciera cargo de su obligación de buscar a los desaparecidos.

En paralelo a la controversia que despertó ante la opinión pública y en los medios de comunicación, para la madre buscadora Ceci Flores tocar las puertas de Palacio Nacional en la Ciudad de México: le avisaron que en Sonora había aparecido un resto óseo, de uno de sus dos hijos.

«A Ceci Flores la tragedia la convirtió en madre buscadora cuando hombres armados se llevaron a sus hijos Alejandro, de 21 años de edad, el 30 de octubre de 2015, en Los Mochis, Sinaloa. Cuatro años después, la madrugada del 4 de mayo de 2019, hombres armados se llevaron a otros dos de sus hijos: Marco Antonio de 31 años, y Jesús Adrián de 15 años de edad. Días después, sicarios le regresaron a su hijo menor de edad con vida», compartió Amalia Escobar en el prólogo del libro de la activista sonorense, titulado «Madre Buscadora, Crónica de la desesperación».

En esa ocasión, el jefe del ejecutivo hizo oídos sordos, por lo que al día siguiente martes 19 de marzo la activista se presentó nuevamente a las puertas de la fastuosa residencia presidencial custodiada por el Ejército Nacional, para solicitar nuevamente audiencia, aunque esta vez lo hizo vestida de beisbolista -ya que al ser el deporte favorito del presidente, tal vez, así llamaría su atención-.

El objetivo de ver al presidente era pedirle que se hiciera cargo de la búsqueda de las y los familiares desaparecidos, ya que, tanto las madres buscadoras como familiares y amigos de las víctimas de la desaparición forzada resulta extenuante realizar ese tipo de búsquedas en las que además reciben amenazas del crimen organizado, todo por querer recuperar los restos de sus familiares.

En múltiples ocasiones, Ceci ha comentado que le pide al Estado que pacte con el narco para que les permitan buscar a sus seres queridos, ellas lo único que desean es recuperar un poco de esperanza y de paz al saber que honran la memoria de sus seres queridos que ya no volverán. Ellas no están pidiendo, ya ni siquiera justicia, solo que no las maten por realizar su labor de búsqueda.


Búsqueda que corresponde al Estado Mexicano, pero que ellas con amor y valentía realizan porque para ellas es tan importante como respirar, no pueden abandonar a sus seres queridos; porque lo han dicho ´si ellas no los buscan´, ¿quién en la faz de la tierra será capaz de realizar ese acto de amor?

Nueva búsqueda

La lucha de Ceci Flores se ha convertido en emblemática tras sortear la crisis de desapariciones en nuestro país y tener el valor de salir a buscar los restos de sus seres queridos. Además de realizar la búsqueda para sus seres queridos, otras colectivas la buscan para que las apoye con su conocimiento en las exploraciones de campo.

Ser activista en nuestro país no es labor sencilla, sin embargo muchas mujeres y colectivas acuden a ella cuando se trata de buscar desaparecidos, ella participa en otras búsquedas, o en avisar a otros familiares de buscadoras cuando obtiene nuevos datos y pistas.

“La desaparición de decenas de miles de personas se ha convertido en una tragedia nacional que no respeta clases sociales, edad, ni sexo. Por igual desaparecen niños, mujeres, hombres, hijos, padres, hermanos, esposos, esposas, amigos, en una realidad dolorosa para los mexicanos, la cual ni siquiera es atendida de manera adecuada”, relata en la publicación Amalia la amiga de Ceci, abonando al entendimiento de la situación que se vive en el país.

Amalia Escobar, quien ha acompañado a Ceci durante su peregrinar y, que ha sido testigo de primera mano de lo que ocurre, compartió:

“Miles de personas, sin nombres, a quienes llamamos deudos, gente que sobrevive a la tragedia se dedican a buscar a sus seres queridos. Como fantasmas en las montañas o en el desierto, en los valles o en las colonias urbanas, se mueven silenciosas o silenciosos, buscando un zapato un trozo de ropa, un olor a carne putrefacta que les indique la presencia de un cuerpo”.

Amalia también habló en el libro recientemente publicado de Ceci Flores, de la revictimización de la que son objeto las madres o los familiares buscadores de personas desaparecidas: “algunas veces esas mujeres u hombres sufren la desaparición forzada, la muerte, por cometer el –delito- de buscar a sus parientes o seres queridos”.

Refiere Escobar, “frecuentemente no saben dónde está el enemigo emboscando, porque en este México no sabemos si el policía que le acompaña es cómplice del mismo delincuente que causó la desaparición. La insolencia de las autoridades también es un gran obstáculo en esta lucha”.

A principios de años durante la presentación de su libro en la la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, la activista contó que había escrito el libro «Madre Buscadora, Crónica de la desesperación» como un testimonio y para que la sociedad pueda ser un poco más empática al escuchar este tipo de temas, ya que es una problemática que normalmente se pasa de largo ante el desconocimiento de esa realidad cruenta.

“Yo tengo mucho miedo, pero el miedo más grande es no volver a ver a mis hijos”, la activista señaló que aunque la amenacen enviándole mensajes de violencia, responde: “Yo les digo, que más de lo que me han hecho, no me pueden hacer, porque al llevarse a mis hijos, se llevaron mi vida. Y lo que ven aquí es una madre que tiene la obligación de seguir de pie, caminando y respirando hasta encontrar a sus hijos”.

El antecedente

El 30 de abril la madre buscadora de Sonora Ceci Patricia Flores reportó el hallazgo de un crematorio clandestino en la Ciudad de México, entre las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac, durante una jornada de búsqueda, a la que acudió tras recibir una llamada anónima -así es la forma como la gente da aviso a las madres buscadoras-.

La activista señaló que habría pedido el apoyo de las autoridades para que las acompañaran, ya que es bien sabido, que a la tarea a los familiares se suma que el crimen organizado, las acosa y las amenaza de muerte, tan solo por iniciar una búsqueda. Sin embargo, su petición no hizo eco en las autoridades de la Ciudad de México.

Lo que si relató es que al llegar se acercaron a tomarles fotos y que llegó una camioneta cosa que las intimidó y tuvieron que retirarse. Prácticamente ella comentó que todavía se hallaba humeante el lugar tapizado de cenizas y realizaron algunos hallazgos como una credencial de elector, cuadernos de niños y restos de seres humanos.

Tras sus declaraciones, al lugar acudieron autoridades del gobierno de la Ciudad de México y, -hecho insólito- en menos de 24 horas, la Fiscalía capitalina descartó que en el lugar hubiera restos humanos, relataron que habían hechos exámenes y que solo se trataba de restos de animales.

Alguien que también deslegitimó a las rastreadoras de restos humanos, fue el jefe del ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, acusó a la activista de ser parte del bloque conservador y de traficar con el dolor de madres con hijos desaparecidos.

En conferencia de prensa y sin pregunta de por medio, el presidente de México acusó que esto sería un acto de desesperación por “la ambición desmedida” al poder y al dinero, las cuales, indicó, son “grandes tentaciones” que pueden llevar a las personas a desquiciarse.

«Anteayer salió que habían encontrado un crematorio, pero vinieron de Sonora y de Chihuahua, y pues personas que no nos quieren a nosotros, y que pertenecen al bloque conservador, que desde luego defienden causas que son muy justas, Imagínense cómo no pensar en la desaparición de un ser querido».

¿Quién va estar en contra de eso? Pero a veces se trafica con el dolor humano”, señaló López Obrador.

Desde el martes ha habido una serie de intercambios al respecto de si los restos óseos y cenizas que fueron encontrados en la ladera del volcán Xaltepec serían de personas desaparecidas, pues Ceci Flores ha defendido que, según su larga experiencia como buscadora, en este lugar sí habría restos humanos.

En tanto, el Gobierno federal y de la Ciudad de México se han empeñado en desacreditar la versión, el jefe de Gobierno Martí Batres acusó a Ceci Flores de “armar un montaje” para golpear al Gobierno de Ciudad de México.

“Es entonces un montaje lo que vimos y podría decir, ya después de lo que sucedió, un montaje frustrado», aseveró que si se encontraron algunos restos óseos, pero de acuerdo con los peritos, pertenecían a animales caninos”, es decir, a perros, sentenció Martí Batres.

LOA/OLO

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