Este 10 de mayo, de nueva cuenta, la ministra Norma Piña Hernández fue blanco de ataques por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Esta no es la primera vez que sucede: en otras ocasiones, el mandatario mexicano aprovechó sus conferencias matutinas para descalificar el trabajo de la ministra. En general, Obrador ha minimizado continuamente la violencia contra las mujeres e incluso la ha motivado al reproducir estereotipos de género e incitar al odio como lo ha hecho en el caso de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“Pues mire, esos premios se pueden conseguir en la plaza de Santo Domingo”. Esta fue la opinión de AMLO sobre la entrega del Premio de Derechos Humanos 2023 a la ministra presidenta Norma Piña por parte de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ, por sus siglas en inglés). Este premio es otorgado año con año para reconocer la labor de quienes asumen el compromiso de velar por el cumplimiento de los derechos humanos y el acceso a la justicia para mujeres, niñas, niños y familias.
Al respecto, vale la pena recordar que la presidenta de la SCJN, Norma Piña, se posicionó a favor de la despenalización del aborto en México en septiembre de 2021. Esto, durante la discusión sobre la inconstitucionalidad de algunos artículos del Código Penal de Coahuila que criminalizaban la interrupción del embarazo. En aquella ocasión, Norma Piña afirmó que lo que se castigaba no era el aborto sino la conducta sexual de la mujer, algo que también es inconstitucional desde la perspectiva de la ministra.
La Presidenta Ministra también participó en la revisión del caso de feminicidio de Karla Pontigo. En 2019, el Tribunal ordenó que el caso fuera investigado como feminicidio luego de una serie de omisiones por parte de las autoridades de San Luis Potosí. Además, antes de presidir la Suprema Corte, Piña Hernández llegó a desempeñarse como presidenta del Comité Interinstitucional de Equidad de Género del Poder Judicial de la Federación (PJF). Bajo este cargo, la presidenta de la SCJN se posicionó en defensa de los derechos de las mujeres en situación de reclusión.
Con su declaración, López Obrador demostró que estos esfuerzos por los derechos de las mujeres no tienen valor para él. Tampoco lo tienen las instituciones que trabajan a nivel nacional e internacional por dichas garantías.
Los ataques de AMLO contra periodistas y políticas
Las declaraciones de este 10 de mayo no son las primeras que AMLO emite contra la Presidenta Ministra. Casi un mes después de que Norma Piña asumiera el liderazgo de la Suprema Corte, Obrador dijo que la funcionaria había conseguido su puesto “gracias a él”. “La señora presidenta de la Corte está por mí de presidenta, porque antes el presidente ponía y quitaba a su antojo”, expresó en su conferencia matutina del 8 de febrero de este 2023.
Posteriormente, el 1 de marzo, el presidente de la República aseguró que desde que Norma Piña asumió su cargo como presidenta se desató una “ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes”. Con estas tres declaraciones, AMLO no solo desacreditó la trayectoria y la formación académica de la ministra: también incitó públicamente al odio por parte de la sociedad civil.
Así lo comprueba una publicación que circuló en redes sociales después de las declaraciones de Obrador el 1 de marzo. Esta publicación sugería el asesinato de la ministra. Pero esta no es la primera vez que la vida de una mujer se ve vulnerada (por lo menos virtualmente) por declaraciones del presidente de México.
En entrevista con Lucía Moguel Osorio (investigadora en el Programa en el Programa de Libertad de Expresión y Género de Comunicación e Información de la Mujer AC, CIMAC), la periodista Denise Dresser denunció que ella también ha sido víctima de violencia digital gracias a los señalamientos que AMLO hace en su contra. En diversas ocasiones, el mandatario mexicano ha tildado de “difamadora” a la comunicadora, lo que ha acarreado un sin fin de agresiones para Dresser por parte de la sociedad.
“Me ha sucedido que me griten en la calle, que me acosen en los supermercados, que me griten “muérete chayotera” y en un clima así, en un país en el cual han asesinado a 11 periodistas en lo que va del año, la violencia verbal del presidente da permiso a los demás a ejercerla e incluso a los fanáticos a legitimar el abuso que va más allá de lo verbal”, declaró Dresser a Lucía Moguel.
Además de estos ataques directos, AMLO se refiere a la periodista mexicana como “señora”, quitándole así cualquier reconocimiento a su labor periodística o académica. Sin embargo, ni Dresser ni la ministra Piña Hernández son las únicas a quienes el presidente se niega a asumir como funcionarias. El 8 de marzo de este año, en pleno Día Internacional de la Mujer, López Obrador se refirió a la senadora Xóchitl Gálvez como una «señora» que se decía feminista.
Estos descalificativos demuestran la falta de disposición de AMLO para reconocer los conocimientos y las aptitudes de aquellas mujeres cuyo único error ha sido mostrar una opinión o postura diferente a la del mandatario mexicano. Lo mismo aplica para el movimiento feminista en general, al cual el presidente ha criticado en diferentes momentos por sus actos de movilización y protesta social.
Entre otras cosas, López Obrador ha denostado al movimiento reduciéndolo a una cuestión de oposición política; también ha criticado a las mujeres que se encapuchan para manifestarse, ignorando que esta es una medida de protección. Aun así, las ha comparado con anarquistas y ha dicho que no, que ellas —las integrantes del feminismo mexicano— no son como esos “verdaderos anarquistas”.
Andrés Manuel López Obrador, así, criminaliza la protesta pero también a su oposición en general. Aunque prometió el gobierno más feminista en la historia de México, en realidad, su discurso no hace más que fomentar la violencia, la discriminación y la estigmatización de las mujeres en un país donde las cifras de violencia contra las mujeres no dejan de incrementarse.
