Ciudad de México.- Estudiantes de la preparatoria número 8 «Miguel E. Shulz», de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se manifestaron al interior del plantel ubicado en la avenida Lomas de Plateros, en la alcaldía Álvaro Obregón de la ciudad de México y decretaron la toma de las instalaciones, esto, tras un largo proceso de denuncias por acoso y hostigamiento contra alumnas del plantel, los cuales no han sido resueltos y además no se han encontrado garantías de no repetición, en esta ocasión el último motivo de la causa fue el señalamiento contra un docente.
Las denuncias se hicieron públicas desde el pasado 28 de febrero, mientras que las movilizaciones dentro de la institución comenzaron desde el 4 de marzo, cuando las instalaciones fueron tomadas por un grupo de estudiantes, quienes exigen que el profesor involucrado, así como los directivos, sean destituidos.
Al inicio del mes de marzo las autoridades del plantel número 8 confirmaron que las clases fueron suspendidas debido a que un grupo de alumnos tomaron las instalaciones, luego la difusión de una conversación por WhatsApp, donde un profesor habría cometido actos de violencia de género.
No olvidemos que este es el segundo caso de universidades que enfrentan señalamientos contra docentes e incluso directores de plantel por violencia sexual, como es el caso de la Universidad de Chapingo. Sigue la cobertura de ese caso en los siguientes links:
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De acuerdo con el Informe sobre la implementación del Protocolo para la atención de casos de violencia de género, la universidad dio a conocer que, de agosto de 2016 al 21 de agosto de 2020, mil 486 personas presentaron una queja por posibles hechos de violencia de género ante el Subsistema Jurídico de la institución, a partir de las cuales se identificaron a mil 311 personas presuntas agresoras, de las cuales únicamente a mil 158 se les pudo iniciar procedimiento de sanción en la institución debido a que en el resto de los casos no se encontraron elementos suficientes.
De los mil 158 procedimientos iniciados, 648 concluyeron con una sanción formal y 30 con un acuerdo a través de un procedimiento alternativo, 278 se encontraban en trámite, en 93 no se encontraron elementos para sancionar, 23 fueron declaradas improcedentes y 89 se declararon insubsistentes. Es decir, únicamente 55.9 por ciento de los agresores fueron sancionados.
Es de destacar que la mayoría de las personas que presentaron una queja por hechos de violencia de género fueron mujeres (98.2 por ciento), mientras que las personas presuntas agresoras, en su generalidad, fueron hombres (94.9 por ciento). De las quejas, 79.2 por ciento fueron presentadas por alumnas, 11.3 por ciento por personal administrativo y 3.6 por ciento por personal académico.
Si bien la Universidad atendía, conocía y resolvía casos de violencia de género en estricto apego a su normativa interna, en el año 2020 se modifica el artículo 95 del Estatuto General, para establecer con precisión que la violencia de género es “causa grave de responsabilidad” entre las personas integrantes de la comunidad universitaria
De acuerdo con el Protocolo para la atención integral de casos de violencia por razones de género en la UNAM, se informó que el 2 de marzo de 2020 se creó la Coordinación para la Igualdad de Género, a la que se encomendó: “diseñar, instrumentar y operar políticas institucionales que permitan consolidar la igualdad de género en las entidades académicas, dependencias e instancias universitarias”. Se detalló que la Universidad ha realizado transformaciones a nivel normativo y de política institucional, dentro de las que se encuentran la reforma a la Defensoría de los Derechos Universitarios para convertirse en la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdady Atención de la Violencia de Género, constituyéndose como la oficina especializada para recibir y atender casos de violencia de género
A pesar de esta implementaciones por parte de la UNAM, de nueva cuenta se vuelve a configurar un estallido estudiantil por no tener atención específica, prevención y dar garantías de no repetición a las alumnas.
De acuerdo con Violeta Espinosa Sierra, Facultad de Estudios Superiores Iztacala (UNAM) y Jorge Luis Salinas Rodríguez de Facultad de Estudios Superiores Iztacala (UNAM) en su publicación: Prevalencia y percepción del acoso sexual de profesores hacia estudiantes de la licenciatura en psicología en la facultad de Estudios Superiores Iztacala: un estudio exploratorio, mencionaron que:
“El acoso sexual de profesores hacia los estudiantes de nivel universitario, como ocurre en diversas etapas escolares, produce consecuencias psicológicas y emocionales que limitan el aprovechamiento académico y obstruyen la participación de los alumnos en los programas educativos, lo cual constituye una manera de discriminación hacia las personas que experimentan el acoso”.
“La continuidad de estas conductas provoca en las victimas efectos negativos como un empobrecimiento en la autovaloración, ansiedad, depresión, síndrome de estrés postraumático, irritabilidad crónica, adicción, tendencias suicidas y trastornos de la conducta alimentaria”, señala en el informe la máxima casa de estudios.
Los hechos
“Con fecha del 28 de febrero del año en curso, en la red social privada de Facebook denominada ‘Prepa 8 sin censura´, se publicó una conversación de WhatsApp, misma que se colocó en muros, columnas y mamparas de este plantel, la cual involucra a un académico en posibles actos de violencia de género. En ese sentido, hacemos un llamado a la comunidad para que a través de vías formales se levanten las quejas correspondientes”, se lee en el comunicado compartido el pasado 1 de marzo.
La primera instancia para levantar la queja tendría que haber sido ante la oficina jurídica del plantel número 8, aunque posteriormente, de no llegar a un punto de acuerdo, la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la UNAM, sería el cauce adecuado para dirimir la problemática planteada.
Posteriormente, con fecha 9 de marzo las autoridades del plantel emitieron un comunicado, en su sitio web oficial, donde comentaron:
se «han efectuado 4 mesas de trabajo en las que se cumplieron todas y cada una de sus demandas, además, se han cumplido y respetado los acuerdos, los cuales se han hecho saber a la comunidad de manera oportuna mediante diversos comunicados oficiales». La directiva de la prepa 8 aseguró que tanto para el académico, como el personal de confianza involucrados en las denuncias «ya se instrumentaron procedimientos legales».
De igual forma, el comunicado detalló que las clases continuarán en línea, mientras las colectivas entregan las instalaciones: «la Universidad está obligada para resolver la situación laboral de dichos trabajadores. Ante la intransigencia de los grupos que tienen tomado el plantel, las Autoridades Universitarias y esta Dirección, con el respaldo del Consejo Interno, han decidido transitar a clases en línea a partir del 11 de marzo de 2024 y hasta la recuperación de las instalaciones del plantel».
Un antecedente similar, a este caso de la Prepa 8 en la que se busca visibilizar la violencia de género, ocurrió en el 2023 cuando colectivas de alumnas de Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) lograron un paro total de actividades en todos los planteles de la segunda universidad pública más grande del país. De hecho, la extensión del paro, reveló que la violencia contra las mujeres era extensiva a toda la institución, pese a contar con una legislación en la materia.
El estigma del acoso
De acuerdo a un informe sobre la violencia contra las mujeres de la Organización de las Naciones Unidas del 2015, “Menos del 40 por ciento de las mujeres que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda. En la mayoría de los países para los que existen datos disponibles sobre esta cuestión se constata que, entre las mujeres que buscan ayuda, la mayoría acude a familiares y amistades. Muy pocas recurren a instituciones formales, como la policía o los servicios de salud. Menos del 10% de quienes buscan ayuda presentan una denuncia ante la policía”.
Por otra parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) con cifras del 2017, destaca, “En todo el mundo, el 6% de las mujeres declaran haber sido víctimas de violencia sexual por parte de alguien que no es su esposo ni su pareja. Sin embargo, es probable que la incidencia real de la violencia sexual fuera de la pareja sea mucho mayor, teniendo en cuenta el estigma asociado a esta forma de violencia”
El estigma social y los señalamientos generalmente son vertidos sobre la víctima de los abusos de manera recurrente, quizá ese sea uno de los principales motivos que inhiben la denuncia, de acuerdo a planteamientos de la UNICEF, “Quince millones de niñas adolescentes de 15 a 19 años han experimentado relaciones sexuales forzadas en todo el mundo. En la inmensa mayoría de los países, las adolescentes son el grupo con mayor riesgo de verse forzadas a mantener relaciones sexuales (u otro tipo de actos sexuales) por parte de su esposo, pareja o novio actual o anterior. De acuerdo con los datos disponibles para 30 países, tan solo un 1% de ellas han pedido alguna vez ayuda profesional”, puntualiza el estudio.
LOA/OLO
