Oaxaca de Juárez.- El proceso para obtener una pensión alimenticia en Oaxaca se revela como un camino largo y accidentado para muchas madres. Gaby, después de cinco años de lucha, finalmente logró la victoria.
En diciembre, ganó la demanda y el padre de su hija comenzó a cumplir con sus responsabilidades económicas. Aunque el camino fue arduo, Gaby se mantuvo firme, convencida de que los derechos de los niños son irrenunciables.
«Empecé el trámite en diciembre de 2018. Fue un proceso largo, pero decidí demandar porque ya era injusto que él jugara con la idea de querer conocerla y luego cancelara», compartió Gaby.
La pensión alimenticia es un derecho de las niñas, niños y adolescentes, ésta debe cubrir la comida, el vestido, la habitación, atención médica y medicamentos en caso de enfermedad, además de los gastos necesarios para la educación. De acuerdo con el Código Civil Federal, el pago de una pensión alimenticia es obligatoria hasta que las y los hijos o acreedores cumplan 21 años.
Para Gaby los primeros cinco meses del proceso de demanda transcurrieron relativamente bien, pero después surgieron complicaciones. La primera cita ante el juez fue un desafío, ya que el padre no se presentó. Posteriormente, sugirieron ir directo a la prueba de paternidad para acelerar el proceso.
Sin embargo, la pandemia retrasó aún más el trámite. La falta de peritos y la prioridad dada a otros casos afectaron la velocidad del proceso. Las dificultades continuaron con trámites no presenciales y la espera de fechas para la prueba de paternidad. A pesar de estas complicaciones, en noviembre de 2023, se notificó la fecha para la prueba.
Dispuesto a evadir su responsabilidad el padre de la niña, ahora de seis años, no acudió a la cita. A pesar de esto, la juez consideró el caso y emitió una notificación estableciendo el monto que debía pagarse. La notificación fue enviada directamente a la empresa donde trabaja facilitando el proceso de descuentos por nómina.
Gaby considera que el 20 por ciento que se le descuenta no es suficiente, ya que solo cubre una parte de los gastos. De esta manera su hija recibe 3 mil 800 pesos al mes que cubre en parte alimentación, pero no alcanza para pago de medicamentos en caso de que enferme o materiales escolares y uniformes.
Al preguntarle sobre el proceso en general, Gaby opina que debería ser más ágil, especialmente considerando la importancia de garantizar la manutención de los niños.
Señala que el desgaste emocional de las madres es notable y destaca la importancia de trabajar en las emociones de los niños, ya que a veces expresan el deseo de conocer a sus padres.
Gaby alentó a otras madres que enfrentan situaciones similares a no rendirse y a perseguir lo que es justo. También destacó la importancia de concientizar sobre los derechos de los niños y la obligación de los padres de cumplir con sus responsabilidades.
“Platicado con otras mamás que, entre comillas, están en la misma situación, porque no todos los casos son iguales, trato de hacerles ver la importancia de buscar la pensión porque no hacerlo es quitarles un derecho a nuestros hijos. A veces como mamás no lo pensamos al decir: yo puedo sola, no necesito del papá, pero no reflexionamos que estamos hablando de un derecho de los niños y una obligación del papá”.
Te recomendamos leer:
