Ciudad de México.- Desde mediados de marzo, las alumnas del Colegio de Bachilleres Plantel 15 “Contreras” se han organizado para exigir medidas contra diversos profesores que acumulan 14 denuncias por acoso y hostigamiento sexual. Actualmente, las estudiantes están atendiendo estas y otras denuncias en coordinación con las autoridades; mientras, permanecen a la espera de medidas concretas contra los docentes agresores.
Una de las estudiantes que han presentado denuncias contra profesores al interior del Bachilleres 15 —ubicado en la alcaldía Magdalena Contreras de la CDMX— es Daniela. En entrevista con Cimacnoticias, la joven señaló como su presunto agresor al profesor Ángel Armando N., quien desde 2021 le ha hecho diversos comentarios sobre su cuerpo y su apariencia e incluso la tocó en una ocasión.
Ella, sin embargo, no es la única alumna que ha denunciado actitudes similares del mismo profesor. Según Daniela, una cuñada suya que estuvo en la misma escuela hace cerca de diez años también tuvo problemas de la misma índole con el docente, quien desde ese entonces no ha recibido ninguna sanción.
Otro caso es el de Eduardo N., un profesor señalado por hacer comentarios machistas y sexistas, además de acosar sexualmente a sus alumnas. De acuerdo con Yareli, compañera de Daniela, en diciembre se interpuso una denuncia interna en contra del profesor frente al Comité Jurídico del plantel. La solución de dicho órgano fue, únicamente, dejar constancia de los hechos en el expediente del docente y hacerle un llamado de atención. Esta resolución no les parece satisfactoria ni a las víctimas ni a sus padres, quienes estuvieron acudiendo a reuniones con las y los directivos para abordar el problema.
Además de Ángel Armando N., Daniela, Yareli y su compañera Dalia (entre otras alumnas y alumnos más) han identificado a otros siete profesores agresores, entre quienes se encuentran Ismael N., Rodrigo N. y Martín N. Las tres compañeras forman parte de un Consejo Estudiantil que recién se conformó la última semana de marzo.
Dicho consejo está en coordinación con las y los directivos del Colegio de Bachilleres “Contreras” para atender los casos de estos profesores que, en conjunto, acumulan 14 denuncias frente a las autoridades escolares. De acuerdo con Yareli —quien también ha iniciado este proceso de denuncia—, las agresiones por las que se les señala a los profesores datan desde 2019 y van desde maltrato psicológico hasta el intento de golpear a una estudiante.
Autoridades de Bachilleres 15 prometen respuesta a alumnas violentadas
El pasado 14 de marzo, las estudiantes del Colegio de Bachilleres 15 decidieron organizar una manifestación al interior de la escuela. El principal motivo fue la resolución tomada en el caso de Eduardo N.; sin embargo, las alumnas también protestaron en general por la falta de acciones de las autoridades escolares para atender los casos de violencia contra las mujeres dentro del plantel.
Su manifestación incluyó la colocación de un tendedero de denuncias y un recorrido en las instalaciones que pasó frente a las oficinas de las y los directivos, a quienes exigieron justicia en la resolución de la denuncia contra Eduardo N. Ese mismo día, el director de la escuela, Hugo Hernández Ortiz, se reunió con las estudiantes y les propuso tener una audiencia tanto con las víctimas y sus padres como con los presuntos agresores. Las alumnas aceptaron y sugirieron la creación del Consejo Estudiantil para dar acompañamiento a estos casos en conjunto con la dirección.
El consejo fue creado y la reunión se llevó a cabo esa misma semana, el viernes 17 de marzo. Ahí, aseguraron Dalia, Daniela y Yareli a Cimacnoticias, los profesores que acudieron (ya que no todos los señalados se hicieron presentes) se limitaron a negar todo y a “rebatir” los testimonios de las víctimas con preguntas como “a ver, ¿pero cómo la toqué?”.
“Uno de ellos ni siquiera lo negó y lo único que nos dijo al final fue «pues una disculpa», y se salió”, declararon Dalia y Yareli, quienes además detallaron que, después de la reunión de ese viernes, algunos de los presuntos agresores continúan dando clases. Otros no se han presentado, pero aún figuran en los horarios de la escuela.
A partir de esta reunión, los directivos escolares tomaron la decisión de revisar las denuncias actuales y evaluar cuáles pueden proceder ante el Comité Jurídico y cuáles no por falta de pruebas. No obstante, las autoridades ya advirtieron que dicho Comité no tendrá la facultad de destituir a los profesores, pues afirman que esto le corresponde únicamente a la Dirección General del Colegio de Bachilleres. En este sentido (y aunque las y los directivos han dicho lo contrario hasta ahora), algunos casos podrían escalar hasta ese nivel.
Según dijeron a las estudiantes, los directivos del Bachilleres 15 tendrán una respuesta sobre la evaluación de los casos al regresar del periodo vacacional de Semana Santa. Mientras tanto, las alumnas organizadas se han coordinado con las autoridades para seguir recibiendo denuncias y aplicar protocolos de atención a las víctimas.
Nuevamente, alumnas juegan papel central en atención de casos
Dalia, Yareli y Daniela narraron a Cimacnoticias que, cuando las alumnas comenzaron a visibilizar la violencia que las atraviesa, las autoridades intentaron acallarlas y evitar que los hechos se volvieran del dominio público. Sin embargo, reconocen que después de la reunión del 17 de marzo, el director de su plantel se ha mostrado dispuesto a trabajar con ellas para atender los casos de violencia de género en la institución. Y el Consejo Estudiantil forma parte de dicha labor.
Este consejo (conformado por alumnos y alumnas, entre ellos Yareli, Daniela y Dalia) fue propuesto por el cuerpo estudiantil y permite que el alumnado también pueda involucrarse en los procesos de obtención de justicia para las víctimas de acoso, hostigamiento sexual y otros tipos de violencias.
Según explicó Yareli a esta agencia de noticias, el protocolo de atención funciona de la siguiente manera: en primer lugar, se pide su denuncia por escrito a la víctima y también el testimonio del presunto agresor (que puede ser tanto alumno como profesor). Si la denuncia llega primero a los directivos, éstos tienen la obligación de informar al Consejo Estudiantil.
Dicho consejo trata de buscar el expediente de la persona a la que se le está acusando para revisar si tiene algún antecedente, carta responsiva o reporte por hechos similares. Después, entre las y los integrantes buscan soluciones al caso que son llevadas a la Dirección. Ahí, las autoridades evalúan el caso y hacen señalamientos sobre qué medidas pueden o no implementarse.
A partir de eso, el Comité Estudiantil cita a las partes involucradas, les expone la situación y les preguntan si están de acuerdo o no con las soluciones propuestas. Una vez hecho esto, el Comité se reúne con el director, el subdirector y las dos jefas de orientación (así como con los padres de familia de los alumnos involucrados) para dar una resolución final al caso.
De esta forma, las estudiantes del Colegio de Bachilleres están manifestándose pero también accionando para evitar que la violencia de género dentro de sus aulas siga reproduciéndose con total impunidad. Y ellas no están solas en esta labor. Para la creación de su protocolo, por ejemplo, recibieron la orientación de organizaciones feministas y de alumnas del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Así, el movimiento estudiantil actual sigue articulándose en México. En conjunto, las alumnas y profesoras se han unido para exigir un alto a la violencia contra las mujeres incluso en aquellos espacios donde se supone que deberían estar seguras.
