Ciudad de México.- La comunidad estudiantil del Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Sur, mejor conocido como CCH Sur, convocó a una manifestación para expresar abiertamente su indignación y rabia tras los recientes hechos denunciados por la violencia sexual contra una alumna ocurridos al interior de la escuela este octubre. Ellos decidieron alzar la voz para exigir que ni una alumna más sea violentada.
Este lunes 24 de octubre, las alumnas organizadas del CCH Sur de la UNAM convocaron a una marcha desde el plantel hasta la Rectoría de Ciudad Universitaria. La manifestación estuvo conformada por dos contingentes: uno mixto, en el que los hombres avanzaron de manera respetuosa detrás de las mujeres, y otro separatista confirmado exclusivamente por las estudiantes.
Ambos grupos avanzaron protegidos por el Bloque Negro en un tramo de 7.7 kilómetros, frenando la vialidad desde la avenida Insurgentes hasta el edificio de Rectoría.
Pese al fuerte calor, en ningún segmento del recorrido hubo un silencio que acallara las consignas y el ánimo de las y los manifestantes en su búsqueda de justicia y de escucha por parte de las autoridades de la UNAM. Y es que, si algo fue claro en la marcha, es el hecho de que la impunidad tiene ejecutores muy claros que forman parte de «una de las mejores universidades de México».
Impunidad ante la violencia, una constante en la UNAM
En agosto de 2016, la UNAM presentó su Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género para atender casos de acoso y hostigamiento en la institución. Este protocolo tiene únicamente la función de «mediar» en estas situaciones y así apoyar a su resolución.
“La violencia de género es contraria a la legislación universitaria, por lo que se tendrá cero tolerancia ante este tipo de actos y se les sancionará conforme a la normatividad existente”, decía el acuerdo firmado en ese entonces por el rector Enrique Graue Wiechers.
Desde la implementación de dicho protocolo en agosto de 2016 al 21 de agosto de 2020, mil 486 personas presentaron una queja por posibles hechos de violencia de género ante el Subsistema Jurídico de la UNAM.
A partir de estas quejas se identificaron a mil 311 personas presuntas agresoras, de las cuales únicamente a mil 158 se les pudo iniciar procedimiento de sanción en la institución debido a que en el resto de los casos no se encontraron elementos suficientes. Esta es la misma impunidad que ha rodeado el reciente caso de violencia sexual en el CCH Sur.
«La UNAM no me cuida, me cuidan mis amigas», «Quiero quemar la Rectoría y decirle huevos a Susana Lira» fueron algunas de las consignas que las y los estudiantes gritaron durante el trayecto desde CCH Sur hasta Rectoría.
Las voces señalaron al área de jurídico y a la directora, Susana Lira de Garay, como cómplices de la violencia en el plantel al revictimizar a la chica agredida el pasado 17 de octubre en los baños del edificio P. Además de cuestionar la versión de la joven, estas autoridades no aplicaron los protocolos de atención adecuados y alteraron la escena de acto violento contra la alumna.
A través de un comunicado, la dirección del CCH Sur afirmó que sí se le brindó atención a la víctima. No obstante, de acuerdo con las Feministas Independientes Organizadas de la escuela, esto sucedió sólo hasta que la joven violentada llamó a su madre y ella llegó a la escuela.
Una vez juntas, madre e hija fueron canalizadas con la abogada Lorena Fabiola Bautista Salazar, titular de la Oficina de la Abogacía General de la escuela. Ella las acompañó a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México en la alcaldía Álvaro Obregón para presentar una denuncia formal. La Fiscal General Ernestina Godoy Ramos, de hecho, ya confirmó que el caso está siendo atendido por esta institución.
Además de negar una atención primaria a la víctima, las autoridades del CCH Sur criminalizaron al movimiento feminista de la escuela al pedir a la madre que no se acercara a las mujeres organizadas porque ellas «no saben manejar la información».
Pero esta criminalización lleva tiempo extendiéndose entre la sociedad mexicana y se ha arraigado en diversos medios de comunicación. Como ya es usual, en esta manifestación, muchos de dichos medidos se concentraron en cubrir los «destrozos» y los daños a los inmuebles, dejando de lado la información esencial: ¿por qué están tan enojadas?
CCH Sur tiene otros antecedentes de violencia
Alumnas de esta escuela de la UNAM compartieron con Cimacnoticias que ha habido algunos intentos de secuestro alrededor del plantel. Además de esto, el CCH Sur estuvo en la mirada pública en 2019 cuando otra estudiante fue abusada dentro de la institución.
Las estudiantes han hecho diversas solicitudes de protección ante estos casos pero también ante el acoso y hostigamiento sexual dentro y fuera del CCH Sur. Pero lo que se han encontrado, de nuevo, es un grupo de autoridades que no escucha y que envía patrullas sólo cuando hay manifestaciones.
Esta última manifestación tenía el objetivo de entregar un pliego petitorio a Rectoría en el que se volvía a pedir protección frente a la violencia. Sin embargo, al arribar a la explanada, lo único que encontraron las y los manifestantes fue un edificio sellado con puertas y ventanas blindadas, detrás de las cuales no había mas que cortinas metálicas.
La marcha inició a las 12:30 pm y concluyó cerca de las 4:00 de la tarde. Las convocantes a la manifestación expresaron en todo momento la potencia de su mensaje claro: nunca más la UNAM tendrá la comodidad del silencio. Porque ellas, las estudiantes del CCH Sur, no lo van a otorgar más. Ellas existen, están eternamente enrabiadas, y dignamente exigen justicia.
